En los medios polacos se venia insistiendo en que el gobe de Coahuila, Enrique Martínez, metería su “cuchara” para poner orden en la estructura del PRI estatal, con motivo de las ya próximas elecciones a diputados federales. La decisión al parecer ya se dio y resultó un fiasco. Se confirmó a José Luis Flores Méndez “el Chapo” como mandamás del tricolor, lo que para muchos no es más que una sopa del mismo chocolate amargo que nunca hizo espuma. Por si lo fuera poco, el gobe le entrego la Secretaría General del Partido a Carlos Villarreal Zamora, aquel tristemente célebre funcionario del Registro Agrario Nacional (RAN) que en esta región causó estragos dejando huella con las ventas irregulares de terrenos del “Tajito,” movimientos en los que según dicen, tuvo como socio y personero a Luis Domingo Hoyos, más conocido como “el Bolas” . Extrañamente con estas dos “fichas“en el tablero el gobe don Enrique intenta recomponer la estructura del tricolor, pero a estas alturas y con lo mal que andan las cosas, sobre todo en Torreón, muchos piensan que es tanto como ir de Guatemala a guatepeor. ¿Será?
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Por lo que se esta viendo, el jefazo de los “polis” de Torreón, Javier Gutiérrez Pesquera, es hombre de buenas intenciones, pero posiblemente de cortos alcances; al menos es lo que reflejan ciertas decisiones que están limitando la profesionalización de los policías a su mando. Desde hace tiempo a nivel federal, estatal y municipal, se creó el Comité de Servicio Policial de Carrera, cuyo objetivo principal es el de darle continuidad a la capacitación de los policías que, egresados de la academia, pasan a integrarse a la corporación. Desde que el alcalde Guillermo Anaya tomó posesión, ofreció continuar con este proyecto de aspiración nacional; para ello renovó el citado comité, que ha venido trabajando en estos objetivos, pero, según dicen, frecuentemente se “topan con pared” porque Gutiérrez Pesquera está cortado a la antigüita y no le cae el veinte en cuanto a la necesidad de profesionalizar este servicio, comentándose que desde que estableció los arbitrarios turnos de trabajo de doce horas no les queda tiempo a los policías ni para el entrenamiento físico y menos para el académico. Es lamentable que el esfuerzo realizado en otras administraciones se tire por la borda con el simple argumento de que los policías en servicio “ya no necesitan nada y que además, no hay tiempo para ello”. Desgraciadamente el Consejo de Seguridad Publica, posiblemente por desconocimiento de sus integrantes, nada ha hecho para exigir que don Javier abra las puertas a los programas de profesionalización. Por otro lado causa extrañeza que el presidente del citado Consejo, Francisco de Urrutia, se la pase todo el tiempo en las oficinas del “colorado”, tal vez en su calidad de “padrino” porque hasta el momento no se le ha visto nada para mejorar este servicio. Sería conveniente para la ciudad que los consejeros (sin compromisos con el jefe) empezaran a reflexionar sobre ello.
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Mal y de malas se ha visto el presidente municipal de Francisco I. Madero, José Luis Marrufo Álvarez, al no convocar a las juntas de cabildo que por ley deben ser al menos dos al mes y lo peor es que asegura a los reporteros que en ninguna parte dice que así deba ser. Sin duda que al munícipe le hace falta leer el reglamento municipal, en donde entre otras cosas se estipula el número de sesiones , las características de las mismas y el lugar dónde se deben realizar. Algunos comentan que mejor debería asesorar a sus hijos para que no metan la mano en el gobierno, y olvidarse de adoptar conductas caciquiles que lo llevan a declarar simplemente “yo soy la autoridad” y con ello tratar de justificar las violaciones a los reglamentos.
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Un apoyo especial recibió el municipio de Lerdo por parte del gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier, al haber logrado rescatar el vivero para beneficio de los laguneros. Ahora el paquetito está en manos del alcalde Luis Fernando González Achem, quien todavía tiene poco más de un año para hacer de este vivero el pulmón más importante de la región, así como un lugar generador de plantas destinadas a la reforestación de la Comarca Lagunera como lo fue años atras. Sería sano y conveniente que el Alcalde invitara a colaborar a personas conocedoras y amantes de la naturaleza, pues si lo deja en manos burocrácticas, seguramente le daran la puntilla llevándose su prestigio de corbata. Es urgente para salvar ese importante pulmón de la Comarca, rehabilitar la noria para el riego de las plantas. Para ello y otras muchas cosas necesarias, tendrá que motivar el espiritu de colaboración de los laguneros. A este asunto hay que echarle ganas, porque con el tiempo trasncurrido ya no caben los pretextos y dejarlo morir causaría un daño irreparable a La Laguna; así que, señor Achem, a “ponerse las pilas”.