TORREÓN, COAH.- Jaime Olivares García cuenta hoy con 35 años de edad, de profesión abogado, casado y tiene dos hijas. Es una persona totalmente normal, gracias a un milagro es que está vivo.
En 1983 Jaime fue intervenido del corazón, cuya compleja cirugía en Nueva York fue costeada por el programa Regalo de Vida, que realiza el Club Rotario Internacional, que hoy primero de Marzo, realiza una campaña de recolección de fondos en aras de continuar salvando vidas de ?niños azules? laguneros.
Hoy son decenas los laguneros beneficiados por este programa que inició en 1974, a iniciativa de un grupo de rotarios del Distrito 725 de Brooklyn, Queens y Nasau en Nueva York.
Llegó a tierras laguneras gracias a la participación de los rotarios Torreón-Laguna y de Gómez Palacio, presentándose el primer caso local en 1980.
El programa está dirigido a niños con un padecimiento cardiaco, que consiste en que la sangre impura, en vez de pasar a los pulmones para su limpieza, regresa al torrente circulatorio, dando a uñas y labios una coloración azul. De ahí que se les llame ?niños azules?.
Tal era el caso de Jaime Olivares, un güerito muy simpático y popular por su buen humor y don de amigos, quien dada su horfandad paterna se encontraba sin ninguna posibilidad de recibir la cirugía que podía salvarle la vida, cuyo costo en aquellos años alcanzaba los seis millones de pesos.
Su madre, María Teresa García viuda de Olivares, en un ejemplo de voluntad inquebrantable, ya que inició una lucha contra el tiempo que finalmente resultó exitosa.
La comunicación con Nueva York fue muy singular, pues las primeras cartas enviadas a aquella ciudad llevaban una dirección equivocada, pero inexplicablemente llegaron a su destinatario. Luego, la respuesta de esa ciudad también traía una dirección y destinatario equivocados, pero fue entregada en el lugar correcto.
Gracias a la ayuda y a un gran esfuerzo de los Clubes Rotarios de Torreón y Gómez Palacio, Jaime y su mamá se trasladaron hasta el Hospital San Francis de Roslyn, NuevaYork, en donde se le practicó una operación ?a corazón abierto?, esto es, casi se congela al paciente al que se conecta a una bomba que mantenga su circulación, en tanto se saca el corazón para repararlo aparte y volverlo a colocar, la cual resultó exitosa y Jaime prácticamente volvió a nacer.
Esto sucedió en 1983. Hoy, los adelantos médicos y tecnológicos han alcanzado a La Laguna y resulta posible la realización de cirugías de este tipo en nuestra región, a un costo mucho menor pero no por ello accesible a cualquier bolsillo.
Por ello, los rotarios continúan trabajando duro para recaudar fondos que permitan continuar con este Regalo de Vida, invitando a la comunidad en general a ser generosa en su donativo este día, en que numerosos voluntarios habrán de salir a las calles para brindar una oportunidad de vida a ?niños azules? laguneros. Un verdadero Regalo de Vida.