Reuters
BAGDAD, IRAQ.- A pesar del aumento de la presión mundial para conceder más tiempo a los inspectores de armas de la ONU, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dijo ayer que había discutido el uso de bases turcas para un posible ataque contra territorio iraquí.
Los inspectores deberán entregar mañana al Consejo de Seguridad de la ONU un informe clave sobre el progreso de su búsqueda de armas nucleares, químicas y biológicas que, según Washington, Iraq posee. Bagdad niega la existencia del tal arsenal.
En Washington, funcionarios gubernamentales dijeron que el documento pondría en marcha la fase final de consultas, ya que Estados Unidos estaba cerca de tomar una decisión sobre el posible derrocamiento del presidente iraquí, Saddam Hussein, por la fuerza si fuera necesario.
Grecia, que en la actualidad preside la Unión Europea, destacó que está surgiendo un consenso en las 15 naciones que conforman el bloque europeo acerca de la necesidad de que los inspectores de la ONU dispongan de más tiempo en Iraq si su jefe, Hans Blix, y el director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Mohammed ElBaradei, así lo solicitan.
“Es obvio que existe el consenso de que, efectivamente, deberíamos darles el tiempo necesario si lo solicitan”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Grecia, George Papandreou, en una conferencia de prensa durante el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
Papandreou dijo que esperaba que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, que se reunirán mañana en Bruselas, den todo su apoyo a las gestiones de la ONU para resolver el problema de las supuestas armas de exterminio en Iraq, e instó a hallar una solución diplomática a la crisis.
Por su parte, Powell expresó que había sostenido “una amplia discusión” sobre el uso de bases turcas con el primer ministro de Turquía, Abdullah Gul, y con el líder de AKP, partido gobernante en esa nación, Tayyip Erdogan, durante un receso del Foro de Davos.
A la pregunta de si surgió un plazo límite para un acuerdo durante la reunión de 75 minutos, Powell contestó: “No discutimos plazos. Ellos tienen un buen sentido de cuándo es el momento oportuno”.
“Ellos entienden
nuestras necesidades”
“Ellos entienden nuestras necesidades y comprendo bien su situación política y parlamentaria, y estamos en estrecho contacto”, dijo Powell.
Gul calificó las conversaciones como “fructíferas y útiles” y añadió: “Nadie quiere la opción de la guerra, deseamos la paz.
Pero, claro, es normal que haya preparación para cualquier eventualidad”.
Gul, hablando en vivo para la televisión turca desde Davos, dijo que Powell había elogiado los esfuerzos de Ankara por hallar una solución pacífica al conflicto con Iraq, entre éstos una reunión el jueves de ministros de Relaciones Exteriores del Oriente Medio.
“El secretario Powell dijo abiertamente que nadie quería la guerra, que todos preferían una solución pacífica”, señaló Gul.
Fuentes estadounidenses en Washington dijeron que Estados Unidos deseaba desplegar al menos 15,000 tropas en Turquía para abrir un “frente norte” contra Bagdad en caso de una guerra.
A cambio, Washington está ofreciendo un paquete económico y militar a Turquía de casi 14,000 millones de dólares en tres años.
Powell desestima conversaciones con Iraq en Suiza
Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores de Suiza, Calmy-Rey, también se reunió ayer con Powell y, según un portavoz de su ministerio, ofreció el territorio neutral suizo para unas conversaciones de última hora entre Estados Unidos e Iraq, en un esfuerzo por evitar una guerra entre ambas naciones.
“La ministra hizo alusión al hecho de que conversaciones similares se celebraron aquí en el pasado. Esa fue la extensión de su referencia”, dijo Powell a periodistas.
En 1991, el entonces secretario de Estado norteamericano, James Baker, se reunió en Suiza con el viceprimer ministro iraquí, Tareq Aziz, en lo que fue un fallido intento de persuadir a Bagdad para que retirara sus tropas de Kuwait en la víspera de la Guerra del Golfo.
Powell añadió que la ministra “hizo una referencia amable y transitoria. Hay muchos lugares donde podemos conversar”.
Antes, cuando se dirigía hacia Davos, Powell también dijo que potenciales aliados de Estados Unidos preferirían una nueva resolución del Consejo de Seguridad autorizando el uso de la fuerza contra Iraq, pero no insistirían en esta.
“No estaremos solos, eso es seguro. Puedo recordar de memoria al menos una docena (de países), y estoy seguro de que habrá más”, afirmó.
En Bagdad, un iraquí que se cree era un científico visitó el sábado un hotel donde se albergan los expertos de la ONU, un día después que Washington acusó a Iraq de bloquear reuniones privadas entre científicos y los inspectores.
El hombre estuvo allí durante una hora y media y salió portando documentos y negándose a hablar con la prensa. Los inspectores de la ONU han dicho que no lograron persuadir a otros dos científicos iraquíes y a un experto de participar en entrevistas privadas.
Ayer, un poco antes, un hombre con tres cuchillos trató de entrar en la sede de los inspectores de la ONU en Bagdad, pero fue detenido por los guardias, dijo un portavoz de Naciones Unidas. En un segundo incidente, un hombre trató de detener la caravana en que viajaban los inspectores.
Los incidentes, que se produjeron cuando los equipos de investigadores se dirigían a trabajar, son los primeros de este tipo en Iraq desde el regreso de los inspectores en noviembre, tras cuatro años de ausencia.