BERLIN, (Reuters).- Psicólogos dijeron que ver la cobertura continua de la guerra contra Iraq en televisión podría perjudicar la salud física y mental de algunas personas, causando estrés, insomnio, dolores de estómago y sentimientos de culpa en algunos casos.
La cobertura de la guerra en Iraq ha sido la más extensa y vívida de cualquier conflicto bélico. Periodistas que acompañan a las tropas han ofrecido reportajes en vivo desde varias ciudades iraquíes.
Michael Nuccitelli, psicólogo y director de la SLS Health, una clínica en Brewster, Nueva York, dijo que la cobertura de la guerra era tan adictiva como un programa deportivo. "Estamos recibiendo información de un golpe tras otro, es casi como ver un partido de fútbol. El espectador quiere seguir mirando. Eso aumenta las imágenes visuales y es lógico que provoque estrés y ansiedad".
Patricia Saunders, psicóloga y directora del Centro de Salud Mental de Manhattan, dijo que mucha gente no está consciente de que su grado de estrés está aumentando. "Nuestro cuerpo también expresa emociones. La gente padece más dolores de cabeza, de estómago. Creo que hay un aumento de infecciones menores el estrés suprime el sistema inmunitario".
Friedhelm Lamprecht, director de psicoterapia y psicosomática en la Escuela de Medicina de Hanover recomendó que los niños menores de siete años no vieran nada relacionado con la guerra y que los menores de 14 años no deben ver la cobertura del conflicto sin la supervisión de adultos, quienes deben averiguar lo que piensan sobre el problema y brindarles seguridad.
Rita El-Khayat, especialista en psicología infantil en Casablanca, Marruecos, dijo
"Los adultos tienen miedo y eso es muy amedrentador para un niño, porque se supone que los adultos sean sus protectores".
Ella cree que las imágenes de televisión pueden provocar o reforzar sentimientos antioccidentales y antiestadounidenses. "Lo que la gente en Estados Unidos no comprende es que esta guerra está creando una generación de posibles terroristas".
Algunos de los expertos en salud mental creen que las imágenes de guerra podrían estimular los instintos violentos del ser humano o provocar una creciente ambivalencia hacia el sufrimiento ajeno.
Los expertos coinciden en el consejo para contrarrestar el estrés provocado por la guerra: deje de ver la televisión. La gente necesita limitar su exposición a los medios, especialmente a la televisión. Basta con que se mire (la TV) un par de veces al día.