Por el momento Coahuila se observa sin timonel. Por un lado el gobe Enrique Martínez viaja por la República China promoviendo, según dicen, relaciones económicas y formando “currículum internacional” pagado con la misma cuenta que le ayude en su sueño de ser Presidente de la República. Por otra parte, su segundo de a bordo, el secretario Raúl Sifuentes aprovecha su ausencia para “grillar” a su antojo y proyectar imagen en su sueño de llegar a calentar la silla que hoy usufructa don Quique. Sobran los botones de muestra revelando una prematura campaña en la que invierte buena parte del tiempo. Así por ejemplo, hoy comparecerá ante el Congreso local para informar sobre el desempeño de su función pública, situación que está aprovechando para movilizar militantes y líderes priistas de todo el Estado. Aquí en la región, el encargado es el sub secretario Salvador Hernández Vélez, jefazo de la campaña de doña Laura Reyes Retana. Como se puede ver, la citada comparecencia es todo un circo de acarreados orquestado a la más antigua usanza priista, como en los tiempos de Flores Tapia y el “Diablo” de las Fuentes, pues incluye almuerzo, comida, viaje y compensaciones; estas últimas según sean los aplausos que se rindan al jefe. Realmente llama la atención que estas cosas que ya se creían superadas sigan ocurriendo, sobre todo en un estado en el que el Gobernador siempre habla de modernidad. Comentan que entre los diputados de oposición le preguntarán a Sifuentes: ¿quién paga los gastos de los acarreados? Por el momento la realidad es que en Coahuila los capitanes del barco andan en la grilla de sus futuras aspiraciones y mientras se apaciguan, que el estado navegue como mejor pueda con la ayuda de la Virgen de Guadalupe.
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Al jefazo de SIMAS Fernando Alatorre Dressel, ya se le hizo bolas el engrudo, no sólo por su desatino al asignar obras a su cuñado y a un consejero de ese organismo, sino también por el desbarajuste y lentitud que se traen en la reparación de los colectores caídos. Prueba de ello es el ubicado en el cruce del bulevar Constitución y Calzada Abastos, (frente al fraccionamiento San Luciano.) Las obras empezaron hace más de cuatro meses; iban mas o menos bien, pero desde hace tres semanas las dejaron abandonadas, ocasionando con ello graves problemas de tránsito, sobre todo en las horas pico. Cabe recordar que cuando Alatorre Dressel fue dirigente de Cámara en el sector privado era de los más críticos, buscando siempre los reflectores y micrófonos para señalar las deficiencias de funcionarios en el gobierno; ahora que está al frente de Simas ya se habrá dado cuenta que una cosa es mirar los toros desde la barrera y otra muy distinta bajarse a torear. Esto no justifica su actitud cerrada e insensible a la comunidad, pues lo menos que debería hacer es dar la cara y comprometerse con calendario en la mano a fijar el tiempo para la terminación de las obras.
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El que anda desatado en la grilla del sector privado es Antonio Juan Marcos, hijo del ex alcalde Salomón y presidente de la Cámara de la Industria del Vestido. Se dice que ahora está buscando la presidencia del CLIP que agrupa a varios organismos del sector privado, comentándose entre algunos iniciativos que en su pretensión se olvidó de tomarlos en cuenta y que con la intervención de “papá” se entrevistó directamente con el gobe don “Quique” para pedirle su apoyo, cosa que ha despertado desconfianza entre los integrantes de organismos privados, los que con razón se preguntan qué autonomía e independencia podría tener el CLIP con un presidente “palomeado” por el Gobernador. Con estos cargos comprometidos pudieran después surgir los negocitos y servir también de trampolín político.
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Apenas hace unos días se dio el cambio en la dirección de la Casa de la Cultura de Lerdo, decisión calificada por muchos como necesaria, dada la nula actividad y poco conocimiento de la ahora ex directora Patricia Seceñas, pues al decir de los conocedores, durante el tiempo que estuvo al frente los talleres, actividades y el inmueble decayeron notoriamente. Para tratar de subsanar las fallas y levantar la imagen de dicho centro, que durante años fue calificado como de los mejores, se designó a José Luis Alvarado Guerrero, quien siempre ha estado ligado al ámbito cultural. El nombramiento estuvo a cargo del Director General de Cultura del Estado de Durango, Héctor Palencia, teniéndose confianza que el cambio será de beneficio para la comunidad. Pronto habrá de verse si le atinaron.