Desde hace más de diez años las diversas administraciones municipales de Torreón, incluida la de Jorge Zermeño Infante, apoyaron a los adquirentes de viviendas de interés social, exentándolos del pago del impuesto sobre adquisición de inmuebles. Lo anterior venía beneficiando a numerosas familias que con gran esfuerzo solicitan créditos a largo plazo para hacerse de una casa, cuya construcción, para quedar exenta del citado pago no debe pasar de ciento cinco metros cuadrados. Extrañamente desde el inicio de la presente administración se canceló esa exención, estableciéndose el pago del 1.5 por ciento sobre el valor de la vivienda, lo que obviamente repercute en el bolsillo de los que buscan con mucho esfuerzo poder tener su propio hogar. Se tiene conocimiento que los promotores de vivienda y el Colegio de Notarios se han entrevistado con el Alcalde para que reconsidere lo anterior y, según dicen, ha manifestado su conformidad con ellos, pero como “en Palacio las cosas caminan despacio” todo sigue igual. Además comentan, el tesorero Jorge Hamdam, a quien corresponde resolver este asunto, “siempre está muy ocupado” y no tiene tiempo para atender cuestiones que afectan a personas de limitados recursos y cuyo cobro del impuesto no estimula los programas de vivienda que son prioritarios a nivel nacional. ¿No podría don Memo darle una “picadita” (sanamente) a don Jorge para que le dedique un poquito de tiempo a este asunto?
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Ya que tocamos los terrenos del tesorero municipal Jorge Hamdam, sería conveniente que el alcalde Guillermo Anaya, le diera una jaladita de orejas para ver si logra bajarlo del pedestal en el que se subió; con ello podría darse cuenta que no todas las cosas marchan bien a su alrededor, como está ocurriendo en la oficina del Catastro, donde antes los trámites de avalúos, traslados de dominio y demás se realizaban con relativa agilidad, pero desde el inicio de la presente administración, con el pretexto de la modernización, dicen que el titular de esa oficina, Salvador Hernández, formo un “embudo administrativo” donde todo tiene que resolverlo él porque no le gusta delegar, originando molestos y prolongados retrasos en los trámites. Algo tendrá que hacer el Alcalde, porque al menos en esta dependencia las cosas van como los cangrejos, marchando para atrás y le van a salpicar su imagen.
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Después de estos días santos, cabe recordar el agarrón verbal que en declaraciones a los medios se dieron hace días el controvertido obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda y el gobe de Coahuila Enrique Martínez. Esto, según dicen, porque don Onésimo intencionalmente omitió incluir el nombre del gobernador dentro de los posibles “gallos” del PRI a la Presidencia de la República, situación que dio origen a que al Gobe “se le pusiera malo el cuerpo”, y resentidón por el “ataque de amnesia” sufrido por el folklórico don Onésimo , lo definiera públicamente como “diablo con sotana” (pudiendo no andar muy equivocado,) Los que de esto saben, aseguran que la omisión del señor obispo llevaba mensaje y larga cola, pues fue originada porque don Onésimo le pidió al Gobernador que hiciera candidato a diputado federal a su sobrino el “bien peinado” ex alcalde Carlos Román Cepeda, petición que al no ser concedida molestó al jeraca eclesiástico que no está acostumbrado a que le nieguen favores, y ni tardo ni perezoso se desquitó descalificando a Martínez y Martínez como ciudadano con cualidades suficientes para ser aspirino a la “grande”. Comentan que Carlos Román está metiendo su cuchara para que ambos actores de este sainete, hagan las paces, y con esa intención próximamente cenará con el tío en la capirucha del smog. ¿Será?.
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En los últimos meses ha sido notoria la ausencia en las oficinas de la Junta de Mejoras de su actual presidente, Alfredo Mafud, lo que a decir de los enterados está afectando los trabajos de pavimentación que realiza el citado organismo. Curiosamente don Alfredo no desaprovecha oportunidad para andar en la grilla. En cuanta reunión hay se deshace en halagos a favor del mandamás de Coahuila y para cubrir su futuro político no se le despega al aspirino a gobernador Alejandro Gutiérrez, (La Coneja) durante sus visitas a Torreón; según dicen ya se sueña secretario en el próximo gobierno: Desde luego los “sueños de opio” y los “aceleres de motor” son válidos para cualquiera , pero no es correcto utilizar a la Junta de Mejoras como trampolín político, y menos descuidando las obligaciones que como titular le corresponden. Se tiene nuevo equipo en la citada dependencia y poco el trabajo que se ve. ¿Pero que tal la grilla?.