El Vía Crucis de Cristo hace casi dos milenios, todo el sufrimiento que como cordero resistió sin quejido alguno para lavar los pecados del mundo, es poco, comparado con lo que el pueblo de México padece, todo un rosario de penas y causas perdidas que representan para sus habitantes los agravios y desaires que funcionarios, representantes y sobre todo ex funcionarios que por años nos martillaron fuerte los oxidados y gruesos clavos en la carne trémula de sus habitantes. La incapacidad de los gobernantes y legisladores aunada a la corrupción endémica del Poder Judicial, es sólo una cuenta del largo rosario de falacias que como anfisbena* cada día muerden al país.
La definición de corrupción en México, es diferente al concepto que deriva el diccionario convencional y en nuestro país significa: La empresa del despojo. Es casi una práctica social, la confección de fortunas, una tradición impuesta. El símbolo patrio y, para muchos que viven en el submundo feliz de la política y sus actos los miden con lo que roban, dicen que la corrupción cs un mal necesario, (de este último epíteto difiero). Culpar al gobierno de nuestros males es una cuestión de antítesis y ambivalencias y cuya antropología está inmersa en nuestra idiosincrasia, donde la capacidad de asombro ante tanto hurto y crimen por parte del Estado se ve como cosa común, es llevar adosado como tatuaje el maldito paradigma que “si nos va bien”, es por nosotros mismos y si nos va mal es culpa del gobierno.
En la actualidad pocos pueblos como el nuestro han resistido tantos chantajes y actos faláticos y llenos de sofismas, más allá de la Conquista, la Inquisición y la represión e intervenciones extranjeras, amén de que se nos despojó por parte del imperio de más de la mitad del territorio, resistimos una dictadura disfrazada de democracia, donde rapiñar, despojar y la inmoralidad era el icono predominante de unos cuantos dueños del país y fue cambiada después de setenta años por un gobierno que nos ofrece a cambio sólo mercadotecnia y propaganda sin sustento. Una contingencia constante, sostenida, inducida y solapada más larga que un rosario es en la que nos tienen las autoridades, utópicamente es quien debería dar apacibilidad a la sociedad y evitar la constante de vivir con el Jesús en la boca por cada burrada que segundo a segundo cometen nuestros representantes.
Pueblo el nuestro con grandes alegorías y sin podernos sacudir el aforismo que parece se ensaña con engaños, fracasos y destinos inciertos en los desatinos de la agenda y tarea gubernamental. Incertidumbre en la economía desde el hogar hasta las grandes empresas, donde cada día es más espantosa la distancia de los pobres con la clase alta y los hurtos como parte de esa maldita tradición impuesta por el mismo régimen y en consecuencia los ciudadanos adivinan que quien los comete nunca recibirá un castigo, esas penas las cargan los habitantes, lo que queda demostrado que en el pensamiento del pueblo que no existe crisis. Lo que es inmoral o amoral y autoritarismo son los malos gobernantes que forjaron todo un rosario de penurias en una nación tan llena de recursos y con mujeres y hombres cabales a los que no se cansan de engañar.
Tal vez nunca como ahora se había visto el desorden y desdén hacia el pueblo por parte los gobernantes en turno y ese desvarío parece ser que los ciudadanos se lo están haciendo pagar muy caro, enfrentándolo y evadiendo impuestos con el comercio informal entre otras cosas y lo peor ignorándolos en las últimas votaciones que se han dado en los diferentes Estados (el abstencionismo ganó) y sin duda en esta próxima contienda para diputados federales será notoria la indolencia del pueblo para emitir el sufragio... ¿por qué? porque simple y sencillamente los diputados y senadores son en parte centuriones que sólo le ayudan al César a seguir martillando los clavos en la CRUZ de los verdaderos empresarios, profesionistas, campesinos, estudiantes, obreros y amas de casa y porque los últimos H. H. Congresos de la Unión no representan al pueblo, sino a sus intereses particulares a los del presidente en turno o en el peor de los males, obediencia ciega a su Tótem (partido) y sólo son unas CUENTAS más del ROSARIO que tiene y lleva a cuestas, pagando un cúmulo de culpas ajenas el pueblo de México.
****QUÉ PENA****
Por años en la antigua carretera Torreón-San Pedro a la altura de Francisco I. Madero (Chávez) era un orgullo ver los hermosos álamos que a la vera del camino se erguían como monumento a la naturaleza.Vino la autopista y les dieron una tunda, pero seguían tercos y aún existen algunos. Qué pena que mientras las pipas del municipio de Madero, el presidente municipal José L. Marrufo las use para regar palmas en un motel de su propiedad, estos rugosos y milenarios álamos se sequen. -Qué pena-.
*Anfisbena.- Animal en forma de serpiente con dos cabezas y puede morder con las dos. del El Zoo de J.Borges ... Correo,e; linga___1031@hotmail.com