Reciban todos los padres de la Comarca Lagunera y de Durango, un caluroso saludo de un padre que tiene la inmensa dicha de gozar con la presencia y compañía de su progenitor, don Jesús Chávez Almonte, en menos de tres meses empezará a pisar sus noventa y nueve años.
Todos aquéllos que me conocen muy bien, saben que nunca he sido presuntuoso, “aunque bien sabe Dios que tengo motivos suficientes para serlo”. Usted amable lector; ¿no cree que es motivo de presunción el tener un padre que ha recorrido todas las décadas del Siglo XX y el inicio del Siglo XXI?
Don Jesús nació en la ciudad de Durango capital, en la primera década del Siglo XX, “cuando aún gobernaba con mano de hierro don Porfirio Díaz”, nos comenta con voz clara y potente. Mi padre, a pesar de la contrariedad de sus hijos, tomó la decisión de vivir solo; él se prepara sus alimentos, (muy sanos por cierto), hace las compras del super, surte su cava personalmente, acude al banco y en general realiza todas las acciones de una persona en plena actividad. Su memoria es definitivamente mejor que la de sus hijos, lee y se interesa por todos los tópicos de actualidad.
Todos los días en punto de las dos de la tarde, comienza su hora feliz, todo un rito cotidiano, que consiste en tomar un refrescante vaso de vino tinto o cerveza, culminando la sesión con una generosa dosis de tequila, whisky o brandy; presume con justificado orgullo, que su hígado le ha salido tan bueno que piensa donarlo en su momento oportuno ya que hasta la fecha ese órgano no tiene bebida aborrecida. Sostiene “que el vino no es malo, lo que pasa es que está desprestigiado”. Jocosamente comenta: “Que tiene más de 84 años de tomar todos los días y no se le ha podido hacer vicio”.
Aprovecho para compartir con todos los padres de Durango y La Laguna, unos sabios consejos que don Jesús ha recopilado a través de su larga existencia y en los cuales se cifran los secretos del buen vivir y las normas para llegar a ser un homo longevo. Todas estas reglas las podrá leer en la columna epigrama, que aparece el día de hoy en este mismo diario.
Con todo lo que les platiqué de mi padre, ¿verdad que sí tengo motivos suficientes para presumir de mi viejo?
Torreón, Coahuila, a 15 de junio de 2003.