En Coahuila los integrantes de la caballada de “aspirinos” a suceder en el “trono sexenal” al gobernador Enrique Martínez, andan desatados realizando anticipadas y encubiertas campañas, comentándose entre los mismos calefactos, que si el “gobe” se adelantó buscando hacer imagen para ocupar la silla grande de los pinos, ellos también tienen derecho a mover las aguas del caldero polaco, le guste o no al Gobernador, pues al que se queda quieto le comen el mandado. Se dice que en el norte del Estado el más movido es el diputado federal “Chuy” María Ramón, quien ocasionalmente también se da sus descolgadas por tierras laguneras, aunque al parecer sin mucho éxito porque el otro aspirino priista Alejandro Gutiérrez, “la Coneja”, le lleva la delantera en importantes sectores de la población. Sobre esta danza, se dice que el Secretario de Gobierno Raúl Sifuentes hizo alianza con el citado Chuy María, ello con la finalidad de sumar fuerzas y en su momento desbancar a “la coneja”. Algunos polacos dicen que el Secretario Sifuentes también quiere ser gobernador, siempre y cuando su jefecito don Enrique no resulte candidato del PRI para la grande, pues de salir “ungido”, pudiera tener chamba en las primeras filas a nivel nacional. Mientras se despeja el panorama futurista, Sifuentes se deja mecer como posible candidato jugándosela en estrecha alianza con Chuy María, porque de momento su enemigo a vencer es Alejandro Gutiérrez, y ya dio muestras de quererlo torcer. Por parte de los aspirios panistas las acciones de precampaña a la gubernatura se observan desangeladas; ni Ernesto Saro, ni Jorge Zermeño, dan muestras de estar vivitos y coleando en búsqueda de los necesarios apoyos de la comunidad. Aquí en Torreón, a Jorge Zermeño solo se le ve ocasionalmente en el aeropuerto o en los asientos de primera clase de los aviones. Los que dicen saber de estas cosas comentan que desde la reciente derrota panista a nivel nacional, don Jorge se desilusionó y perdió las ganas de competir por la gubernatura estatal. ¿Será?
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Tal parece que los subordinados del alcalde Luis Fernando González Achem, hacen de las suyas permitiendo la apertura de nuevos antros de vicio, como dicen ocurrió con el denominado “cherry” en conocido hotel de la localidad; al parecer el Alcalde ni siquiera fue consultado, pues cuando “brincó la liebre” ante la inconformidad manifestada, declaró que él tampoco estaba de acuerdo con la apertura si los vecinos se oponían. Curiosamente los dueños del hotel mandaron borrar la leyenda de video bar y los horarios donde decía que abrían también los domingos, lo que hubiera sido una violación al reglamento de alcoholes. El regidor Marco Carrillo, comisionado de Alcoholes, intentó justificar la apertura argumentando se trata de un restaurante bar, aunque la realidad es que no vende ni botanas, pero aún así le permitirían abrir los domingos. Sería conveniente que González Achem informara con claridad sobre la realidad de este negocito al que por lo visto le quisieron dar un nuevo giro.
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Mientras que el personal de la Procuraduría de Justicia en Coahuila tiene más de dos años y medio sin recibir incremento salarial “por falta de presupuesto”, así como tampoco el estímulo económico prometido a quienes terminaron el curso para su certificación, el flamante procurador Óscar Calderón, no se cansa de presumir, a cuanto conocido se encuentra, que ya compró casa en Saltillo y dejó de vivir en el departamentucho que le heredó su antecesor; Comentándose entre resentidos empleados y funcionarios sobre sus viajecitos a San Diego, California, donde dicen compra ropa acorde al último grito de la moda; y recientemente mandó a su hijo a estudiar a Canada, por lo que seguramente, a el si le llegan los aumentos de sueldos y prestaciones. El reclamo es que “o todos coludos o todos rabones”, y no se vale alegar la falta de presupuesto para pagar mejores sueldos y prestaciones al personal.
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Por lo visto el nombre del gobernador de Durango, Ángel Sergio Guerrero Mier, no es muy conocido entre las clases populares de Gómez Palacio y Lerdo; y es que según vecinos de colonias de la periferia, el mandatario nunca se ha dignado pisar aquellos rumbos en donde están hartos por la carencia de servicios; motivo por el cual retan a don Ángel Sergio a que se ensucie en poco los zapatos y se pueda dar cuenta de lo que se siente caminar en calles sin pavimento o resbalarse entre el lodo cuando llueve. Ojalá que el mandatario duranguense estuviera dispuesto a darse un “baño de pueblo”, pues a cinco años de gobierno resulta increíble que haya personas que respondan “ni se quién es” cuando se les pregunta sobre el gobernador. Por si fuera poco en un sondeo realizado por las calles de Gómez Palacio y Lerdo, únicamente dos personas sabían que el día de ayer el gobernador rendía su informe. Sería saludable un cambio de actitud y mayor atención para la laguna de Durango.