La Jornada
Madrid, España.- El presidente del Gobierno Español, José María Aznar, respondió ayer en el Congreso de los Diputados a las interpelaciones de las principales formaciones de la oposición, que insistieron en exigirle que aclare cuál será la postura de su gobierno en el Consejo de Seguridad de la ONU de cara a un conflicto bélico en Iraq. Asimismo, el mandatario fue acusado de viajar a México para presionar al gobierno de ese país para apoyar la guerra contra Iraq.
El líder de Izquierda Unida (IU, republicanos y comunistas), Gaspar Llamazares, el primero en pedir el uso de la palabra en la llamada sesión de control al gobierno, espetó a Aznar: “Usted se ha convertido en el capataz del ranchero de Estados Unidos para presionar y convencer a México para que cambie su voto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Usted está trabajando claramente por la guerra, por enfrentar a la Vieja Europa con la Nueva Europa, y esto es evidente aunque intente parapetarse en el Consejo de Seguridad”. El mandatario español afirmó que la acusación de Llamazares era digna de “los años 30”.
En cuanto a la petición expresa de todas las formaciones de oposición de que defienda ante Bush el deseo de paz del pueblo español, Aznar respondió que “el ejercicio al derecho de manifestación, absolutamente legítimo, legal y de representación de la pluralidad de las personas, forma parte de eso: de una sociedad plural. Pero no sustituyen lo que significan las reglas del juego y tampoco sustituye elementos o sentimientos de otras personas”.
Agregó: “Todos queremos la paz y usted no tiene el monopolio de los sentimientos de paz, ni siquiera yo le reconozco el liderazgo de ningún sentimiento de paz. Todos los demás también deseamos la paz y naturalmente ejercitamos nuestra responsabilidad desde ese punto de vista. Y queremos paz con seguridad, paz sin chantaje de dictadores, paz sin armas de destrucción masiva y paz sin terrorismo. Y estoy convencido que lo vamos a conseguir a su pesar”.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE, principal fuerza opositora), José Luis Rodríguez Zapatero, insistió en preguntar a Aznar si cambiará o no su posición dadas las manifestaciones del pasado sábado, la más grande movilización popular de la historia reciente de España. Aznar respondió que “el gobierno habla y piensa en los españoles que se manifestaron con todo su derecho el pasado sábado y en todos los que no lo hicieron. Piensa en todos los españoles, por eso el gobierno va a mantener el consenso que ha obtenido con 28 países de la Unión Europea (los 15 que la integran más los 13 aspirantes)”. El líder de la oposición replicó a su vez que no “haga un juego de hipocresía, por favor”. Desde Washington, Casa Blanca alabó el papel de Madrid en la crisis iraquí. “España ha sido un aliado de l guerra contra el terrorismo y un miembro importante de la OTAN. Aznar ha dado prueba de un gran coraje y liderazgo en le seno de la de Europa y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para obligar a Iraq a desarmarse pacíficamente”, indicó la Casa Blanca.