México, (Notimex).- El pianista ruso naturalizado estadunidense, Vladimir Horowitz, uno de los concertistas más famosos del siglo XX y quien durante toda su carrera musical logró reunir 27 premios Grammy, nació el 1 de octubre de 1903 en Kiev.
Horowitz realizó sus primeros estudios de piano a los seis años de edad, al lado de su madre, y a los 15 entró al Conservatorio de su ciudad natal, donde se formó con Félix Blumenfeld, quien había sido alumno de Anton Rubinstein.
En 1921 se graduó con honores e inició su carrera como concertista, debutando con gran éxito en la ciudad vecina de Kharkov.
Luego vendrían sus triunfos en Moscú y Leningrado (ahora San Petersburgo), llegando a ofrecer 70 conciertos en la temporada 1924-1925.
Con el dinero que obtuvo se trasladó a Occidente para presentarse en Berlín, Hamburgo y París, siendo pronto contratado para realizar una gira por Estados Unidos en 1928.
En Nueva York debutó en enero de 1928 tocando el primer concierto de Tchaikovski bajo la batuta de Thomas Beecham. Aunque por entonces reinaban virtuosos como Rachmaninov o Paderewski, Horowitz fue recibido con entusiasmo por el público estadunidense y rápidamente se convirtió en uno de sus pianistas favoritos.
Su actuación en Estados Unidos suscitó la admiración tanto del público como de la crítica, que alabaron su fuerza, sus facultades técnicas y los matices de sus interpretaciones.
En 1933 actuó por primera vez con Toscanini, con cuya hija Wanda se casó en diciembre de ese año. En 1940 se estableció en Nueva York y dos años después obtuvo la ciudadanía estadunidense.
Como ciudadano norteamericano ayudó a recaudar millones de dólares durante la época de la guerra; de hecho, en un solo concierto acumuló 11 millones de dólares, y despuédicó a apoyar a algunos artistas talentosos.
Entre sus grandes interpretaciones destacan las ejecuciones de grandes y reconocidos compositores, como el húngaro Franz Liszt y de los rusos Serguei Rajmaninov y Aleksandr Scriabin.
También compuso importantes paráfrasis de la ópera "Carmen", de George Bizet, de la marcha "Stars and Stripes Forever", así como grabaciones discográficas de muy diversos compositores.
Durante las décadas de los años sesenta y setenta se hizo de un enorme grupo de admiradores incondicionales y las entradas para sus actuaciones solían agotarse rápidamente. No obstante que estuvo largas temporadas alejado de los escenarios (1936-1938, 1953-1965, 1968-1974, 1983-1985) Horowitz ofreció muchos recitales y conciertos a lo largo de su carrera.
Su esperada y anunciada vuelta a los escenarios, a mediados de los ochenta, comenzó con una gira de conciertos por la Unión Soviética, donde no había actuado desde hacía 61 años.
El retorno del músico a Rusia en 1986 acaparó una considerable atención, por lo que continuó grabando, además de realizar un documental sobre su vida en 1985.
Vladimir Horowitz, cuyas grabaciones lograron reunir 27 premios Grammy, se mantuvo en los escenarios hasta poco antes de su muerte, ocurrida en noviembre de 1989.