Agencias
NUEVA YORK, EU.- "Me asusta pensar que la gente en este país haya perdido la habilidad de emitir su opinión sin temor a las consecuencias", afirmó la actriz Whoopi Goldberg, cuya nueva comedia televisiva se estrenó anoche en Estados Unidos.
La intérprete, que protagonizará la serie Whoopi, en la que encarna a una cantante venida a menos que se dedica a administrar un hotel en Nueva York, piensa utilizar su comedia para criticar ciertos aspectos de la política de su país.
"Si uno se opone a la guerra y trata de explicar su postura, es tratado de antipatriota, especialmente en la comunidad artística.
Esto es una ironía, porque si se está contra la guerra es porque uno no quiere que muera nadie", explicó en declaraciones al Daily News.
La actriz escribió uno de los guiones de su serie basado en los últimos acontecimientos en Iraq.
"Quiero resaltar el hecho de que Estados Unidos regresó a la ONU, suplicando por su ayuda (en Iraq)", comentó.
"Observé cómo la administración Bush trató a los que se opusieron a la guerra y la forma arrogante en la que trató a las Naciones Unidas", agregó.
Además de abordar temas como la política exterior de Washington, Goldberg hace mención en su show a los errores en la pronunciación del presidente, las leyes en contra de los fumadores, la nueva agencia de seguridad nacional y las diferencias de raza.
Pero uno de los personajes más controvertidos de su serie es el interpretado por el comediante persa Omid Djalili. El actor encarna a Nasim, un empleado del hotel, entrenado por la "milicia iraní para construir un sistema de misiles".
Djalili había firmado un contrato para realizar su propio show televisivo antes de integrarse a la serie de Goldberg.
"Pero estalló la guerra en Iraq y no pensamos que fuera el momento adecuado para lanzar el show", dijo Djalili.
El comediante es la principal fuente de numerosas ocasiones humorísticas en la serie, especialmente en relación al Cercano Oriente, el terrorismo y el 11 de septiembre.
Tras grabar varios episodios, Goldberg afirmó que no escuchó comentarios negativos por parte de los ejecutivos de la cadena NBC, en relación al contenido crítico de su show.
"Tengo carta blanca, puedo hacer un show político y controvertido mientras que resulte divertido y tenga sentido", dijo la actriz.