TORREÓN, COAH.- El Centro Antirrábico de la Jurisdicción Sanitaria número VI tiene serios problemas para movilizarse diariamente, dado que los dos únicos vehículos que tiene para cubrir los municipios de Torreón, Matamoros y Viesca, se encuentran en pésimas condiciones físicas.
En lo que va del año este centro tiene detectados dos casos de rabia canina y ha vacunado a más de 50 mil perros.
Eduardo Zaragoza Zoria, responsable del antirrábico, dijo que estos vehículos fueron adquiridos hace 21 años por la Jurisdicción Sanitaria número VI para este departamento.
Durante un recorrido realizado por El Siglo de Torreón, a las instalaciones de este centro que están ubicadas en la calzada México y prolongación Ocampo de la colonia Nueva California, se pudo constatar que estas unidades se encuentran en pésimas condiciones, tanto higiénicas como mecánicas.
Sin embargo, Zaragoza Zoria dijo se justificó diciendo que las unidades sí están aptas para realizar el trabajo que diariamente se tiene que realizar en esta área.
Actualmente el Centro Antirrábico cuenta con una camioneta pick up Nissan modelo 1980, la carrocería de este vehículo está incompleta porque le falta la polvera delantera, los neumáticos están viejos y deteriorados.
La otra unidad es la más moderna, es una Combi marca Volkswagen modelo 1982, en el interior de esta combi se encuentran dos asientos que están totalmente desgarrados y desprenden un fuerte olor muy desagradable.
El equipo de perifoneo de ambas unidades se encuentra todo golpeado y doblado, las carrocerías también están en malas condiciones y esto genera una mala imagen para el Sector Salud.
El descuido
Desde hace 21 años que la Jurisdicción Sanitaria número VI no adquiere vehículos para el Centro Antirrábico, aunque el responsable de esta área asegura que sí puede desempeñar su trabajo con estos vehículos, en lo que va del año ya se detectaron dos casos de rabia canina:
· El primer caso se detectó en la colonia Nueva Laguna
· A mediados de febrero se confirmó el segundo caso de rabia canina en el ejido Paso del Águila
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón