El abasto nacional tiene como base la importación de productos por las diversas vías
La comercialización de la cosecha del frijol que comenzará a levantarse en noviembre es uno de los principales problemas que deberá resolver en lo inmediato el nuevo delegado federal de la Secretaría de Agricultura, Julio de la Mora Razura, coincidieron en señalar las organizaciones campesinas Unión de Pueblos Emiliano Zapata y la Organización de Defensa Campesina.
Los dirigentes de ambas organizaciones, Francisco Acosta Llanes, coordinador estatal de la UPEZ, y Gustavo Pedro Cortés, de la ODC, mostraron alguna sorpresa por el cambio ocurrido en la Sagarpa el pasado miércoles 3 de septiembre, porque consideraron que Antenor Torróntegui Manjarrez estaba trabajando bien.
“Los problemas que enfrenta el campo no se resuelven con un simple relevo de funcionarios, es necesario que se defina una política de Estado, la cual no existe”, afirmó el dirigente de la ODC.
Entrevistados por separado, Acosta Llanes dijo que esperaba del nuevo delegado respuestas a la problemática que enfrentan los campesinos, y que uno de los problemas más apremiantes es la comercialización del frijol de la cosecha que viene, que se espera de 150 mil toneladas.
Recordó que aún había en bodegas alrededor de 20 mil toneladas de la cosecha pasada que no ha podido salir al mercado porque el precio no se ha recuperado, y está por debajo de los 5.00 y 5.50 pesos.
Por su parte, Gustavo Pedro Cortés afirmó que los campesinos querían soluciones. “Si el nuevo delegado de Sagarpa no trae propuestas concretas es mejor que se regrese de donde viene”.
Además de la comercialización del frijol, señaló que no se ha cumplido el Acuerdo Nacional para el Campo; es muy poco el avance y un retraso en la aplicación de los recursos.
“Otro de los problemas es la emigración de campesinos; Durango es un estado agrícola, no es industrial ni mucho menos exportador de materias primarias, por eso consideramos que el campo requiere una política nueva, que debe ser articulada por los tres niveles de gobierno y los productores”, añadió.
Reiteró que el Tratado de Libre Comercio mantiene al campo en crisis, principalmente en la comercialización de los productos agrícolas. “Sigue entrando frijol de contrabando y el gobierno no ha hecho nada para proteger la soberanía alimentaria del país”.
Una verdad triste es que el abasto nacional tiene como base la importación de productos por las diversas vías, por eso el país no tiene salida. Por eso, la organización que han alcanzado los campesinos se va a usar para exigirle al gobierno un trato justo.