POR YOLANDA RÍOS RODRÍGUEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Muy buenos resultados han dado los perros policías que trabajan en la Dirección de Seguridad Pública Municipal, los operativos anti-pandillas en las colonias son su especialidad, lo mismo que los rondines de vigilancia que realizan en la zona centro.
Ellos no cobran quincena, no “grillan’’, tampoco piden vacaciones, no necesitan uniforme, no manejan patrullas y su mejor arma son sus fuertes mandíbulas. El aspecto ágil que tienen y la imponente figura musculosa, sobre todo de los Rottweiller que contrastan con la gallarda y alobada figura de los pastor alemán, son su chaleco antibalas.
Sólo comen raciones de croquetas, dos veces al día y agua suficiente debido a que hacen bastante ejercicio físico, hasta se podría decir que más que los policías humanos y eso se nota, porque a la orden de sus entrenadores, abordan las camionetas pick up en marcha y sin necesidad de que les abran la tapa de la caja, ellos saltan y su instinto les permite la movilidad y destreza que la emergencia amerita, sus patas cuando se requiere se transforman en alas.
Estos agentes policiacos caninos huelen la adrenalina, y siempre están a la defensiva, sus ojos vivaces que miran hacia todos lados, lo demuestran, su andar de un lado a otro tiene una lectura, fueron preparados para entrar en acción y con ellos no hay interpretaciones equivocadas o malos entendidos, ni son atolondrados, su capacidad de respuesta es inmediata.
Tienen un valor muy especial.
El director de Seguridad Pública Javier Gutiérrez Pesquera comparte esas apreciaciones y reconoce en los elementos caninos un valor especial, no le da un toque de humanidad a la corporación, sino todo lo contrario, es una característica de modernidad y de equilibrio, “porque los perros logran muchas veces algo que los policías humanos no consiguen, el respeto y se imponen en algunas situaciones sólo con sus roncos ladridos’’.
A los caninos no hay que costearles un seguro de vida, pero sí tenerles un veterinario de manera fija a ellos no hay que apapacharlos para que duerman y hagan gracias como los perros y perras de casa que saben besar, dar la mano o cubrirlos por el frío, estos perros policías sólo reciben premios ocasionales y el entrenamiento diario de un especialista.
Entonces, cuánto es el costo financiero de estos animales, sólo 2 mil pesos al mes, más los 10 mil pesos del entrenador y los honorarios del veterinario cuando se requiere.
No trabajan todos los días pero sí la mayor parte de la semana, su equipo de trabajo son los collares de cuero, la cadena para guiarlos y sus bozales especiales que tienen una parte de acero al frente, que no les presiona su cara, respiran bien pero se asemejan a máscaras romanas porque les impide morder, pero con su hocico y el acero al frente golpean e inmovilizan a cualquier malandro por valiente que sea, porque pocos o nadie puede enfrentar el aliento caliente, la baba, el hocico jadeante y la mirada amenazante de un perro de estos.
La creación de este escuadrón o equipo de agentes policiacos no es logro de esta administración sino de la anterior, “pero es responsabilidad del actual gobierno, conservarlos y tenerlos en condiciones dignas, acorde a la importancia del valioso servicio que brindan’’.
El jefe policiaco aseguró que no son “ornato o cuerpos cubiertos de pelaje brillante para que alguien los hermosee, con bastante esfuerzo ellos se han ganado el respeto de la gente que los observa y prefiere mantenerse a distancia, porque no quisiera estar bajo sus fauces ‘’.
Javier Gutiérrez Pesque asegura que estos policías no son explotados, también se les protege, porque por ejemplo para los operativos contra las pandillas en algunas colonias, ellos van por delante y en esa medida logran disuadir a los rijosos.
Ellos son muchas de las veces los que inician las acciones policiacas en hechos delictuosos, tras de ellos llegan los policías antimotines y así se logra la sinergia entre ambos.
Han dado resultados, de eso no cabe duda, por eso se les conservará y se irán reemplazando los que por su edad y rendimiento, ya no se ajusten al esquema policiaco.
"Gitana" y tres compañeros buscan un hogar...
Sus edades son de entre cuatro y seis años y después de varios de servir como agentes policiacos, es hora de jubilarse.
“Gitana’’ es una perra pastor alemán que integra el escuadrón canino de Seguridad Pública y a la que ya se le cumplió su ciclo, por la edad, que de alguna manera se le reflejó en rendimiento.
En la misma situación están tres de los ocho perros de este grupo de policías, uno de ellos tiene sus dientes pero se le fracturaron los colmillos y ya nada es igual.
Ellos no pueden ser condenados a ser perros veladores de una empresa o de una gran residen-cia, ya que pudieran estar bien en un hogar donde pasar, no sus últimos años, sino sus mejores años, ahora en una etapa diferente y probablemente mejor para ellos en la etapa de la adultez.
En la DSPM se asegura que hay también la alternativa de que cada uno de ellos se quede en manos de los policías que los han manejado, pero hasta ahora no se ha concretado eso.
A estos perros también hay que salvarlos de las manos de personas que lucran con ellos, mediante la organización de peleas de perros con apuestas, semejantes a las peleas de gallos que aunque clandestinas, abundan mucho en algunas colonias de l