YOLANDA RÍOS RODRÍGUEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- “La vida no vale nada”. Esta popular melodía le fue interpretada ayer con dedicatoria a Guillermo Anaya en el marco del Miércoles Ciudadano que se desarrolló en una cancha deportiva de la colonia Aviación.
Pero esta canción, entonada por el chofer Daniel Zamarripa a eso de las doce horas, no fue para alegrarle el día al Alcalde, ni para despertarle su espíritu bohemio, sino que estrofa tras estrofa, era una plegaria de los trabajadores del volante de la Ruta Centro para que los dejen trabajar sin más hostigamientos y que la autoridad los libere del cacicazgo de los líderes José Luis Reveles y Antonio Hernández Castro.
“Y es que el Alcalde no nos recibe, una y otra vez le hemos pedido audiencia y no nos hace caso, por eso escogimos este medio y nos hicimos acompañar de este guitarrista para traerle una serenata diurna al señor Presidente”, dijeron Juan García y Jesús Martell, este último representante de los ruleteros Cinco de Mayo.
Eran alrededor de 20 choferes colocados en uno de los extremos de la mesa donde atendía Guillermo Anaya a los ciudadanos, tranquilamente llegaron y uno de ellos, muy acicalado y con sombrero, empezó a cantar; en el otro extremo, los representantes de las organizaciones fuertes del sistema de radio taxis de la ciudad, esperaban también audiencia con el Presidente.
La singular canción acompañada de un guitarrista de barrio, llamó la atención de todos los asistentes, más aún porque el mensaje era claro: "Guillermo Anaya, ¿por qué nos tienes así?, no queremos sindicato, queremos una respuesta, la vida no vale nada, no vale ni 2.50, yo aquí me quedo paisanos, me quedo en la Ruta Centro”, luego aplausos por la interpretación creativa y directa.
El acto inusual alertó a los elementos policíacos vestidos de negro como cuando asisten a operativos especiales, de inmediato rodearon la mesa del Alcalde en forma exagerada y con la expresión de Arnold Swarzenegger en la película “Terminator”; diez minutos después otros policías, de los robustos vestidos de azul, llegaron a bordo de una camioneta, “nomás porque nos pidieron que hiciéramos presencia”, según se justificaron.
La acusación del taxista Jesús Martell fue directa contra “Huicho” y Antonio Hernández, “los dos caciques nos quieren quitar el trabajo que hemos tenido por más de 20 años en la Ruta Centro, ya que para seguir perteneciendo a este gremio, necesitamos pagar 500 pesos para afiliarnos al sindicato de ellos aunque nos habían corrido porque les reclamamos las cuotas superiores a los 50 pesos que nos aplican cada semana”.
Todos los choferes se desesperaban por dar su opinión, por señalar a “quienes se han dedicado a explotarnos y a consecuencia de lo cual tienen ahora mejores casas, mejores automóviles, ostentan joyas y sobre todo, mediante prestanombres, son dueños de por lo menos 30 concesiones”.
Aseguran que las autoridades municipales los apoyan, pues Alfonso Tafoya y la regidora, Mayela Ramírez, se reúnen en las oficinas de José Luis Reveles.
Se quejan de que con el uso del taxímetro, sacan poco para comer y con las cuotas que les aplican los líderes, mucho menos obtendrán lo mínimo para vivir.
Demandaron ayer garantías a las autoridades para que los dejen trabajar y en forma libre, sin los cacicazgos de siempre, que aseguraron, han causado muchos problemas a los auténticos trabajadores del volante.
Los choferes fueron escuchados por la regidora, Mayela Ramírez, quien les dio audiencia para atenderlos a principios de la semana entrante.