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Belgrado, Serbia y Montenegro.- El Papa Juan Pablo II llegó ayer a Croacia, donde beatificará a sor María Petkovic, una monja fundadora de la orden Hijas de la Misericordia de San Francisco, en el marco de su tercera visita al país balcánico y número 100 de su pontificado.
El Pontífice arribó al aeropuerto de la isla de Krk, cerca de Rijeka, ciudad portuaria engalanada con banderas croatas y vaticanas, los retratos del Papa en todos los comercios y el número 100, que se refiere al total de visitas hechas durante su pontificado.
Juan Pablo II fue recibido por los jefes de Estado y gobierno, Stjepan Mesic e Ivica Racan, respectivamente, miembros del gabinete y del Parlamento en pleno, así como el obispado, encabezado por Jopsip Bozanic, arzobispo de Zagreb, capital de Croacia.
En el pequeño aeropuerto de Omisalj se notó el doble significado de la visita: de Estado, según el gobierno croata que recibe al Papa con un destacamento militar para presentarle honores de jefe de Estado.
Y el pastoral, acorde a la visión de El Vaticano, y es por lo que asisten alrededor de tres mil personas, muchos vestidos de traje típico, y como ha solido suceder en sus visitas a otros países.
Despúes de la ceremonia de bienvenida, el jefe de la Iglesia Católica se trasladará a bordo de un ferry al puerto de Rijeka, donde tiene previsto entrevistarse con el presidente croata en el seminario mayor de la ciudad. Durante su estancia en Croacia, el pontífice visitará las ciudades de Dubrovnik, Zadar, Osijek y Dkakovo, sin embargo el momento culminante de su visita será hoy cuando beatificará en Dubrovnik a Petrkovic.
Juan Pablo II, de 83 años de edad, viaja acompañado por una nutrida comitiva, entre ellos el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Angelo Sodano, el portavoz Joaquín Navarro Valls y su médico personal, Renato Buzzonetti.
La televisión croata pone acentos sobre una nutrida presencia del clero de la vecina Eslovenia y recuerda que un poeta polaco vaticinó hace 150 años que uno de los Papas más importantes de la historia sería precisamente un sacerdote de Polonia.