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México, DF.- El sector privado insistió en la necesidad de una reforma hacendaria que garantice recursos en el mediano y largo plazo, toda vez que los resultados de la deuda del sector público en el ejercicio fiscal del 2002 reflejan aún la debilidad de los ingresos.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) sostuvo que la debilidad de las fuentes de ingresos sigue siendo una preocupación para el mediano y el largo plazo, ya que al no haber recursos suficientes se limita al sector público para cumplir con sus funciones, lo que aumenta la necesidad de incrementar la deuda externa.
A través del documento ?Acerca del comportamiento de las finanzas públicas y la deuda pública en el 2002?, el organismo recordó que en ese año el saldo de la deuda neta del sector público representó 25.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que significó un incremento de 1.8 puntos porcentuales respecto al 2001. En el caso de la deuda externa, su participación en el producto se elevó de 11.8 por ciento en el 2001 a 12.3 por ciento en el 2002, avance que se atribuye en su totalidad al efecto originado por la depreciación del tipo de cambio, ya que en términos netos el endeudamiento externo fue nulo durante el año, en línea con lo dispuesto en la Ley de Ingresos. No obstante es claro que este efecto se verá reflejado en un aumento en el costo financiero, ampliando la necesidad de recursos para cubrirlo, advirtió el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
La deuda interna, por su parte, se elevó de 11.6 por ciento a 12.9 por ciento como porcentaje del PIB en el lapso referido, lo que significó que el saldo neto total al cierre del año pasado se ubicara en 821 mil 286.6 millones de pesos. El endeudamiento interno del sector público se mantuvo dentro de lo permitido en la Ley de Ingresos, aunque consideró importante señalar que el monto de deuda permitido para el año 2002 se elevó considerablemente respecto al 2001 (60.2 por ciento).
Lo anterior permitió al sector público disponer de mayores recursos del mercado, en detrimento de la disponibilidad de financiamiento para el sector privado.
De esta manera, el CEESP sostuvo que independientemente de las operaciones no contempladas que llevaron al déficit a duplicar la meta original, los resultados continúan mostrando la debilidad estructural de las finanzas del sector público.
Sin embargo, los gastos del sector público tienen cada vez menos posibilidades de reducirse, en función de que en elevado porcentaje de los recursos asignados cada año están comprometidos, reduciéndose el margen de acción de las autoridades hacendarias en esta materia.
Recordó que la debilidad de las fuentes de ingresos obligó al sector público a recurrir en mayor medida al endeudamiento interno, toda vez que la Ley de Ingresos estipula un nulo incremento en la deuda externa neta. Sin embargo, esto limita considerablemente el financiamiento para el sector privado, convirtiéndose en un obstáculo para la inversión productiva, por lo que dijo que es evidente la necesidad de una reforma hacendaria que garantice recursos en el mediano plazo.