Especialistas en la materia se reunieron en Guadalajara
SUN-AEE
GUADALAJARA, JAL.- Las nuevas tecnologías de información redefinen el papel de las bibliotecas públicas. A su función milenaria de ser centros del saber, en el siglo XXI suman nuevos retos como acercar al usuario a los contenidos que se producen en formatos digitales y consolidar esa añeja tarea de formar lectores autónomos y críticos.
Pensar el papel de estos espacios fue el motivo del Encuentro Internacional de Bibliotecas, que se celebró en el Centro Cultural Los Mangos de esta ciudad, a donde llegaron especialistas de Iberoamérica y un grupo de alrededor de 100 bibliotecarios de todo el país.
El evento, organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el gobierno de Jalisco y otras instituciones, puso en la mesa de discusión temas como la modernización de estos centros del saber, el uso de redes para ampliar los horizontes de la biblioteca, la atención bibliotecaria a comunidades marginadas y la arquitectura de estos espacios.
Coincidió el encuentro con la celebración de los 20 años de la Red Nacional de Bibliotecas del país, que suma seis mil 307, y que según se propone la administración actual, serán siete mil 200 en 2006. Otra meta para ese año, según dijo Jorge von Ziegler, director de Bibliotecas del Conaculta, es que 32 por ciento de las bibliotecas públicas del país estén integradas en una red y cuenten con sistematización.
Al hablar del proyecto de la Biblioteca de México José Vasconcelos, Von Ziegler reiteró que ésta no será una “megabiblioteca”. Será un edificio de 35 mil metros cuadrados que, en comparación con las de Francia (300 mil) y Alejandría (80 mil), “es inferior”. El funcionario agregó que prestará servicio a 13 millones de personas en la zona norte del Distrito Federal.
El Encuentro Internacional dejó ver otros programas bibliotecarios como Probigua, de Guatemala, que sin ayuda del gobierno ha generado 23 bibliotecas en 13 años. Otro ejemplo es el de Bogotá, donde el Banco de la República creó tres bibliotecas en los últimos años, a las cuales llegan siete mil usuarios al día. Construirlas costó cinco millones de dólares; en contraste, la de México costará 100 millones de dólares.
El colombiano Luis Roberto Téllez dice no ser partidario, en lo personal, de grandes bibliotecas porque las pequeñas permiten una mejor relación con los usuarios. Asegura que “las grandes bibliotecas se vuelven elefantes blancos y traen varios problemas: cómo llenas un edificio tan grande, cómo llegas a él y, por último, con cuánto lo mantienes”.
La biblioteca ya no se entiende como un simple espacio físico.
La española María Jesús López-Manzanedo, es de la opinión de que, sin perder su protagonismo como espacio, estos centros de conocimiento deben convertirse en bibliotecas híbridas, vehículos de comunicación y conocimiento, y ventanas al mundo virtual.
Directora de Bibliotecas Públicas de la Comunidad de Madrid, López-Manzanedo presentó un panorama de la biblioteca pública en su país, las condiciones de éstas en la capital española, y recalcó la necesidad de modernización.
El bibliotecario, opina la especialista, es reticente al cambio, sobre todo al estar acostumbrado a la convivencia con “nuestros queridos libros”, sin embargo su misión crece y no necesariamente debe estar atada a un soporte único.
Para esta bibliotecaria, hoy “vivimos en un tiempo parecido al de la invención de la imprenta con transformación científica, innovación tecnológica, volumen ingente de información de todo tipo, nuevas audiencias, nuevas exigencias y la biblioteca tiene que volver a cambiar”.
En España, las bibliotecas públicas operan coordinadas por las regiones autónomas. En el país existen 4009, que son los espacios culturales con mayor número de visitas: 60 millones en el 2002, aunque por otra parte ocho de cada diez españoles siguen sin ser usuarios de estos espacios. Para ampliar el servicio, porque algunos municipios no tienen biblioteca, existen en el país 66 bibliobuses, 13 de los cuales pertenecen a la comunidad de Madrid.
El 18 por ciento de las bibliotecas públicas ofrece acceso a Internet a sus usuarios, es decir, 730 centros; actualmente el gobierno prevé dotar de conexión a Internet a todas las bibliotecas públicas a través del programa “Internet en las Bibliotecas”.
Existen redes que funcionan de manera regional, y en éstas hay servicios como los del portal Travesía, dedicado a la información sobre bibliotecas; Pregunte a las Bibliotecas, que responde a toda clase de consultas, y Rebeca, una base de datos con el registro de 52 mil títulos a nivel nacional.
La existencia de redes a nivel regional, dice López-Manzanedo, ha garantizado un mejor control y una comunicación más completa con las comunidades.
Probigua es una iniciativa familiar que en 13 años ha visto nacer 13 bibliotecas públicas y diez escolares, en el territorio de Guatemala. Dotadas con una colección de dos mil libros en promedio, las bibliotecas operan sin apoyo del gobierno.
Rigoberto Zamora Charve y su esposa, Reina Interian, comenzaron en 1990 por crear un espacio de lectura ante las condiciones de pobreza de muchos habitantes de la zona de Antigua, donde los niños no tenían libros y su proceso escolar se quedaba trunco hacia el sexto año.
La biblioteca recibió primero al público infantil, pero el mensaje le fue llegando a los adultos. Además de las bibliotecas, Probigua trabaja en 350 escuelas con rincones de lectura y allí ha distribuido 66 mil libros para niños. Cuenta también con un bibliobus que dos veces por semana recorre las escuelas rurales de Antigua con un acervo de dos mil 250 títulos.
La iniciativa ha sido apoyada por alumnos extranjeros de la escuela de español que la pareja tiene en Guatemala, que es al mismo tiempo la base de financiación de Probigua. Han recibido 53 mil libros de la fundación Child Aid y 250 mil dólares en equipo de la Fundación Bill y Melinda Gates.
Esto último les permite contar con 11 centros de computación y 125 máquinas, sin embargo la instalación de redes para el servicio de Internet aún no es total.
Zamora cuenta que en Guatemala no existe un programa de bibliotecas públicas, y la más reciente iniciativa gubernamental consistió en la entrega de acervos de un poco más de diez libros a cada comunidad con la promesa de que serían abiertas dos mil 500 bibliotecas.
Probigua persigue crear una red nacional de bibliotecas públicas en el país. A futuro, se espera apoyar a los 331 municipios de Guatemala con una biblioteca pública moderna.