Reuters
Washington, EU.- Una serie de informes publicados ayer mostró que el sector de la vivienda sigue al rojo vivo, y dio indicios de mejoría en el mercado laboral de Estados Unidos, pero una caída de la demanda de bienes duraderos hizo recordar que aún no hay una recuperación total.
La Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios de Estados Unidos (NAR por su sigla en inglés) dijo que las ventas de viviendas de segunda mano aumentaron 5.5 por ciento en agosto, a un ritmo anual de ventas desestacionalizado de 6.47 millones, un récord que superó la previsión de Wall Street, de 6.05 millones.
En otro informe que subrayó la fortaleza del sector de las casas, el Departamento de Comercio dijo que las ventas de viviendas unifamiliares nuevas crecieron 3.4 por ciento en agosto a un ritmo anual desestacionalizado de 1.15 millones, desde una cifra rectificada a la baja de 1,11 millones en julio.
En un tercer reporte, el Departamento de Trabajo dijo que las solicitudes iniciales para obtener el subsidio por desempleo disminuyeron más de lo esperado, a 381,000 en la semana del 20 de septiembre, desde una cifra rectificada de 400,000 en la semana anterior.
Pero el Departamento dijo que la mitad de la mejoría se debió al huracán Isabel, que provocó el cierre de varias oficinas de asistencia pública.
Aunque esos informes sugirieron que la economía podría estar ganando impulso, otro reporte del Departamento de Comercio sobre la demanda de los bienes duraderos de Estados Unidos mostró que la recuperación sigue siendo frágil.
Los nuevos pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos sufrieron el mes pasado una caída sorpresiva de 0.9 por ciento, dijo el Departamento de Comercio, al anunciar la primera baja registrada desde abril.
El resultado contrasta con los pronósticos de Wall Street de un incremento de 0.6 por ciento.
Aun cuando el informe sugiere que la recuperación en la actividad manufacturera podría no ser tan robusta como algunos analistas preveían, el departamento modificó al alza los datos de julio, a 1.5 por ciento, desde el incremento anunciado previamente de uno por ciento.
Datos mixtos
La caída de los pedidos de bienes duraderos fue liderada por una baja de 7.5 por ciento en los pedidos de los autos. Sin contar un descenso en los pedidos de equipos de transporte, los pedidos de bienes duraderos habrían bajado sólo 0.3 por ciento.
Los economistas dijeron que lo más desalentador fue el retroceso de 0.8 por ciento en los pedidos de los bienes de capital fuera del sector de la defensa, sin contar aviones, un renglón que para muchos es una señal de los planes de inversión de las empresas.
El retroceso sugirió que el largamente esperado repunte del gasto de las compañías sigue un poco más débil de lo que muchos habían esperado.
En un dato más favorable, el declive de las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo hizo que éstas bajaran a su mínimo desde inicios de febrero, incluso a pesar de que el promedio de cuatro semanas, que suavizó el impacto del huracán sobre los números, sugirió que el ritmo de los despidos no estaría desacelerándose mucho.
La cifra de cuatro semanas cayó ligeramente a 407,000 en la semana del 20 de septiembre desde 411,000 en la semana anterior, manteniéndose por encima de la marca clave de 400,000 por cuarta semana consecutiva.
Fue la cuarta semana seguida que el promedio ha estado por encima de la marca de 400,000. Los economistas consideran que las cifras superiores a ese número indican un mercado laboral en deterioro.
Pero el reporte también mostró que la cantidad de personas que siguieron pidiendo ayuda por desempleo en la semana del 13 de septiembre -la última para la que se tienen datos- cayó en 28,000, a 3.63 millones.
Los informes sobre el mercado inmobiliario mostraron que el sector, que ha sido un baluarte de la economía durante la recesión de 2001 y la irregular recuperación que le siguió, continuó siendo un punto de apoyo.