Washington, (EFE).- El plazo de 48 horas que el presidente de EEUU, George W. Bush, dio a Sadam Husein para que abandonara Iraq con su familia se cumplió a las 01.00 GMT (19:00 horas de México) del jueves, sin que el líder iraquí haya accedido a las demandas de Washington.
A partir de ahora, según dijo hoy la Casa Blanca, el régimen iraquí puede afrontar en cualquier momento las "graves consecuencias" a las que se refiere la resolución 1441 de la ONU que autoriza el uso de la fuerza contra Iraq.
Unos 130.000 soldados de EEUU y el Reino Unido avanzaron hoy desde Kuwait hacia la frontera con Irak y tomaron posiciones en previsión de que Bush ordene una ofensiva.
La Casa Blanca reiteró hoy que el ultimátum a Sadam Husein seguía en pie, pero eludió pronunciarse respecto a si lanzará el ataque contra Irak de manera inmediata.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, afirmó que no va a hacer "predicciones" porque, dijo "ya lo verán".
No obstante, la Casa Blanca pidió a los estadounidenses que estuvieran preparados para la guerra.
En unas breves declaraciones, Fleischer dijo que el pueblo y el Congreso de EEUU deben prepararse para una guerra y ser conscientes "de la importancia de desarmar a Sadam Husein".
"Al borde de la guerra con Irak, los estadounidenses tienen que estar preparados para una contienda que confiamos que sea tan precisa y corta como sea posible", añadió Fleischer.
No obstante, la Casa Blanca subrayó que puede haber imponderables que podrían alargar el conflicto más de lo previsto por lo que "los ciudadanos -dijo- tienen que estar preparados para la pérdida de vidas".
Por otra parte, el presidente Bush ya cumplió el martes con el requisito de notificar al Congreso que los medios diplomáticos y pacíficos para desarmar a Irak no han dado resultados y no protegen "adecuadamente la seguridad nacional de Estados Unidos".
Al hilo de todas estas acciones, la Casa Blanca informó de que Bush se reunió hoy con su gabinete de guerra para analizar los últimos acontecimientos relacionados con la crisis de Iraq.
El Gabinete está integrado por el vicepresidente Richard Cheney, así como por los secretarios de Defensa y de Estado, Donald Rumsfeld y Colin Powell, además de por la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice.
La reunión de hoy, según se informó, tuvo hoy una "especial importancia", dado que se celebró doce horas antes de que se cumpliera el ultimátum.