04 noviembre 2003
Nueva Delhi, (EFE).- La suspensión del Parlamento durante dos semanas y el cese de tres ministros por la presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, junto a los movimientos militares en la isla, crean una grave crisis institucional que amenaza la estabilidad política del país y el proceso de paz.
Los sucesos han ocurrido mientras el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, rival político de Kumaratunga, se encuentra en Washington para tratar con las autoridades estadounidenses la propuesta de paz presentada el viernes pasado por la guerrilla secesionista de los Tigres de Liberación de la Patria Tamil.
Según dijeron diplomáticos destacados en el Sur de Asia, "las medidas adoptadas hoy podrían estar planeadas por Kumaratunga y su grupo, el Partido de la Libertad de Sri Lanka, con el apoyo de los militares, para convocar elecciones adelantadas e intentar arrebatar la mayoría parlamentaria a Wickremesinghe".
El Partido de Unidad Nacional del primer ministro arrebató el control del Parlamento y el Gobierno al de Kumaratunga en las elecciones celebradas en diciembre de 2001 y los próximos comicios legislativos están previstos para 2007.
La presidenta, elegida en comicios aparte cuya próxima convocatoria está prevista para 2005, ostenta la Jefatura de las Fuerzas Armadas y amplios poderes ejecutivos y ha acusado a Wickremesinghe de hacer "demasiadas concesiones" en busca de la paz a los tamiles, con los que ella propugna una "actitud firme", con el respaldo militar y de buena parte de la población cingalesa.
Comentaristas locales y diplomáticos coincidieron en señalar que el proceso de paz, en el que Noruega actúa como mediador, está comprometido, debido a las tensas relaciones de Kumaratunga tanto con los Tigres Tamiles como con las autoridades de Oslo.
Desde hace veinte meses, cuando los Tigres Tamiles declararon una tregua, Noruega intenta mediar para acabar con una guerra civil iniciada hace dos décadas que ha causado la muerte a unas 65.000 personas.
Kumaratunga empezó a crear cierta tensión con el Gobierno y los mediadores al pedir, el 23 de octubre pasado, la retirada del general noruego que manda los equipos de supervisión de la tregua, al que acusó de ayudar a la guerrilla tamil.
Los tamiles han acusado reiteradamente a Kumaratunga de "conspirar con las Fuerzas Armadas, en especial con la Armada, para boicotear las negociaciones de paz".
Por su parte, desde Washington, donde tiene previsto entrevistarse mañana con el presidente de EU, George W. Bush, Wickremesinghe ha afirmado que "la irresponsable y precipitada acción de Kumaratunga tiene el objetivo de sumir al país en el caos y la anarquía".
El primer ministro hizo un llamamiento "al pueblo ceilanés y a las Fuerzas Armadas" para que "mantengan la calma y permanezcan vigilantes frente a este deliberado intento de acabar con el proceso de paz en la isla", mientras aseguraba que seguiría su misión en EEUU, donde cuenta con el apoyo del Gobierno de Washington.
Los Tigres Tamiles, por medio de su portavoz, Daya Master, han señalado que, "hasta conocer más detalles de lo sucedido en Colombo, no tenemos ningún comentario que hacer".
Hoy, Kumaratunga decreto la suspensión del Parlamento durante dos semanas, tras haber destituido a los ministros de Defensa, Tilak Marapone, del Interior, John Amaratunga, y de Información, Imtiaz Bakeer Markar, tres de los impulsores del proceso de paz con los Tigres Tamiles.
Al tiempo que se conocía la destitución de los ministros, el Ejército ceilanés tomaba posiciones junto a la radio y la televisión nacionales y las infraestructuras esenciales del país, "para evitar incidentes indeseables", según dijeron mandos militares.
Los sucesos de hoy se producen un día después de conocerse que otros cuatro ministros ceilaneses mantienen ya conversaciones con los Tigres Tamiles sobre la propuesta de estos de una administración interina en el norte de Sri Lanka, con lo que se recupera el diálogo de paz tras siete meses de bloqueo.
El pasado viernes, la guerrilla tamil presentó a la administración de Colombo su primera propuesta política detallada para crear una Autoridad Interina de Autogobierno en la parte norte de la isla, de mayoría de población tamil.
La propuesta tamil, muy distante de las posturas de Colombo, contempla amplios poderes, incluidos los de negociar créditos internacionales y crear y recaudar impuestos, junto con la creación de un sistema judicial propio, para la Autoridad Interina.