SANTO DOMINGO, REP. DOMINICANA.- El mexicano Víctor Estrada concluyó su ciclo en Juegos Panamericanos tal y como lo había soñado, con la medalla de oro en la división de más de 80 kilogramos, en lo que fue la conclusión del torneo de tae kwon do de Santo Domingo 2003.
Estrada, al igual que la también mexicana Iridia Salazar el pasado jueves, cuando ganó el oro en hasta 57 kilogramos con triunfo sobre la local Dinanyris Furcal, dejó mudo al público al dominar de principio a fin y vencer en la final al dominicano Rowell Pier Jerez por 4-0.
La del taekwondoín tricolor fue la vigésima presea áurea para México en Santo Domingo 2003 y, en lo personal, su cuarta medalla en Juegos Panamericanos, luego del bronce en La Habana (Cuba) 1991 y de sendas de oro en Mar del Plata (Argentina) 1995 y Winnipeg (Canadá) 1999.
Así, Víctor Estrada disputó su última competencia en Panamericanos y se despidió como tricampeón, de cara a los torneos que le esperan en los próximos meses para obtener un lugar en los Juegos Olímpicos Atenas 2004.
Se puede decir que este día salió sobrado al tatami del Pabellón de Combate del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, con plena confianza reflejada en el rostro, dominador sobre sus cuatro rivales de la jornada y con constantes sonrisas hacia el público.
Por la mañana, en una jornada retrasada dos veces porque los jueces amenazaron con retirarse en caso de no recibir sus honorarios, venció 10-8 al venezolano Luis Alberto Noguera, el único de sus oponentes de ayer que se atrevió a atacarlo con vigor.
Los demás le tuvieron un respeto exagerado al ex campeón mundial, quien pacientemente, aunque ante el tedio de los aficionados, se dedicó a esperar y cazar a sus contrincantes, con patadas precisas y sin que ellos le provocaran mayor daño, ante lo cual un entrenador argentino comentó:
"Ese Víctor es un zorro viejo". En cuartos de final, Estrada se impuso al costarricense Kristopher Moitland por 4-2, y ya por la tarde, con casi dos horas de retraso por la protesta de los jueces, derrotó al haitiano Sanon Tudor por idéntico 4-2.
Del lado opuesto de la llave, Jerez había tenido triunfos que enardecieron al público quisqueyano, que abarrotó las gradas del Pabellón de Combate, pero que quedó en total silencio cuando vio la forma en que el mexicano dominó en la final.
Con una patada al rostro de esas que merecen el aplauso, Estrada marcó dos puntos en el primer round, para repetirle la dosis en el tercero al quisqueyano, cuyo error fue tenerle demasiado respeto al tricolor, que al final se llevó una victoria clara pese a perder un punto por doble llamado de atención.
Quizá en la memoria de Jerez estaba el recuerdo de la final que perdió en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe 2002 ante el propio Estrada, quien tras el combate pidió una bandera de México para dar la vuelta de la victoria alrededor de los tatamis.
El equipo mexicano de tae kwon do cerró así su labor en los decimocuartos Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003 con siete medallas, dos de ellas de oro, las de Víctor Estrada en más de 80 kilogramos e Iridia Salazar en la división de hasta 57 kilos.
Con plata regresarán a suelo mexicano Óscar Salazar (58 kilogramos) y José Luis Ramírez (80), y con bronce Erick Osornio (68), Carmen Morales (49) y Marlen Ramírez (67).
La única del representativo tricolor de tae kwon do que salió del Juan Pablo Duarte con las manos vacías fue María de Jesús Mata, eliminada ayer por la venezolana Adriana del Carmen Carmona, con marcador de 9-3, en la primera ronda de la división de más de 67 kilos.