“PIRATERÍA”
Por Moisés Rodríguez Escobedo
Para ilustrarme en el tema de hoy y no hablar de oídas, consulté el vocablo “Piratería” en el tumbaburros de Selecciones del Reader’s Digest y he aquí lo que encontré:
-“Sustantivo femenino. Ejercicio de ‘pirata’. La ‘piratería’ ha desaparecido hoy en todo el mundo, salvo algún caso aislado, y es delito punible en los tribunales de todos los países según el derecho internacional...
Ya no pude seguir leyendo porque me ganó la risa.
Sofocado y con lágrimas que me borraban la visión, cerré el diccionario y con doce pesos en los bolsillos me encaminé al paraíso de la “piratería”, ahí a un ladito del ex Banrural, enfrentito de la plaza, con la intención de comprar el disco compacto Greatest Hits, de John Lennon, donde seguramente vendrá incluida Imagine.
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Joaquín Sabina, el viejo músico, rockanrolero y poeta español, en una de sus bien logradas canciones canta a ritmo de rock:
-“Pero si me dan a elegir entre todas las vidas, yo escojo la del ‘pirata’ cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo, el viejo truhán, capitán de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera”.
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Palabras más, palabras menos, esto me informó mi agente secreto honorario:
-“Veinte camiones materialistas, debidamente registrados en Hacienda y poseedores de placas de servicio público, exigieron al jefe de la vialidad municipal que impidiera la circulación de 150 camiones materialistas “piratas”, ya que éstos representan una competencia desleal porque abaratan los fletes debido a que no pagan ninguna clase de impuestos. El ciudadano-profesor-jefe de tránsito, se negó a tal petición y justificó su negativa:
-“El pueblo se me echaría encima”.
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Mi compadre Agapito, para ya no pensar tanto en la pobreza que como chinche se le adhiere a la piel, para distraer su desilusión por este sexenio del cambio, para adormecer el cansancio de esperar la ayuda de la fundación Vamos México, para mitigar el desengaño de que los pobres son el desvelo de doña Martha Sahún, para olvidar sus pesares, a mi compadre Agapito le ha dado por buscar soluciones a los problemas del pueblo.
Tiene un proyecto, que desea presentarlo en una junta de Cabildo, donde propone dos líneas de acción para la rehabilitación del reloj público, no sin antes reprocharles a los señores de la política su injustificable abandono a nuestro símbolo más representativo.
La primera opción es que se nombre una comisión que sea integrada por el Cronista de la Ciudad, los titulares de Difusión Cultural, Junta Patriótica, Museo Municipal y Obras Públicas, invitándose a participar a las asociaciones civiles: Club Cámara Junior, Club Rotario y Galpón Cultural, para que unidos en la búsqueda del bien común, todos ellos aporten sus ideas para que regrese el tic-tac del olvidado reloj.
La segunda recomendación y la más extrema, sería que el Tesorero municipal vaya –en un autobús “pirata”- a comprar con los fierreros de Juárez un reloj que funcione, sin importarle que sea usado o de marca “pirata”.
Nomás que haga tic-tac.