La piel debe tratarse desde la adolescencia
SUN-AEE
MÉXICO, D. F.- Lucir un rostro limpio y con una apariencia juvenil, no implica un lujo, ni un milagro, en caso de los hombres y mujeres maduras, es la consecuencia de cuidar la piel como hábito cotidiano. Conocer el tipo de piel y seguir una rutina adecuada es la clave para conservarse siempre con un cutis sano, joven y fresco.
La doctora Beatriz Larios, especialista en dermatología, asegura que la piel se debe tratar desde la adolescencia. “Lo primero que hay que hacer es acudir con un especialista, dermatólogo, comiatra o cosmetólogo, para conocer cómo se debe de tratar una piel en particular. Todas son diferentes, presentan distintos problemas y requieren un tratamiento individualizado. Desconocer el tipo de cutis puede ser un obstáculo importante en los cuidados diarios.
Cuidados según las necesidades
Existen rutinas específicas comunes a todo tipo de pieles que jamás deben pasarse por alto: limpieza, hidratación y nutrición. Pero para mantener un cutis radiante, joven, sin arrugas ni flacidez, conviene saber que las necesidades de la epidermis varían según la edad; la cosmiatra Carmen Reyes, directora de la Clínica Eterna, recomienda una rutina de limpieza que debe empezar desde los 13 o 14 años de edad.
De 15 a 20: Si no se presentan problemas graves de acné, lo indicado es que los jóvenes a los 15 o 16 años inicien sus limpiezas faciales. El tratamiento es muy sencillo: una limpieza hecha con cremas para cutis joven, extracciones con ultrasonido facial y finalmente un tratamiento humectante a base de gel. Este tratamiento se debe hacer cada dos o tres meses, y limpiarse la cara dos veces al día, mañana y noche, con un gel y posteriormente aplicarse una crema humectante.
De 25 a 35: A esta edad se empiezan a usar productos a base de nutrientes, mascarillas tensoras y reafirmantes. En casa la rutina sería la limpieza facial, una crema humectante y una crema con ácido hialurónico, que es el cemento que sostiene las fibras de colágeno.
“Las cremas a base de colágeno y vitamina C después de los 30, resultan ideales para reanimar las células y proteger su vitalidad; reducen las arrugas y líneas de expresión, aclaran el cutis, hacen un efecto tensor instantáneo, protegen contra los radicales libres e hidratan intensamente los tejidos.”
De 35 a 45: Con el paso del tiempo la piel se vuelve más exigente, para conservar un cutis hidratado y limpio hay que elegir los productos adecuados a base de algas marinas, aceites vegetales, colágeno, ácido hialurónico, vitamina A, C y E.
En el mercado existen infinidad de marcas (siempre hay que escoger la adecuada al tipo de piel y al presupuesto) que ayudan a recuperar la suavidad, tersura y firmeza.
Una mascarilla a base de fitohormonas de lirio es un cóctel energético que fortalece la piel, la revitaliza y combate el envejecimiento cutáneo debido a su acción compensadora de déficit hormonal.
De 45 en adelante: Para retrasar la cirugía en la actualidad hay un tratamiento hecho a base de vitamina A pura y ácido alfahidróxido, el cual consiste en cuatro pasos esenciales: fase desintoxicante, anti-arrugas, reestructurarte y revitalizante.
El tratamiento se hace en cabina y se refuerza en casa con una crema hidratante. En 28 días se consigue que la piel tenga una apariencia más joven rellenado las arrugas, alisando los rasgos faciales y remodelando el óvalo del rostro.