Este su 007, como es costumbre de muchos años, viste de toga y birrete para dar a conocer las calificaciones obtenidas por los principales funcionarios públicos durante este 2003 que está por finalizar. Para conocer el sentir ciudadano sobre su desempeño, nuestros sub agentes desde hace tiempo anduvieron metiendo sus orejas por todos los rincones posibles a fin de captar lo que la gente piensa y dice sobre la actuación de los que cobrando en la sagrada nómina se sacrifican por el pueblo. La información obtenida fue procesada por nuestra moderna computadora “Pony” que emitió sus electrónicos juicios en calificaciones del cero al diez.
La primera información que nos entrega la máquina se refiere al Gobernador de acá de este lado Enrique Martínez y Martínez. Después de emitir algunos extraños ruidillos arrojó una lista de cosas que se han quedado en el tintero del olvido, mencionando entre otras: la tantas veces anunciada remodelación del cine Nazas como Teatro de la Ciudad; el deteriorado y peligroso periférico que en la parte de Torreón contrasta por lo feo con las mejoras y embellecimiento de camellones que le hicieron en Gómez Palacio; las inadecuadas oficinas donde se ubican: la Junta de Conciliación del Trabajo; la Recaudación de Rentas; el Registro Público; el Tribunal de Menores y la construcción de otra penitenciaría regional (anunciada y también olvidada). A pesar de estas cosillas, que todavía algunas pudiera realizar en los dos años que le quedan, el panorama no le fue tan desfavorable, pues los torreonenses con justa razón valoran la monumental obra del Distribuidor Vial Torreón-Matamoros; el tramo del bulevar “Las Noas”; las aportaciones y su valiosa gestión que permitieron avanzar en la construcción de la Ciudad Universitaria, cuya Infoteca es ejemplo a nivel nacional, esto sin olvidar los apoyos a la cultura, educación y sector agropecuario que han destacado en su Gobierno. Con estas consideraciones la computadora mejoró la calificación del año anterior expidiéndole un honroso OCHO Y MEDIO que pudiera mejorar el año entrante si no descuida el Estado por andar en la danza de la “grilla” nacional.
Acto seguido tecleamos el nombre del Secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes Guerrero, la computadora emitió parpadeos como destanteada, al tiempo de enviar un lacónico mensaje señalando que en el manejo político que le corresponde como Secretario, cambió un poquito la actitud y estrategia que venía siguiendo de ver y crear enemigos por todos lados, sustituyéndola por una incipiente apertura que resulta favorable al propio equipo de Gobierno y a la comunidad; sin más le plasmó un apretado SIETE.
El cibernético cerebro continuó con su labor de auscultación y con breve tintineo de monedas apareció el nombre del Secretario de Finanzas, Javier Guerrero García, confirmando que en términos generales su actuación en el manejo de la “lana” pública ha sido discreta y ordenada; al menos así se observa en los informes financieros que oportunamente presenta. Sin embargo, ante la comunidad prevalecen dudas porque continúa el mismo sistema de “supervisión” donde el partido en el poder controla a la Comisión de Hacienda y a la Contraloría, lo que es tanto como examinarse a sí mismo y eso no inspira confianza. Por ello al citado funcionario se le califica por sus habilidades administrativas, su trato sencillo a la comunidad y su dedicación al trabajo, en este sentido la computadora imprimió un delineado OCHO.
Al teclear el nombre del jefazo del Poder Legislativo, Abraham Cepeda Izaguirre, la computadora emitió un quejido de desaprobación, señalando que a don Abraham le quedó grande el saco porque sigue actuando como político a la antigüita sin entender el juego de la naciente democracia. En este año dio algunas terribles metidas de pata que pusieron a temblar al Ejecutivo. Parece no entender que el adecuado manejo del Congreso requiere tacto sin soberbia y sensible equilibrio entre la mano dura y la flexible, cualidades que en este año no demostró; por lo que sin más el analítico cerebro arrojó un deslavado SEIS, que estuvo a punto de ser cinco.
Por una ventana apareció el nombre del titular del Poder Judicial, Ramiro Flores Arizpe, señalando que su trabajo ha sido discreto y de constante supervisión a la actuación de los jueces, aunque también es cierto que algunos de ellos que son malitos y traen cola que les pisen no los ha removido porque son recomendados “de más arriba” y eso no se vale porque afecta a la justicia. Por su trabajo honesto y eficiente (que es mucho decir en estas áreas) se hizo merecedor a un distinguido OCHO Y MEDIO.
Al teclear el nombre del Procurador de Justicia, Óscar Calderón la computadora resolló y pidió tiempo para enfriarse, pues al parecer en la citada dependencia predominan dos realidades; por un lado diversas acciones que revelan importantes avances, como son: El “proyecto de Calidad y Modernización en Las Agencias del M.P.”, los diversos foros realizados en el Estado para la prevención del delito y el porcentaje positivo de 86% de averiguaciones concluidas en relación a las recibidas. Por otro lado continúa el amiguismo, los recomendados y los intocables; esto aunado al círculo de protegidos del Procurador donde agentes del MP, abogados litigantes, cuatachos y compadres continúan haciendo de las suyas en materia penal. Frente a esta situación que afecta seriamente la impartición de justicia y que ha prevalecido desde el inicio de su gestión, sin mostrar el mínimo interés por cambiarla, se hizo merecedor a un desgarbado SEIS de apurado panzazo.
Pasando a lo que más interesa a los torreonenses tocó su turno a los funcionarios del municipio de Torreón, tras breves centelleos la pantalla se pintó de color blanquiazul apareciendo el nombre del Alcalde, Guillermo Anaya Llamas, señalando que como timonel del barco municipal en sus primeros meses de navegar se le vio “verde” y sin brújula dando la impresión de que no llegaría a puerto seguro, inclusive a estas alturas es notorio que no ha logrado consolidar su equipo de “marineros”, muchos de los cuales se quejan de la escasa comunicación directa que tienen con don Memo, pues según dicen sólo comparte algunas decisiones con dos o tres de sus funcionarios cuatachos, ello en demérito de una administración más coordinada y eficiente. Para fortuna de la comunidad en los últimos meses el Alcalde se despabiló logrando realizar obras que subieron sus bonos, entre otras: la introducción de nueva tubería de agua potable en el primero y segundo cuadro de la ciudad; los taxímetros; la remodelación del bulevar Independencia y la barda perimetral del Bosque Venustiano Carranza. Con estas acciones el alcalde se hizo merecedor a un decoroso OCHO Y MEDIO. Acto seguido la computadora se refirió al primer regidor René Nahle, estimando la comunidad se trata de un hombre recto y honorable, pero incompetente para ese cargo donde ha tenido una actuación que raya en la mediocridad y por ello muy alejado de poder actuar como brazo derecho del Alcalde. Por su calidad de hombre íntegro se gana cinco puntos y un puntillo más por su labor de funcionario obteniendo así una calificación de SEIS. Tocó el turno de pasar por la báscula al Secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya Aguilar a quien de entrada la computadora le abonó puntos a favor en virtud de que le ha tocado atender dos chambas, la propia de Secretario y la de Primer Regidor por inoperancia de su titular. En su dual función ha brincoteado por todos lados ubicándolo como “El Apagafuegos” de la administración, aunque en ocasiones por acelerino y falto de conocimientos jurídicos ha metido feo la pata, sin embargo la experiencia lo ha ido moldeando como buen “capoteador” para cubrir las espaldas del Alcalde. Por ello se le otorgó un alentador SIETE Y MEDIO. Acto seguido la impresora delineó el nombre del Tesorero Municipal, Jorge Handam Hernández, destacando sus defectillos, como el de estar encerrado en una burbuja de cristal para no atender personas ni llamadas telefónicas, además predomina el sentir de que peca de excesos recaudatorios, lo que se demuestra con los elevadísimos valores catastrales a la propiedad. También se dice es persona dedicada al trabajo de eficientar el manejo de los dineros públicos, obteniendo así una calificación de SIETE. Sobre el desempeño de sus dos brazos derechos, de Egresos, Rocío Ríos Martínez y de Ingresos Isaac González Villanueva, la máquina en forma escueta lanzó dos notas: de la funcionaria señaló que ha sido lenta en tomar experiencia y lenta para resolver, otorgándole un tibio SIETE; de González Villanueva externó que es funcionario honesto y de trato cordial con los ciudadanos, que no se esconde y siempre busca la forma de resolver los problemas, sin más le otorgó un OCHO, estimando que todavía le falta adquirir experiencia.
Al teclear el nombre del Jefe Policíaco, Javier Gutiérrez Pesquera, los chip’s de la máquina se pusieron “colorados” y sin entrar en mucho detalle externó que el jefazo de los cuicos va por buen camino que lo ha ido convirtiendo en policía experimentado. En cuanto a su actuación, fuera de uno que otro desvarío en declaraciones públicas donde le sale lo visceral, la realidad es que en este año se le vio un poco más controlado. Sus esfuerzos por combatir la corrupción entre jefes y policías patrulleros no han tenido la respuesta esperada, pero al menos las cosas no están desbordadas como ocurría con su antecesor. Con estos elementos, el cerebro electrónico emitió el toque de “Diana” plasmando en la pantalla un agradable SIETE Y MEDIO, que en estos difíciles terrenos es buena calificación.- Tocó el turno de ingresar a la silla de examinados al titular de Obras Públicas, Gerardo Berlanga Cortés, conceptuándolo en su análisis como funcionario poco creativo que más bien se dedica a “dar bolita”, pero no sin que “las moras caigan en la canasta”, persistiendo el rumorcillo de que con algunos constructores no la brinca sin huarache; sin más en la impresora apareció un apretadísimo SEIS, con la esperanza de que cambie de actitud en el año que está por iniciar. En relación al jefazo de Desarrollo Urbano, Eduardo Jiménez Saracho, la máquina tosió feo por aquello de los parentescos en negocios públicos; sin embargo estimó que de ese pastel no le tocó rebanada y que en su actuación se ha desempeñado con eficiencia sobre todo en la simplificación de trámites a constructoras, obteniendo así un redondeado OCHO.
Por limitaciones de espacio solicitamos al “cerebro” sintetizar las calificaciones de los demás colaboradores, saltando a la pasarela el Director de Servicios Municipales, Antonio Loera López, quien tiene experiencia en pasadas administraciones, se le ubica como funcionario práctico y ejecutivo que no se anda con rodeos y ante problemas sabe sacar “el buey de la barranca”, el mantenimiento de Parques y Jardines ha estado razonablemente bien, el Departamento de Limpieza no ha sido ejemplar pero más o menos camina; el prietito en el arroz es el alumbrado público que no ha recibido el mantenimiento requerido. Con estas estimaciones se le valoró con un OCHO. En cuanto a los titulares de Atención Ciudadana, Carlos Bracho González y Margarita Lascuráin, de Desarrollo Social, se dice que son las dependencias que proporcionan la información para programar las obras necesarias entre los sectores de la comunidad; ambos funcionarios cumplen con eficiencia su cometido por lo que merecieron un distinguido NUEVE. Es importante mencionar que la información recabada en estas dos dependencias pasa a la Dirección de Planeación que tiene por capitán a Luis Gurza Jaidar, comentándose que ahí la báscula no está bien balanceada porque finalmente poco caso hace a las propuestas y ordena otras obras que no son prioritarias; por este desbarajuste el citado funcionario apenas alcanzó un SIETE.
Mención aparte merecen el Titular de Ecología, Rodolfo Walss Aurioles y el Director del Rastro, Alfonso Garibay Caldevilla, del primero destacó su decisión de poner a funcionar y mandar analizar los filtros de los aparatos del municipio que monitorean la contaminación de plomo en el aire. Esta acción sin precedentes en el área de Ecología Municipal debe ser el inicio para hacer de Torreón una ciudad que no rebase los índices de contaminación permitidos por la ley; esta actitud así como su oposición a que se construya la presa en el Aguanaval hasta en tanto no se cuente con el estudio de impacto ambiental, lo definen como funcionario responsable, llevándose un bien ganado DIEZ. Esta misma calificación se otorga al Director del Rastro, Alfonso Garibay, porque a través de los años ha mantenido en óptimas condiciones la dependencia a su cargo.
Enseguida el cibernético cerebro resolló como si estuviera ahogándose en un borbotón de aguas turbias, al tiempo que aparecía el nombre del mandamás de Simas, Fernando Alatorre Dressel, a quien sin muchos rodeos emitió una calificación provisional de CERO, hasta en tanto no se aclaren las concesiones de obras otorgadas por la dependencia a su cargo y en las que presuntamente se violó la ley. Por último apareció el nombre del jefazo de los Tribunales Administrativos, Jorge González Ruiz, señalando que ha mostrado muy poco interés en el desempeño de su cargo, que los fines de semana (cuando hay más accidentes y trabajo) desde el viernes no asiste porque se va a Saltillo, además no ha hecho nada para eficientar la dependencia, siendo frecuente que los involucrados en algún accidente de tránsito se pasen en los tribunales hasta cinco horas o más para resolver su problema. En el área de Peritos de Tránsito sigue predominando la corrupción los “cochupos” y “croquis” arreglados. Con estas cosillas y emitiendo estridentes sonidos el cerebro electrónico otorgó una calificación de SEIS y no lo reprobó porque no es funcionario “chueco”.
Pasamos ahora a los principales “mandamás” del Gobierno de Durango y de los municipios de Gómez Palacio y Lerdo.- Por orden de jerarquía transitó primero por la pasarela el Gobernador, Ángel Sergio Guerrero Mier; al teclear su primer nombre la máquina imprimió “desangelado”, señalando que así ha sido su Gobierno en estos cinco años. El 2003 se le fue con pequeñas migajas de obritas para La Laguna. Lerdo está urgido de un levantón en su desarrollo urbano, cosa que al Gobernador no le ha interesado y tampoco ha mostrado habilidad para acercar recursos federales. Desde el inicio de su gestión y en varias ocasiones prometió realizar la obra de ampliación a cuatro carriles del peligroso y transitado tramo carretero Raymundo-León Guzmán, lo que no ha cumplido. En los últimos meses se dedicó a “grillar” para llevar al triunfo a “su candidato” a sucederlo en el trono del Palacio de Zambrano, impidiendo que su contrincante llegara a la meta, (aunque hábilmente simuló lo contrario). Por todas estas carencias se hizo acreedor a un triste SEIS Y MEDIO de confirmada desilusión.- Referido al Secretario de Gobierno, José Miguel Castro Carrillo, la máquina “Pony” emitió un escueto mensaje: como funcionario es atento y servicial, pero no ha querido o tal vez no ha podido hacer nada, para desde su cercanía con el Gobe, impulsar las obras que requiere la Región Lagunera; confiriéndole una calificación de SEIS Y MEDIO porque hace buena mancuerna con su patrón.- En cuanto a la procuración de Justicia no hay muchos cambios en relación al año anterior. El Procurador, Luis Celis Porras, a pesar de las presiones gubernamentales ha mantenido una línea más o menos responsable y apegada a Derecho en cuanto la procuración de Justicia, lamentablemente continúan como agentes del M.P. algunos funcionarios que en boca de ciudadanos (que han caído en sus garras) se quejan de corrupción y el “Procu” no los quita porque tienen padrino de peso. Con estas estimaciones se le concede un SIETE Y MEDIO.
En virtud de que el espacio se estaba agotando, solicitamos a la computadora sintetizar en lo posible su labor analítica; apareciendo el nombre de la Alcaldesa de Gómez Palacio, Leticia Herrera Ale, predominando el sentir de la gente acerca de su dedicación y capacidad para entrarle de lleno a resolver los problemas, aunque en ocasiones puede tropezar feo al dejarse llevar por “desajustados” que le envenenan los oídos con supuestas “conspiraciones” en su contra. Para fortuna y bien de Gómez Palacio, su demostrado deseo de servir se refleja en una administración eficiente que ha levantado la imagen de la ciudad, aunque los policías de Tránsito y los “goris” siguen siendo un dolor de cabeza para los ciudadanos. Como en esos asuntos policíacos ha podido poco, se le quitaron dos puntitos obteniendo así un hermoso OCHO. En cuanto al Tesorero Municipal, Carlos García González, no hay mucha leña de dónde cortar, se desconoce con precisión el manejo de los dineros públicos, pues no existe un organismo imparcial y confiable que revise las cuentas; sin embargo predomina el sentir de que es funcionario capaz y trasparente, obteniendo por ello un SIETE Y MEDIO.- Respecto a la Seguridad Pública y al jefe de los “polis” Arturo López Aguilera, se dice que no hay avances sustanciales en la modernización de este servicio que junto al departamento de Tránsito que comanda Carlos García González, siguen siendo el “patito feo” de la administración; pocos apoyos, bajos salarios, escasas prestaciones, mínima preparación y como respuesta: mucha “mordida” y poco trabajo eficiente, profesional y honesto en beneficio de la comunidad. Sin más argumentos les otorgó un diez que repartido entre dos les toca CINCO para cada uno.
Con relación a las calificaciones de los funcionarios de Ciudad Lerdo, la cansada máquina imprimió el nombre del Alcalde, Luis Fernando González Achem, continuando el mismo panorama desalentador del año pasado. La falta de apoyos del Gobierno Estatal, los escasos recursos municipales y una administración presionada por los intereses y compromisos de los mismos priistas y de los partidos de oposición, han traído como “trompo chillador” al Alcalde que gasta más su tiempo en capotear que en administrar. Con ello se le asignó un SIETE por sus buenas intenciones.
Sobre el Jefe de los policías, Rosalío Herrera Núñez, no hay nada nuevo bajo el Sol en cuanto a la modernización del departamento, mismo que funciona casi como en los años cincuenta. En general los policías, que perciben bajísimos sueldos, tienen una mala imagen frente a los lerdenses, quienes al paso de cada administración municipal pierden la esperanza de que el servicio mejore. Ante la falta de progreso sustancial en esta área, el ordenador le otorgó un SEIS de consolación para que no se deprima.
Con todo lo anterior la cansada máquina se puso en blanco al considerar que se había terminado el espacio, por lo que este su 007, repitiendo aquello de que: “no están todos los que son, ni son todos los que están”, se quitó la toga y birrete deseando a sus lectores los mejores deseos y realizaciones para el 2004.