Con cuarenta minutos de atraso que fueron llenados con música de la Camerata y la voz de una soprano, el gobernador Enrique Martínez llegó a presidir la ceremonia de toma de posesión del alcalde Guillermo Anaya, que se llevó a cabo en el auditorio de la Ciudad Universitaria el pasado miércoles. El recinto estuvo lleno y al parecer sin acarreados, pues a pesar de que en el estacionamiento había más de cuarenta camiones de diferente rutas urbanas, el flamante director de relaciones con la comunidad, Fernando Gutiérrez comentó a uno de nuestros sub agentes, que vestidos de riguroso blanco y azul deambulaban por el lugar: “no hay acarreados; si quieres pásale para que veas que aquí no hay gente pobre”. Y efectivamente en el salón no se veía mucho “pueblo”, mientras que un grupo de habitantes de varias colonias populares con pancartas a favor de Anaya se quedaron afuera porque a lo mejor ya no cupieron.—Al iniciarse la ceremonia se habilitó al primer regidor, Rene Nahle como secretario, para que levantara el acta de la reunión y fungiera como maestro de ceremonias. Acto seguido, Guillermo Anaya subió al pódium y extendiendo la mano rindió la protesta de rigor, tomándola luego a los integrantes de su cabildo. Después se hizo de un micrófono y se aventó un largo discurso en el cual se comprometió entre otras cosas ha atender los problemas de inseguridad, promover el empleo, dar solución a la carencia de servicios básicos y ofreció al Gobe su mano para trabajar en forma conjunta por el municipio. Como el discurso estuvo largote, lo inició nombrando a los invitados especiales, entre los que estaban el Lic. Juan Antonio Villa y el senador Jorge Zermeño Infante; este último se vio en la necesidad de levantarse y agradecer los aplausos que le brindaron los asistentes, porque fue el único de todos los nombrados al que aplaudieron. El Gobernador contestó al Alcalde ofreciendo colaboración y trato armónico en beneficio de todos los laguneros sin tomar en cuenta colores partidistas. Ojalá.-- Entre los invitados estaban: el alcalde de Lerdo, Luis Fernando González Achem; el ex alcalde Carlos Román Cepeda, que salió con la mano adolorida de tanto saludar, pero bien peinado; el también ex alcalde licenciado Homero del Bosque que inteligentemente abandonó el recinto antes de que terminara el evento.—En la puerta, sin poder ocultar su felicidad, se mantuvo como buen guardián el nuevo jefazo de los cuicos, Javier Gutiérrez Pesquera y en la parte de afuera, regulando el paso de los vehículos, el nuevo jefe de tránsito Jorge Jiménez Favela.—La ceremonia terminó pasadas las dos de la tarde y se desarrolló en completo orden.—Ahora habrá que esperar para ver si a la hora de la verdad, que ya se inició, los nuevos funcionarios demuestran a los torreonenses que como roncan, duermen.
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Entre grillos se comenta que de las diputaciones federales que están en puerta, el III Distrito con cabecera en San Pedro y que abarca también Francisco I. Madero, se considera fácil de ganar por los priistas; sin embargo, las cosas se están complicando por el descontento de polacos maderenses, inconformes porque en las “listas” que filtran desde el Palacio Rosa de Saltillo anotaron como “aspirinos” a diputados suplentes a personajes de Frontera y San Pedro, olvidándose de Francisco I. Madero, a pesar de que fue el municipio que más votos diferenciados aportó a favor del PRI en la pasada elección. Se menciona entre los resentidos que fueron ignorados, al Presidente del PRI José Álvarez Echerivel, al madracista Daniel Flores Lavenant, al todavía alcalde Julio Flores y a Jesús de Anda Acosta, ex líder de la sección 35 de maestros. De no cuidarse estos detalles y dejarlos fuera de la jugada, al decir de los pitonisos se podrían complicar para el tricolor las elecciones en el citado distrito.
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El que anda muy movido para obtener una diputación federal, es Simón Vargas Aguilar, aquel que hace años trabajó como “oreja” de Gobernación en Torreón, por lo que en ese tiempo le decían “Chismon Vargas”. Ahora, desde las oficinas de la CNOP en la capirucha del “smog” y apadrinado según dicen por la cuestionada dirigente magisterial y actual Secretaria General del PRI Elba Esther Gordillo, pretende ser designado candidato por “dedazo” en el quinto distrito que comprende parte de Torreón y del campo lagunero. Cabe recordar que don Simón (que ahora ya no Chismón) tiene muchos años de radicar fuera de la entidad, pero según dicen se está encuerdando solo, confiado en la “santa imposición” de doña Elba. Habrá que ver lo que piensan otros “aspirinos”, como: Eduardo Olmos Castro, que se ha gastado buena lana sosteniendo al PRI de Torreón, o Carlos Román Cepeda, al que dicen ya le dio su apoyo el líder estatal de la CTM , y trae alborotado en su favor al sector campesino. Otro que no ha de estar contento con las grillitas de Simón, es el Secretario de Gobierno Raúl Sifuentes Guerrero, que aunque no es de Torreón, también anda moviendo la tenebra para que el Gobe le regale la candidatura por ese distrito.—De momento no hay nada escrito, pero ya están subiendo los hervores del caldero polaco y pronto habrá de derramarse la olla.
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Negro panorama se vislumbra para el campo en el país. En la Región Lagunera los campesinos y sus familias atraviesan por lo que muchos consideran es la peor crisis de su historia; y es que desde los años noventa empezó el desmantelamiento del agro; el Gobierno Federal desapareció y privatizó empresas estatales que constituían importante apoyo a los productores rurales; entre otras se mencionan: Banrural, Fertimex, Comisión de Fruticultura, Fideicomiso para la Candelilla, desincorporación del Instituto Mexicano del Café, eliminación del Programa de Apoyo a la Comercialización Ejidal, Conasupo y los numerosos organismos que de ésta dependían, etc. Con lo anterior se crearon vacíos productivos que no han sido resueltos; y para darle la puntilla al sector agropecuario entra en vigor el Tratado de Libre Comercio. El gobierno de Fox no ha dado muestras de capacidad para resolver el problema que afecta a millones de productores rurales. Se está generando un clima de incertidumbre por la dramática reducción del Gobierno Federal en inversión agropecuaria, y se podría estar gestando una bomba de tiempo que de no ser desactivada con prontas soluciones, podría darle fuertes dolores de cabeza al gobierno foxista, afectándose la economía del país.