Reuters
PEKÍN, CHINA.- El presidente cubano, Fidel Castro, conversó ayer con su homólogo y viejo aliado comunista, el líder chino Jiang Zemin, como preludio a su reunión con una segunda generación de líderes chinos en una visita de cuatro días a China.
Castro llegó a Pekín vistiendo su tradicional uniforme verde olivo, pero se puso un traje gris para su reunión con Jiang y una ceremonia de firma de acuerdos comerciales que se realizó después.
El líder cubano, quien visitó China por primera vez en 1995, contó ante una gran audiencia de funcionarios y periodistas cómo había vacilado cuando Jiang le preguntó en privado cómo eran las cosas en Cuba.
“Cuando escuché la pregunta, me dieron ganas de reír, porque cuando tanta gente me pregunta cómo están las cosas en Cuba, el cubano normalmente diría ‘muy bien’. Muy pocos cubanos dirían que nuestro sistema está ‘más o menos’ o incluso ‘mal’”, dijo.
“Yo tenía algunas reservas cuando escuché al compañero Jiang Zemin hacer la pregunta, porque la situación de China es muy buena. Pero no se preocupen, seré franco. Realmente pienso que la situación de nuestro país es excelente”, afirmó.
El líder comunista que más tiempo ha permanecido en el poder planeaba reunirse con importantes miembros de la nueva generación de líderes chinos, que se prevé serán nombrados para importantes puestos durante una sesión del Parlamento que debe comenzar la semana próxima, dijo un portavoz de la embajada cubana.