El rock rompe con la imagen tradicional de Yucatán, señala investigador
Conaculta
MÉRIDA, YUC.- Parecerá extraño pero en Mérida -paraíso de la trova tradicional- hay un movimiento de rock vigoroso. En la honorable y conservadora ciudad blanca -como se le conoce a esta capital- hay chavos banda prendidísimos que están haciendo historia, comentó el investigador Edgar Rodríguez, autor del libro Rock en Ichkaansihó.
Conocedor profundo del estilo de vida de los chavos banda, así como de los géneros musicales más abigarrados y estruendosos (black metal, death metal, dark metal, hard rock, hard core, grunge, fusión rock, heavy metal, rock progresivo, punk, rupestre, speed metal, y sus derivados), Rodríguez hace la radiografía del movimiento rocanrolero yucateco, documentando a las bandas, las tocadas y los festivales, a través de la práctica periodística cotidiana.
Integrado por crónicas periodísticas, el libro Rock en Ichkaansihó ofrece una lectura rápida y divertida, pero también ilustrativa de lo que ha sido el movimiento del rock en Yucatán, y rompe con la imagen conservadora de la entidad tradicional.
“De joven tuve muchas vivencias urbanas, y a través del rock he logrado no desconectarme del mundo juvenil. Ahora soy asesor de dos organizaciones de chavos”, comentó el investigador y periodista. “Mi vínculo se hizo más fuerte en los últimos 15 años, a raíz de los trabajos que se empezaron a hacer sobre los chavos banda. Entonces tomé ese asunto como objeto de estudio, pero en serio”.
Autor de libros como Aviéntense Todos (1996), Ciudad Blanca (1999), y Mérida sin Arrebol (2000), Rodríguez resalta su más reciente publicación, realizada con recursos del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC), de la Dirección de Culturas Populares del Estado, (Conaculta) y del Instituto de Cultura de Yucatán.
“Es un libro de crónicas donde reviso lo que ha pasado con el rock desde la década de los 60 hasta finales de los 90. Desarrollo lo que han hecho los grupos locales, nacionales e internacionales en el estado”.
-Difícil imaginar un movimiento de rock de esta envergadura en Yucatán, ¿cuáles son sus características?
-En efecto, Yucatán parece una región árida para el rock, puesto que los esquemas culturales de la música están muy centrados en la trova, y donde todo lo que no es trova es descalificado. Al rock no se le considera música popular. Sin embargo, todos sabemos que las culturas juveniles son cultura popular.
De la década de los 60 a la de los 80, se peleaban espacios, los conciertos eran muy esporádicos, pero en los 90 el movimiento se fortaleció; surgen tendencias, estilos, incluso grupos clasemedieros entran a la escena. No obstante, el rock sigue siendo marginal. Los chavos se organizan de manera independiente, trayendo a grupos, y se enfrentan a muchas limitaciones, como son los permisos o la falta de recursos económicos para traer a grupos extranjeros.
-¿Cuáles son los espacios que se utilizan para esta expresión artística?
-Principalmente los auditorios de los sindicatos, ya que lograr permisos para lugares públicos es muy difícil. En un tiempo, durante la década de los 90, se logró tener espacios en el centro de Mérida para las tocadas, pero ahora se van más a las periferias.
-¿Existe un público importante para el rock en Yucatán?
-Si, en una tocada pueden haber de 150 a 300 chavos, y en las más grandes hasta 500. Siendo Mérida una ciudad ultraconservadora, todo lo que sea distinto se va a ver con ojos de raro. Eso ha pasado acá. Es muy claro. Pero la valoración del rock es muy importante porque muestra lo que los chavos son capaces de hacer en el terreno creativo. A mí como promotor me ha tocado en suerte estar cerca del poder de creación de los muchachos.
En Mérida existen varias organizaciones de chavos banda, y a diferencia de las bandas “prototípicas del centro del país” -comentó Rodríguez-, aquí utilizan otro tipo de vestimenta y la música es también particular.
“La banda de Los Jessicas era un grupo de chavos que se juntaban en la tiendita de la Jessica. La tienda les dio el nombre. Viven en una colonia que no es marginal, se rompe el modelo. A diferencia de las bandas de Tijuana o del Distrito Federal, en Mérida los chavos banda pueden ser muy convencionales en la forma de vestir. Muy formales. ¡Pero de lo que son capaces de hacer esos cuates! Se meten mucha droga. Tu los ves y por fuera parecen cualquier chavo de clase media, no tienen la facha típica de la banda”.
-¿Cuál es el estilo musical que prevalece?
-El metal, pero también hay grupos de rocanrol, de punk y de un rock más regional. De este último está la banda Mitnal (que es el infierno maya más profundo), que era la más picuda, mezclaba las raíces culturales con el rock. Te puedes encontrar así con una jarana-rock como ritmo, con temas muy locales como Ixtabay, o Pimienta y Cacahuate.