POR MARTÍN CHÁVEZ CHÁVEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La disputa de un terreno que sería destinado para áreas verdes, mantiene tenso el ambiente en un sector del fraccionamiento Nueva California; una dama debe firmar cada fin de semana ante la autoridad policíaca, pues estuvo presa acusada de despojo, mientras en la presidencia municipal no responden al llamado de los vecinos y la situación se complica.
El Siglo de Torreón estuvo ayer en dicha colonia –Cerrada San José y avenida Bravo--, donde se dialogó con Lilia de los Santos, una de las vecinas preocupadas por el uso que se pretende dar al terreno en disputa, sobre el cual ya se colocaron árboles y se ha convertido en punto de reunión de los menores del lugar.
Recordó que habitan el sector desde 1990 y reconoció que al principio se les dijo que en dicho espacio se construiría una sucursal de la Conasupo, pero al desaparecer esta dependencia, el terreno quedó en el olvido y se empezaron a plantar diferentes especies de árboles.
Al presentarse en la presidencia municipal para conocer la legalidad del terreno, se les informó que era un espacio destinado para áreas verdes y por ello se utiliza como tal. Los vecinos lo mantienen limpio, pues es el lugar donde juegan sus hijos tomando en cuenta lo reducido que están las casas de la mayoría de los fraccionamientos, expuso la vecina.
“Sin embargo, en el 2001 apareció una persona que según informó, compró dicha propiedad y al presentarnos en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), nos dijeron que efectivamente el lugar ya tenía dueño y el negocio de compra-venta se había realizado en Saltillo”.
Lilia de los Santos recordó que el año pasado pretendieron empezar a construir en el citado lote, pero los vecinos del sector se opusieron y hubo denuncias por el delito de despojo, interviniendo la Procuraduría de Justicia.
“Una noche en que la señora Estela Martínez estaba comprando tacos, llegaron los agentes de la policía y se la llevaron y ahora esta persona tiene que ir a firmar cada semana o cada mes, porque así se lo ordenaron las autoridades”, sostiene.
Con el fin de conservar el terreno como área verde, los vecinos pidieron la intervención de las autoridades de la Presidencia Municipal, donde se tramita un escrito que será enviado al Congreso del Estado, “pero nos traen con puras vueltas, nos dicen que sí nos van a ayudar, pero que están estudiando el impacto ambiental y la utilidad pública, pero de eso ya hace mucho tiempo y no se avanza nada”.
Existe protección política
Lilia de los Santos, igual que sus vecinas, sospecha que hay una protección política a favor del supuesto propietario, pues hubo un cambio en el uso del suelo del citado lugar y ese convenio se hizo después de que se habitaron las casas, estimó.
Al construir en dicho terreno, se crearán dos andadores reducidos, con las consecuencias de inseguri-dad que ya se observan en otros fraccionamientos con este tipo de caminos, utilizados como punto de reunión de vagos.
Las vecinas aseguraron que ya se entrevistaron con el actual Presidente Municipal y les dijo que atendería la situación, pero hasta el momento el clima sigue tenso, concluyó.
Problemas similares
La disputa de terrenos en algunos fraccionamientos de la ciudad, obliga a las autoridades municipales atender estos problemas que en cualquier momento pueden dejar consecuencias desagradables, debido a la nula supervisión de obras y respeto al Plan Director de Torreón.
En Villas de La Hacienda, un lote de siete mil 500 metros donado a la Diócesis y actualmente destinado para áreas verdes y donde ya se tienen planes para la creación de una iglesia y un centro comunitario, se pretende recuperarlo por la actual administración municipal.
En este sector, donde se oficia misa cada domingo, personal de Parques y Jardines llegó de la noche a la mañana plantando árboles por indicaciones del actual Presidente, según dijeron, haciendo caso omiso a la cesión del terreno a favor de la Diócesis. El problema se mantiene vigente.
Por su parte, un grupo de vecinos de las colonias San Felipe y Nueva California, divididos por la calle Rosarito, mantienen su preocupación porque una empresa pretende construir casas sobre esa arteria, a pesar de estar señalada en el Plan Director de Desarrollo Urbano 1999-2020, como vía pública.
Ambos casos han sido expuestos a la autoridad municipal y no han sido resueltos.