EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El contexto urbano delimitado por los automóviles y el rápido andar de la vida cotidiana, quedará de manifiesto en la exposición de grabados que presenta esta noche Gustavo Montes.
El creador que se ha ganado un buen lugar en las artes visuales de la Comarca Lagunera, expone Alusión a la Ilusión, colección que se inaugura a las 20:30 horas, en el Centro de las Artes del Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult) Laguna.
Según explica en entrevista, la muestra se compone de 12 grabados, los cuales fueron realizados en el taller de gráfica El Chanate, representativo del Icocult y al que asiste con regularidad.
“La temática es lo urbano, mi trabajo siempre se ha relacionado con el contexto y ahora lo que hago es una reflexión sobre la ciudad; cómo vamos perdiendo la escala de la ciudad con respecto a los edificios y a nosotros mismos”.
Porque, en su opinión, el recorrido diario se ha modificado en función de los automóviles: “Las vías son cada vez más dirigidas a los autos que a los peatones, y cada vez es más complejo transitar sobre ellas, uno de estos casos es el bulevar Independencia con la modificación que sufre actualmente, a nosotros como peatones nos va a costar un esfuerzo enorme el cruzarlo, y qué va a suceder, que van a tener que crear puentes peatonales”.
Estas alteraciones son las que obligaron al artista a mirar su entorno y reflexionar, cómo es que el ser humano tiene que trazar su vida con respecto a las máquinas, en vez de que todo gire en torno a él.
“Yo creo que debemos plantearnos la ciudad desde el punto de vista del que camina sobre ella”. Esta exposición es una invitación para que el lagunero se fije en su entorno, se dé cuenta qué es lo que pasa a su alrededor y decida cuál camino es el que quiere seguir.
El espacio y la técnica
Además de abordar una reflexión sobre el entorno, los grabados que presenta Gustavo Montes hacen un análisis sobre el espacio en el que se presentan: La galería del Icocult Laguna.
“Yo trabajo mucho con el lugar en el que voy a exponer. El Icocult tiene una galería pequeña, entonces utilizo unos grabados pequeños que de alguna manera explican el proceso que siguieron y nos adentran en la técnica”.
Y también habla sobre El Chanate, taller en el que trabaja desde hace casi dos años en el Icocult y que se ha consolidado como uno de los semilleros de nuevas propuestas en la región, así como punto de encuentro de los artistas locales.
“Es cierto que el Icocult tiene un plan definido de trabajo, pero el taller de grabado es quizá el más grande y real, porque creo que la programación está un un poco limitado por Saltillo, entonces El Chanate es el único proyecto lagunero”.
No es nuevo el hecho de que Montes incursione en el grabado, pues a lo largo de su trayectoria profesional ha presentado obra gráfica a la par de la plástica. Aunque en esta ocasión si es un trabajo específicamente gráfico, con una temática y una técnica bien definidas.
“En este trabajo no es esencial el grabado técnicamente, es más esencial esta forma de velación, de aparición que pueda tener el grabado mismo y que se pueda registrar en la placa”.
Los grabados que presenta Montes son impresiones en placas de cobre, expuestas al paso de los vehículos en algunas calles de la ciudad: “Este paso de las calles me dio un registro sobre la placa, una incisión o desgarre, que representa el desgaste que va teniendo la ciudad al paso de nosotros”.
Quien visite Alusión a la Ilusión se va a encontrar con una “fractura” de la ciudad, que probablemente cause mucha polémica, porque no es una propuesta inmediata a la realidad, pero que a final de cuentas es una expresión más del movimiento artístico que se gesta en esta región.
Punto de encuentro
Gustavo Montes considera que el taller de grabado El Chanate se ha ganado un lugar destacado en las creaciones visuales de la región.
“El proyecto del taller de grabado siento que es el más fuerte del Icocult, y creo que es un punto de encuentro de planteamientos, de reflexión, de proyectos, y de despunte para poder realizar trabajos personales”.
El espacio, agrega, ha sido aprovechado como “un momento en donde uno confluye para cuestionar, para plantear y para encontrarse, y creo que este es el valor más importante”.
Para Montes es importante el concepto, la idea o el planteamiento dentro del proceso creativo, por ello cree que El Chanate complementa muy bien con el desarrollo de la técnica.
“Lo importante es que es un lugar de encuentros y de cuestionamientos, de plantearse la realidad local dentro del proceso de las artes visuales, es este lugar de encuentros que hacía falta en la Comarca Lagunera”.
DIFÍCIL DE ENTENDER
Gustavo Montes está conciente de que sus grabados pueden no gustarle al público lagunero, pero es algo que no le crea conflicto.
-“No es una forma fácil de poder entender un proceso creativo, sería fácil hacer algo más inmediato a mi realidad, del que se pueda decir ‘qué bonita la sombra’ o ‘qué bien retrató los cuatro ladrillos de la vivienda’, pero yo quería llegar a esa realidad a la que no estamos acostumbrados a llegar”.
-“No quiero prejuiciarme de que no va a gustar, pero la experiencia me ha llevado a plantearme esto, que a lo mejor no va a gustar. Pero no importa, porque lo elemental creo que es qué planteamiento tengas de la realidad inmediata, del contexto y del medio físico donde vives. Todavía hay gente que llega a querer ver pinturas que hacía hace 16 o 17 años, pero ya es un camino diferente”.
-“Yo creo que hay que ver las obras, no sólo las mías, sino las de todo mundo, con los ojos. Porque la mirada siempre ha tenido una parte importante en el trabajo artístico. Pienso que habría que abrir otras partes de nosotros, como los ojos y la parte sensitiva del cerebro, la parte analítica, para crear una conjunción entre lo sensitivo y lo racional, y así encontrar algo si realmente lo hay, porque a final de cuentas, cada quien debe hacerse el planteamiento sobre el objeto, no el artista”.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón