Los Ángeles, EU.- Samantha Geimer, víctima de abusos sexuales por parte de Roman Polanski en 1977, defendió la candidatura al Oscar del director de El Pianista porque, en su opinión, el realizador francés “debe de ser honrado de acuerdo con la calidad de su trabajo”.
En un artículo publicado en el periódico Los Angeles Times, Geimer subraya que “no sería justo tomar el pasado en consideración” a la hora de votar por el Oscar.
“Lo que hace para ganarse la vida y su calidad no tiene nada que ver conmigo o con lo que hizo conmigo”, indica esta mujer, ahora casada y con tres hijos, que no duda en firmar el artículo con su nombre y apellido.
Polanski, de 69 años, aspira al Oscar como mejor director por El Pianista, película centrada en el holocausto que, además de cosechar numerosos premios europeos, es candidata a un total de siete galardones de la Academia de Hollywood.
Sin embargo, el autor de La Semilla del Diablo (Rosemary’s Baby) no podrá disfrutar esta ceremonia, porque está prófugo de la justicia estadounidense desde que fuera acusado de violación a una menor.
Como recuerda Geimer en su artículo, titulado “juzga la película, no al hombre”, Polanski se declaró culpable de los abusos sexuales cometidos contra ella, cuando tenía 13 años, en la casa de Jack Nicholson.
Incluso hubo un acuerdo entre todas las partes, según el cual Polanski quedaría en libertad condicional una vez aceptado el tiempo cumplido hasta ese momento como condena.
“Para nuestra sorpresa en el último minuto el juez se retractó y se negó a aceptar el acuerdo. Preocupado porque iba a pasar 50 años en prisión, Polanski huyó del país”, rememora la víctima.
Sin querer expresar en este mensaje ninguna simpatía hacia el autor de los hechos, Geimer insiste en que los crímenes cometidos hace 25 años no deben dañar sus posibilidades al Oscar.
Al igual que ha declarado en anteriores ocasiones, Geimer también apela por una resolución de la situación legal en la que se encuentra Polanski, quien, en su opinión, debería poder volver a entrar en el país.
“Si pudiera resolver sus problemas sería feliz. Me gustaría que eso significara que nunca se volviera a hablar de esto. En ocasiones siento como si ambos sufriéramos una cadena perpetua”, afirma.
Polanski aspira al Oscar como mejor director en la misma categoría que Martin Scorsese (Gangs of New York), Rob Marshall (Chicago), Stephen Daldry (The Hours) y Pedro Almodóvar (Hable con Ella).