La obra de Laura Velázquez tuvo buena acogida entre los jarochos
TORREÓN, COAH.- Sus rostros indígenas, su arte experimental y algunos de sus grabados llegaron hasta tierras jarochas, para presentarse en las galerías de una construcción que data del Siglo XVII.
La artista lagunera Laura Velázquez tuvo su primera exposición individual fuera de Torreón, al presentar sus trabajos el pasado 11 de abril, en el Café Taranto de Córdoba, Veracruz.
En entrevista, la joven creadora señaló que llevó 24 obras en las técnicas del pastel, el grabado y el arte experimental. De las cuales se vendieron nueve en la ceremonia inaugural, lo que habla de la buena acogida que tuvo la exposición que permanecerá hasta finales de este mes.
Desde que inició el Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult) en La Laguna, Laura asiste a los cursos de artes visuales que ahí se ofrecen. Actualmente es miembro del taller de arte experimental, que dirige Ionne Villarreal.
Como todo artista sigue una línea, Laura Velázquez estuvo durante un tiempo enfocada hacia las raíces indígenas del norte del país, los tarahumaras. Muchos de sus pasteles retratan pasajes de la vida cotidiana de estos grupos: Las “Marías” con sus hijos en el rebozo; las líneas de expresión en las abuelas; pero, sobre todo, las miradas.
“Me gusta pintar ojos porque creo que ahorita estoy enfocada en ver el interior de las personas”, afirma. Es a través de esas miradas que expresa lo que ella misma trae dentro.
En cuanto a los grabados, Laura llevó a Córdoba algunos de los que ha realizado en el taller de gráfica El Chanate, que también forma parte del Icocult; y otros que realizó con el maestro Alonso Licerio en el taller de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, que éste imparte en esa institución.
Cabe destacar que, en la región ha presentado más de 15 exposiciones colectivas, algunas de ellas junto a la clase de Ionne Villarreal, como La Libertad tiene Alas de Papel, la instalación de los Irritilas, entre otras.
Según explica, el Café Taranto ocupa un inmueble que fue construido en el Siglo XVII, el cual se ha convertido en toda una tradición en la ciudad jarocha.
“Allá se usan mucho los cafés como galerías, y el Taranto es uno de los más reconocidos; cuenta con una buena iluminación para que las obras luzcan a su máxima expresión, y además con tres salas: una de grabados, otra de arte experimental y una de técnica libre”. Laura llevó obra para cada una de estas salas.
La invitación para que la artista visual llevara su creación a territorio veracruzano surgió hace dos años, ya que cuenta con algunos contactos que al conocer su trabajo, quisieron darlo a conocer por allá.
“La gente de Córdoba, y yo creo que de todo Veracruz, está muy deseosa de ver la obra de artistas de fuera, por eso cuando se presentan exposiciones tienen muy buena respuesta”. El caso de Laura no fue la excepción, y hasta la prensa local publicó algunas reseñas de la muestra.
Con respecto al arte experimental, en el que Laura está concentrada actualmente, presentó algunos trabajos en los que las escaleras predominan: “Quiero plasmar la elevación, el hecho de que cada paso te da una perspectiva diferente de la vida”.
Parece ser que ésa es la siguiente línea a seguir por parte de la creadora: las subidas y bajadas del diario acontecer.
Y ya tiene una invitación para presentar una exposición en Jalapa, Veracruz, una ciudad con una enorme tradición cultural, a la que considera como una prueba de fuego.
Un trabajo profesional, con una propuesta fresca y de libre expresión, al que hay que seguir de cerca. Lo mismo que al resto de los alumnos del taller de arte experimental del Icocult Laguna, cuyas creaciones están dando mucho de qué hablar.