Londres, (EFE).- Un perro demostró tener muy poca a vergüenza cuando, tras saltarse el protocolo, se atrevió a orinar junto a los pies del príncipe Carlos de Inglaterra durante la Competición Nacional de Perros Pastores de Gales.
Sonrojado por las risas de los espectadores, Carlos, príncipe de Gales y heredero al trono británico, no tuvo más remedio que tomarse la insolencia perruna con humor y responder con una gran carcajada.
El protagonista del "incidente urinario" fue un perro llamado Fly, que ganó uno de los premios de la competición, celebrada en una finca de Crickhowell (sur de Gales) que es propiedad de los padres de Tiggy Legge-Bourke, antigua niñera de la Familia Real británica
La anécdota ocurrió cuando Jack Burke, de 80 años y dueño del travieso can, charlaba con el príncipe Carlos, quien no pudo disimular su cara de asombro y se limitó a reirse.
"Mi perro se orinó en mí dos veces mientras yo hablaba con el Príncipe. Creo que lo que intentaba era desearme suerte", explicó Burke, que recibió como premio una copa y un juego para esquilar ovejas de manos del propio príncipe. Dada la reacción del príncipe de Gales, el propietario de Fly destacó que el heredero al trono británico "tiene muy buen sentido del humor".
Carlos, que presenció varias de las pruebas, afirmó que había quedado fascinado con las habilidades de los perros, aunque destacó la travesura de Fly como "una de las cosas mejores" que le han ocurrido en el viaje de cuatro días que ha hecho por Gales.
Merrion Owen, presidente de la Sociedad Internacional de Perros Pastores, obsequió finalmente al hijo mayor de la reina Isabel II con una corbata, un libro y un silbato para pastores.