Arnold Schwarzennegger arrasó en las elecciones de California para convertirse en el héroe de los republicanos y en su nuevo símbolo político a nivel nacional.
Los resultados electorales revelan que las encuestas se quedaron cortas en sus pronósticos, el inmigrante austríaco obtuvo el 49 por ciento de la votación, muy por encima del 32 por ciento de Cruz Bustamante y por encima también de los sufragios alcanzados por Gray Davis en las elecciones del 2002.
Son muchas las lecturas que se han realizado en torno a estas dramáticas elecciones del estado más rico de la Unión Americana y todas coinciden en dos realidades.
La primera se refiere a que los electores están hartos de los políticos tradicionales, desean ver caras frescas, ciudadanos exitosos en otros sectores que traigan nuevas ideas y fórmulas a la arena política.
Schwarzenegger reúne tales condiciones, un austríaco que llegó a California a los 21 años con 20 dólares en la bolsa y que triunfó como universitario, fisiculturista, en el mundo de los negocios y en la industria del cine al llegar a la cumbre como el gran héroe de acción.
El gobernador electo estudió la licenciatura de negocios en la Universidad de Wisconsin y compaginó su carrera de actor con la de empresario del sector inmobiliario en donde comenzó su fortuna.
Hace 17 años se casó con la periodista María Shriver Kennedy con quien procreó cuatro hijos y quien lo impulsó a incursionar en el mundo de la política y la alta sociedad. Se confirma aquí lo dicho por nuestro amigo sonorense Alejo Bay en el sentido de que desde que se inventó la televisión las elecciones son ganadas por políticos bien parecidos y en esta caso su guapa esposa contribuyó sobradamente a la causa.
Lamentablemente Cruz Bustamante, un latino agradable pero gordito y calvo, semeja más un buen vendedor de autos o a un gerente de restaurante que un exitoso gobernador.
Schwarzenegger ha recibido varios doctorados honoris causa, entre ellos el de la Universidad Imadec de Viena que en 1996 lo reconoció por sus “logros de vida”.
La historia exitosa de Arnold combinada con su millonaria y audaz estrategia de campaña le valieron apoderarse de la mente de los electores. Sin olvidar desde luego la deteriorada imagen de Gray Davis, quien en los últimos meses no cortó una madura.
La segunda realidad tiene que ver con las ideas del austríaco que vienen a confirmar que Estados Unidos vive una ola ideológica conservadora que incluye a California, una entidad tradicionalmente liberal y apegada al partido demócrata.
Schwarzenegger fue colaborador del ex gobernador Pete Wilson y está formado en los círculos empresariales del mundo republicano en donde la principal preocupación son las empresas privadas y el desarrollo de la economía.
Con la llegada de George W. Bush a la Presidencia de Estados Unidos se inició este proceso que avanza con fuerza y que en California demostró su fortaleza al destituir a Davis por su ineptitud en el manejo de la economía y la administracón pública.
Es una corriente similar a la ocurrida en los principios de los ochenta cuando Ronald Reagan llegó al poder y junto con él arribaron a la política internacional líderes de la derecha de la talla de Margaret Thatcher, Mijail Gorbachov y Helmut Kohl.
Incluso personajes de izquierda como el francés Francois Mitterrand y el español Felipe González dieron giros sorprendentes hacia la llamada derecha en materia social, económica y política.
Arnold llegará al poder en este ambiente cargado de esperanzas pero a la vez de enorme incertidumbre por los tremendos problemas económicos y sociales que habrá de enfrentar.
El nuevo gobernante se topará con una sociedad californiana cargada de beneficios de salud, sociales y educativos que seguramente serán recortados por su administración.
Los conflictos sociales estarán a la orden del día, de hecho ya iniciaron con huelgas como la de 70 mil trabajadores en tres cadenas de supermercados que protestan por el recorte de su seguro médico.
Pero en síntesis, ¿cuáles serán para los latinos y en general para los inmigrantes la mejor y la peor oferta del naciente gobierno?
En materia de impuestos Schwarzenegger ha sido muy claro. Afirma que California tiene las más altas tasas impositivas y que no permitirá que los políticos de Sacramento subsidien las ineficiencias del gobierno con más impuestos.
Una de sus principales promesas de campaña fue reducir el impuesto a la tenencia de autos que durante la gestión de Davis se triplicó. Somos un estado sobrefiscalizado, sostuvo el austríaco en una ocasión.
Lo negativo es evidentemente su postura clara y firme en contra de todo lo que huela a indocumentado. “Estoy a favor de los inmigrantes porque han hecho grandes contribuciones y yo soy uno de ellos, pero no puedo apoyar a quienes ilegalmente se encuentran en este estado o país”.
Una de sus primeras acciones como gobernante será vetar la ley que Davis aprobó en semanas anteriores para permitir la licencias para conducir a dos millones de inmigrantes indocumentados. Schwarzenegger opina que no es correcto ofrecer un documento legal a quienes no están documentados y a quienes no pagan impuestos.
Sobre inmigración señala que deben reforzarse los controles en la frontera mexicana para impedir que traficantes humanos y contrabandistas exploten a los migrantes. Y ratifica firmemente su apoyo a la Proposición 187 que reduce los apoyos públicos a ilegales por “simple justicia”. Los californianos no podemos cargar con esos costos por fallas del Gobierno Federal en el control de las fronteras, sostiene Schwarzenegger.
Así las cosas, ya veremos hasta donde llega el nuevo héroe político de los Estados Unidos.
n Licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana con Maestría en Administración de Empresas en la Universidad Estatal de San Diego. Comentarios a josahealy@hotmail.com