MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- Es hora de terminar con viejos mitos, como aquel que pregona que un niño gordo es un pequeño sano y feliz, cuando la realidad es que un infante con sobre peso sufre física y mentalmente, por lo que es tiempo de dar una batalla frontal en contra de la obesidad.
La doctora Silvia Martínez Bello, especialista en nutrición del IMSS, dice que los padres deben enseñar a sus hijos a disfrutar de la gran variedad de frutas y verduras, que son la base de una nutrición natural y tradicional en lugar de propiciar el consumo de comida chatarra.
En la dieta diaria del desayuno y la cena se debe incluir, leche o yogurt, dos raciones de verdura y una de carne (30 gramos) o sustitutos como queso, jamón o huevo, y cereal, mientras que la comida debe ser la tradicional: sopa, guisado, postre frutas y la ingesta de agua durante el día".
Un asunto de suma importancia es que los niños deben desayunar bien antes de ir a la escuela, pues con lo cual sólo necesitarán, a la hora del recreo, un refrigerio ligero, antes de volver a casa a comer.
La comida en exceso de productos chatarra, industrializados o rápidos (pastas, hamburguesas, papas, refrescos y en general todos los embutidos), los ayunos prolongados, que provocan que después se coma más, y la falta de ejercicio (sedentarismo) son las principales causas de la obesidad, la cual afecta al 20% de los niños mexicanos.
La obesidad infantil se complica con hipertensión arterial, elevación de colesterol y problemas en la columna vertebral; además de que es una de las principales causas de la diabetes mellitus tipo dos, que antes era exclusiva de la edad adulta.
De acuerdo con los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Salud, 31 millones de mexicanos en edad adulta padecen obesidad, lo que la convierte en un serio problema de salud pública por ser detonante de otros padecimientos como la diabetes mellitus tipo dos y las enfermedades cardiovasculares.