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México, DF.- México es el segundo país del Continente Americano con mayor piratería de productos y para combatir el problema se requiere de la denuncia de empresarios y consumidores, así como de la verdadera aplicación de la ley.
En nuestro país, la venta de copias de mala calidad de diversos productos sin permiso de las marcas registradas es un delito que no está considerado como grave y que al paso del tiempo se ha convertido en una práctica aceptada.
En su edición de este mes, la revista Alto Nivel expone que son los propios empresarios quienes deben exigir los derechos que les corresponden y hacer la denuncia ante las autoridades pertinentes, a fin de que se respete la propiedad intelectual.
Menciona que de acuerdo con la directora divisional de Protección a la Propiedad Intelectual del IMPI, Ana María Martínez, México se encuentra entre los primeros lugares de piratería en el mundo porque no existe una verdadera aplicación de la ley.
La especialista sostiene que esta falta de acción se debe además a que los ciudadanos y los dueños de las marcas no denuncian el delito, en ocasiones porque no pretenden involucrarse en un asunto legal y administrativo que probablemente no sea resuelto.
De acuerdo con la publicación, el marco jurídico especifica que la autoridad sólo puede intervenir cuando hay una querella o denuncia, las cuales son recibidas por el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) y por la Procuraduría General de la República (PGR) cuando se trata de falsificación de marca.
Refiere que el sector más golpeado por el fenómeno de la piratería es el fonográfico, pues seis de cada 10 discos que son comercializados son apócrifos.
En este sentido, abunda, quienes practican la falsificación de música incurren además en varios delitos contra la marca de la disquera, de la imagen del artista, del contenido de las canciones, del autor y del productor.
Alto Nivel señala que cuando se consolida una marca en el mercado, los piratas comienzan a venderlo en cualquier sitio público.
Sostiene que de acuerdo con Ana María Martínez, en el ámbito macroeconómico este ilícito causa mucho daño al país porque frena la entrada de capitales extranjeros al no existir ninguna garantía de propiedad intelectual e industrial, principal activo de las empresas.
Precisa que con base en datos de la Asociación Mexicana para la Protección de la Propiedad Intelectual (AMPI), el año pasado las pérdidas en el mercado mexicano por piratería ascendieron a 900 millones de dólares.
La revista mensual indica que el gobierno de Estados Unidos incluyó a México en la lista de países que no protegen los derechos de autor, patentes y marcas y ubica al país en segundo lugar en el Continente Americano, sólo después de Brasil.
Los productos más ?pirateados? en México van desde los discos compactos de música, películas y software, ropa, bebidas alcohólicas, cosméticos y perfumes.
Menciona que el artículo 213 de la Ley de la Propiedad Industrial establece que usar una marca idéntica es una infracción administrativa que puede ser sancionada por el IMPI hasta con 20 mil días de salario mínimo vigente en el Distrito Federal.
En tanto, anota, el artículo 223 de esa norma señala que la falsificación de marcas de forma dolosa y a escala comercial constituye un delito que puede ser castigado con dos y hasta seis años de prisión y en este caso interviene la PGR.
Detalla que para que una empresa pueda hacer su denuncia ante el IMPI por presunta piratería deberá pagar la cantidad de mil 200 pesos y ofrecer pruebas del delito para detener la actividad del infractor.
Posteriormente, funcionarios del IMPI inspeccionarán y verificarán la situación, o en su caso asegurarán la mercancía para evitar que salga al mercado.
La publicación especializada en negocios detalla que de mil 400 casos denunciados, en 350 se llega a un acuerdo entre el denunciante y el infractor cuando se determina que sí existió una falta y se decide el destino de la mercancía.
Sugiere que la patente es el documento que otorga el Estado por la invención de un producto novedoso o la mejora de un proceso o maquinaria innovadores en el campo de la investigación o tecnología.
La obtención del registro de una marca -aclara- requiere entre cuatro y ocho meses, mientras que para obtener una patente se debe presentar una solicitud detallada de lo que se quiere proteger y una vez confirmada la originalidad a nivel nacional e internacional se otorga el registro en dos o tres años.
Alto Nivel puntualiza en su artículo que el inventor o persona a quien se le transfiere el derecho de la patente es el único que podrá explotarla durante un tiempo, pues tras 20 años el invento se vuelve del dominio público.