24 octubre 2003
Washington, (Notimex).- La administración del presidente George W. Bush externó hoy su deseo de que el Congreso retire de una ley presupuestal una propuesta que permitiría relajar la política hacia Cuba, so pena de quedar condenada a ser vetada.
Además, el subsecretario de Estado para asuntos del hemisferio occidental, Roger Noriega, rechazó la noción que vetar la propuesta aprobada por el Senado este jueves signifique, de algún modo, que Bush se oponga a lo que piensan la mayoría de los estadoeunidenses.
"El presidente tiene sus obligaciones en términos de seguridad nacional y política exterior, y ha indicado que ejercerá su autoridad, hacer lo que piensa que es lo mejor en términos de los objetivos en estas dos áreas", dijo Noriega a periodistas.
En abierto desafío a la posición de Bush, el Senado aprobó por 59 votos contra 38 levantar la prohibición sobre viajes a Cuba vigente hace más de cuatro décadas, precediendo un voto similar en la Cámara de Representantes, en ambos casos con amplio apoyo republicano.
Este viernes, Noriega confirmó la intención de Bush de vetar dicha propuesta, por considerar que con ello se relajaría la política de Estados Unidos hacia Cuba, y "hacer concesiones unilaterales a favor de la dictadura de (el presidente cubano) Fidel Castro".
En opinión del funcionario, uno de los más visibles críticos del régimen cubano en la administración Bush, la preservación de los flujos de financiamiento y los beneficios del turismo sólo se darán "el día que los cubanos puedan compartir estos beneficios".
"En este momento, ese tipo de turismo podría beneficiar la dictadura, podría resucitar la dictadura, y eso sería una tragedia", dijo Noriega al ser cuestionado al respecto en un breve encuentro con periodistas en el Centro de Prensa Extranjera.
Noriega dijo que ahora el futuro de la Ley de Apropiaciones de los Departamento de Transporte y Tesoro, cuya versión fue similar a la aprobada días atrás por la Cámara de Representantes, depende ahora de los congresistas que la promovieron.
"Ahora los miembros del Congreso tendrán que decidir si quieren que su legislación sea vetada, o si es mejor remover esa propuesta antes de que le sea presentada al presidente", dijo.
Semanas atrás, senadores republicanos y demócratas dejaron en claro una vez más su rechazo a la prohibición para viajar a Cuba al insistir que ha sido un fracaso en promover cambios en la isla.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el republicano Richard Lugar, dijo durante una audiencia que "más de 40 años de aislamiento diplomático y embargo económico no han tirado a Castro, traido democracia o mejorado las condiciones de cubanos".
Bajo las leyes actuales, los estadounidenses que viajan a la isla enfrentan multas de hasta 50 mil dólares por cada viaje y penas que pueden incluir sanciones de hasta los 250 mil dólares y condenas de cárcel hasta por 10 años.
Semanas atrás, Bush anunció el endurecimiento de la política hacia Cuba, con énfasis en atacar los viajes a la isla por estadounidenses, que en muchos casos se trasladan allá desde terceros países, y en ejercer mayores controles al envío de remesas.