Un conflicto de orden moral y un desorden de ético es el que en la actualidad ha caído el sistema de educación en México, donde el progreso ha sido el gran negocio y el desarrollo cultural del pueblo se soslaya, todo un destino testamentario es el que presenta la SEP, que desde inmemoriales tiempos se sigue postergando para el país. El hoyo por el que atraviesa nuestra educación es profundo y sus dimensiones son incalculables, está más allá de programas inconclusos, fusilados de otras naciones y comprados para su aplicación en los escolapios con el fracaso total, el problema parece estar enrraizado en los viejos vicios. Por principio de cuentas los altos y medios mandos con que cuenta la SEP a nivel nacional, no están ocupados por personal eximio y que por méritos propios llegue, la mayoría son impuestos por el SNTE y la otra parte por motivos políticos que para el caso es lo mismo: es ahí donde la educación es maniatada y hasta en retroceso. Se educa por y para los intereses de la SEP y la prueba es que la propuesta del actual titular de la SEP, Reyes Támez ,aún no encuentra el común denominador que pueda cuando menos enderezar el sistema.
Para desgracia del país, la educación se maneja políticamente, desde el presupuesto destinado a ésta, hasta los mismos puestos de funcionarios, para ejemplo un botón de nuestra basta mercería: Ramón de La Fuente, rector de la UNAM, antes el encargado del Sector Salud a nivel nacional y de un plumazo y sin méritos pedagógicos o siquiera con currículum como profesor lo acomodan de rector. Estamos hablando de la que se dice la máxima casa de estudios a nivel nacional ¿como estarán las demás universidades en los estados? Sin duda la SEP sigue siendo un hermoso y bien dotado botín y más en la actualidad con un presupuesto como nunca y con dinero que nunca aterriza en programas o beneficios para el educando y los buenos educadores, la mayor tajada se queda en el aparato burocrático y perdido entre la demagogia.
En el fracaso educacional influyen también las triviales cifras y aunque para medir el rendimiento de la educación en México no se necesita ser un ducho en nada, sólo ver el panorama nacional y nos dice a grosso modo que de cada cien alumnos que ingresan a la primaria, sólo seis terminarán una carrera universitaria, nueve una profesión técnica y 12 la preparatoria ¿para preocuparse no?
Un punto y pregunta importante es ¿para quién estamos educando?, ¿para seguir siendo un país maquilador? ¿para ser simples lacayos del imperialismo? o quizá sólo sea una educación conductista, donde son las mismas autoridades quienes dicen qué carrera escoger, por ser novedad en su momento y sin tener un futuro, no sólo para el profesionista sino para el país mismo. El ejemplo tangible que estamos viviendo, es un panorama aterrador para miles de jóvenes y no tan jóvenes que escogieron “equis” carrera profesional y al terminar se enfrentan con el desempleo y lo utópico en un país como el nuestro en grandes y graves rezagos en TODO: desde alimentación hasta crisis de orden moral, sobran profesionistas, abogados, doctores, contadores, ingenieros, licenciados, profesores, técnicos, veterinarios, agrónomos entre otros jóvenes que deambulan con carpetas bajo el brazo buscando empleo “en lo que sea”, y ante esto las autoridades de la SEP se cruzan de brazos, mientras en las universidades privadas sólo una bolsa de trabajo y como su intelecto no ve más allá que mantenerse en los puestos de rectores, vicerrectores, coordinadores, aviadores inclusive, lo por añadidura demuestra lo poco o nada que les puede interesar el destino de sus egresados.
En la Región Lagunera la SEP en manos de exlíderes del SNTE que el escalafón se lo pasaron por el arco de su dialéctica y a nivel Estatal la nueva secretaria María de los Ángeles Errísuriz llegó de rebote, porque el anterior Humberto Moreira se fue de presidente municipal de Saltillo , simples trapecistas con intereses materialistas más que sociales, es decir la política se antepone a los verdaderos preceptos de la educación, de ahí el sofisma de los gobernantes hacia el pueblo. El desacato y desbalago que se hace con la educación es obvio, el compromiso de las autoridades lo hacen con su partido y parientes y evaden la gran responsabilidad que es, no sólo educar para progresar, sino para elevar el nivel económico y cultural en la sociedad que es quién paga. Debido a la apatía de la SEP y aprovechando el desorden en todos los aspectos a nivel educacional las escuelas particulares y piratas nacen a pasto, en parte porque las publicas están casi igual de caras que las privadas.
La educación en México no requiere de demagogia, ni libritos y guías para los padres o acuerdos entre líderes charros, la actual escuela y educación de México necesita de hombres comprometidos con el pueblo , maestros que quieran a su nación, funcionarios con alto patriotismo y lo más difícil desterrar a tanto líder y buscachambas impuestos, donde sus actos son medidos por el salario, el puesto que ocupan y implícita esta su misma estupidez que no les alcanza para ver la desazón, el desbalago y extravío que en educación estamos inmersos. Correo e-linga___1031@hotmail.com