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Vivir en el Cerro de la Cruz; un martirio

Por: Cristal Barrientos Torres

El Siglo de Torreón

TORREÓN, COAH.- Tanto subir y bajar el ingrato cerro, ha terminado con la fuerza de más de una persona mayor. Los años pasaron y muchos han optado por llevar una vida de encierro. Sólo salen cuando las reumas o dolores no los dejan tranquilos y deben ir con el doctor, no más.

Y es que el Cerro de la Cruz no cuenta con la infraestructura adecuada para las personas de la tercera edad. Algunos se han roto los huesos en más de una ocasión, otros se resignan a llevar una vida de encierro porque las fuerzas se les terminaron hace muchos años y ya no pueden lidiar con tanta piedra y barranco.

Con más de 70 años, doña María de Jesús Aparicio Rodríguez ya no puede salir de la colonia Cerro de la Cruz. Sólo cuando se siente mal y tiene que ir al doctor. No le quedó más remedio que llevar una vida de encierro desde que empezó a hacerse vieja.

Doña María de Jesús dice que de joven nunca pensó en los problemas que con los años le ocasionaría haber decidido vivir en lo alto del cerro. “Debí haber escogido un terrenito allá abajo, pero en ese entonces ni se me ocurrió pensar que ya de vieja no iba a poder bajar el cerro”.

En tres ocasiones se ha roto las piernas. También se quebró el brazo. “Antes bajaba a tirón y tirón, pero ya no, de plano ya no salgo porque me da miedo caerme, lo que pasa es que el pavimento tiene muchos pozos, está muy feo”.

En el Cerro de la Cruz viven decenas de adultos mayores. Doña María de Jesús cree que si las autoridades rehabilitaran el pavimento, tal vez “los menos viejos” podrían bajar con más seguridad. Pero dice que ahora ya no tiene fuerzas para andar de “argüendera” en la presidencia municipal como cuando era joven.

“Ya anduve mucho tiempo en el argüende, cuando queríamos pavimento, alumbrado, o que quitaran las piedras, íbamos a la presidencia municipal, pero ya no. En ese entonces sufrimos mucho para que nos ayudaran, ahora menos lo harían, ojalá que lo hicieran porque así de perdido ya no batallarían para bajar nuestras cajas cuando nos muramos”.

El progreso de la colonia Cerro de la Cruz, dice, fue a base de mucho sacrificio. Las cosas eran más sencillas, cuando los políticos querían el voto, entonces aprovechaban para sacar algún beneficio para la colonia a cambio de juntarles gente para sus eventos.

“Pero ahora ellos –los políticos- siguen frescos como una lechuga, ya ni se acuerdan de nosotros ni siquiera porque les ayudamos a tener lo que ahora tienen, de perdido deberían hacer algo por toda la gente vieja de aquí que cuando joven les ayudó. Muchos años fui argüendera de los priistas y no tengo nada de ellos, ni un socorro, por eso les digo a las señoras que ya no les den ni una firma”.

María de la Luz Romero Moreno también tiene su historia. En una ocasión al tratar de bajar el cerro se descalabró. Dice que sintió cómo la vista se le nublaba y para cuando despertó ya estaba toda ensangrentada.

A consecuencia de la diabetes que padece, cada tercer día debe acudir con el médico para realizarse una hemodiálisis. “Antes estamos vivos los viejos de aquí, tanta piedra y luego el pavimento con tanto pozo”.

A sus 57 años, María de la Luz debe enfrentar cada tercer día la falta de transporte y las malas condiciones del pavimento, pero sobre todos los difíciles accesos a la colonia Cerro de la Cruz: “tengo que andar pagando taxis porque sola cuándo puedo”.

La falta de servicio médico también es un problema que aqueja a las personas de la tercera edad del Cerro de la Cruz. María de la Luz sí cuenta con Seguro Social y dice que en ocasiones acuden brigadas médicas a una escuela de la colonia, pero casi nadie va porque no pueden caminar hasta el lugar, así que de nada sirve.

María de Jesús no tiene Seguro Social, su esposo trabaja como “liebrero” en la Alianza, pero él también está viejo y sufre todos los días por subir y bajar el Cerro de la Cruz, para sólo ganar como 40 pesos.

A los políticos se les olvidó que María de Jesús vive en la calle Andrés Terán, número 144 y que María de la Luz en el número 143 de la misma calle. “Cuando teníamos fuerzas los ayudamos, pero ahora ellos no se acuerdan que aquí hay muchos viejos que necesitamos su ayuda”.

Y mientras los políticos se acuerdan de esos tiempos, las personas de la tercera edad del Cerro de la Cruz, seguirán con una vida de encierro hasta que el pavimento y los accesos a la colonia estén en mejores condiciones.

Cómo ayudarlos

De acuerdo a las personas de la tercera edad, el Ayuntamiento puede ayudarlos de la siguiente manera:

· Rehabilitar el pavimento

· Mejorar los accesos a la colonia

· Construir escalinatas con pasamanos

· Establecer una ruta de combis

· Enviar brigadas médicas casa por casa

· Entregar despensas a las personas de la tercera edad

FUENTE: Vecinos de la colonia Cerro de la Cruz

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