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Y el dinero no llega para ex braceros

POR CECILIA AGUILAR ACUÑA

Fondo de ahorro, sólo una promesa. La lección: "vivir en los Estados Unidos es muy pesado, una vida de encierro y mucho sacrificio".

TORREON, COAH.- Para Jesús Mora Gutiérrez, quien participó en el programa Bracero en los años 1942-1962, la oportunidad de recibir el recurso de su Fondo de Ahorro parece un sueño. También lo parece ser aquella experiencia vivida en los Estados Unidos. La necesidad y la curiosidad de un muchacho de 18 años, lo llevó a laborar en los campos de aquel país.

Comenta que la primera ciudad que conoció fue Chicago, Illinois, donde “el frío le calaba hasta los huesos”. Fue en los años de 1952 y 1955 cuando estuvo por allá, cumpliendo un contrato de seis meses.

Él iba y regresaba a través de la frontera, “pues nadie podía quedarse más tiempo de lo estipulado”. Así como en Chicago, también en Arkansas, en Montana y en Michigan, Mora Gutiérrez trabajó en la pizca del algodón.

“Es que en aquel tiempo los güeros tenían mucha necesidad de mano de obra mexicana, pues el gringo ni qué esperanzas de que anduviera como nosotros ahí empinado y haciendo labores muy pesadas”, comenta.

“Yo creo que fue una bonita experiencia... ah, pero eso sí, muy pesada, pues allá se va a trabajar y no se anda uno con juegos”, dice y agrega que los gringos siempre se han hecho tontos, “pues nadie como los mexicanos para trabajar”.

Jesús Mora, como muchos ex braceros sobrevivientes, tiene la esperanza de poder ver antes de morirse el dinero del Fondo de Ahorro que se les prometió.

La historia

La forma en que se operó el Programa Bracero fue a través de un convenio binacional, entre los gobiernos de México y Estados Unidos en el año de 1942 para la contratación de trabajadores mexicanos.

En lo que corresponde al norte del país, se contrataba a los trabajadores en Chihuahua, Monterrey y Cuidad Juárez y de acuerdo a las características de cada uno de ellos, los designaban a las áreas donde más se necesitara la fuerza de trabajo.

Esta demanda de mano de obra mexicana fue particularmente porque Estados Unidos había entrado a la Segunda Guerra Mundial y posteriormente a la guerra con Corea.

Los braceros eran enganchados en todo el país normalmente por los propios agentes tanto de la Secretaría de Gobernación (Segob) y de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Después de pasar a la frontera, eran revisados y les realizaban exámenes médicos de todo tipo, rapaban a los que iban con el cabello largo, los enfilaban para bañarlos con manguera con gran torrente de agua, lo que era humillante para los trabajadores.

Nadie sabe la cifra exacta

Hace aproximadamente cinco años, Carlos Marentes, quien encabeza en Texas una organización en El Paso, al serle presentados unos contratos de trabajo a través de unos ex braceros, se dio cuenta de que aparecía una cláusula donde a los mexicanos que iban contratados por los Estados Unidos, se les había rebajado un diez por ciento de su salario para integrar un Fondo de Ahorro.

El ex diputado local y asesor de la Unión Ex Braceros Francisco Villa, Francisco Ibarra Ríos, explica que “el dichoso fondo nunca se les regresaba porque los contratos eran fundamentalmente por seis meses, pero siempre quedaba la promesa de volverlos a contratar e incluso a algunos de ellos les daban reconocimientos de buen trabajador y con esa esperanza, nadie pensaba en reclamar el Fondo de Ahorro, además que no sabían con quién dirigirse”.

Esos contratos eran para trabajar, especialmente, en tres áreas: Ferrocarril, Campo (particularmente cosecha de algodón y hortalizas) y, en menor medida, en las minas.

De manera tal que, al cabo de varios años que estuvieron renovando contratos. “Después de 60 años de los primeros contratos, es cuando la gente empieza a preguntarse lo que había pasado con ese Fondo de Ahorro”, dice Ibarra Ríos.

Se habla de un promedio de cinco millones de ex braceros aproximadamente, “pero nadie tiene la cifra exacta, pues hay quienes hablan de diez millones, ya que algunos estuvieron rotando, algunos duraban tres o cuatro y otros hasta seis meses, pero sí fue una cantidad importante de trabajadores que estuvieron en los Estados Unidos”.

El registro

Carlos Marentes empieza a levantar un padrón para tratar de registrar a toda esta gente y en el norte de México, la única coordinación que hubo se estableció en San Pedro, Coahuila, a través de una persona que trabajaba en las oficinas del Archivo Municipal de nombre Ángel Cano.

Él, por encargo de Carlos Marentes, empezó a hacer el registro de los ex braceros, venía gente de Zacatecas, Nuevo León y hasta de San Luis Potosí, de manera tal que levantó un padrón de aproximadamente cuatro mil ex braceros.

Les recogían los documentos originales con la idea de rescatar ese recurso, pero lamentablemente fueron a parar a las oficinas de Marentes en El Paso.

“Estamos hablando de micas y contratos de trabajo originales y otros documentos que demostraban la residencia en los Estados Unidos como trabajadores y ahora que la Segob los está pidiendo para poder hacer el registro correspondiente y que además admite hasta copias fotostáticas, muchos de ellos ni con eso se quedaron, inclusive otros nunca guardaron nada”, explica el ex diputado Francisco Ibarra.

Con el programa constituido por Carlos Marentes, se empezaron a conformar otras organizaciones de ex braceros, en México fundamentalmente.

La Alianza Braceroproa

La Alianza Braceroproa tiene ramificaciones por todas partes y la dirige Ventura Gutiérrez, una persona que tiene ambas nacionalidades y que es hijo de Michoacanos que radican en los Estados Unidos. La Unión de Braceros Francisco Villa coordina esfuerzos con dicha asociación.

Ventura Gutiérrez empezó a hacer contacto con otras personas, particularmente en Monterrey y Michoacán, donde formó una alianza.

Ibarra Ríos manifiesta que en el trienio pasado se buscó el apoyo de la Cámara de Diputados e incluso se formó una comisión especial por acuerdo del pleno para que investigara el destino de este Fondo de Ahorro de los ex braceros y para que buscara alternativas de solución.

Dicha comisión estuvo integrada por 11 diputados federales y encabezada por el diputado michoacano Sergio Acosta Salazar y una vez que empezó a avanzar en la investigación encomendada, hicieron reuniones regionales y eso sirvió para que se aglutinara la gente.

Hubo reuniones en Chihuahua y Michoacán donde se juntaban más de tres mil ex braceros movidos por la esperanza de obtener algún beneficio después de estar trabajando en los Estados Unidos.

Vendedores de ilusiones

Después de esto las organizaciones de ex braceros se empezaron a multiplicar y poco a poco se ha desviado del objetivo principal, ya que cada quien trae su propia dinámica de trabajo y su propia estrategia para lograr el objetivo: que es el que se les devuelva su Fondo de Ahorro o que les otorguen una compensación.

Ibarra Ríos comenta que existe en San Pedro un líder de nombre Francisco Gonzáles Mata, que aparece en los medios de comunicación y que con una simpleza le dice a la gente que ya está el recurso y que les van a dar 60 mil pesos entregados en abonos de dos mil pesos mensuales, “una serie de cosas que son falacias”.

En Piedras Negras, un regidor también por medio la prensa anunció que ya estaba el recurso de los ex braceros y que se canalizaría a través de él y hasta hubo gente que se movilizó de Nueva Rosita y Monclova para entrevistarse con él, “y así en todo el país seguramente existen vendedores de ilusiones”.

Lo que queda es seguir presionando, manifestándose, “nada ganamos que aquí en la región se muevan 100 ó 200 ex braceros; éste tiene que ser un movimiento nacional fuerte. Si no hay nada de esto, seguramente el Gobierno Federal no hará mucho, éste es el momento de la presión para que haya respuesta”.

El 15 de octubre se termina el registro, “por lo menos la primera parte, pues se supone que debe haber un corte y se supone que debe ser enviado a la Segob y ésta debe informarlo a la Secretaría de Hacienda para ver la posibilidad de destinar una partida para este caso, pero son suposiciones... nada más”.

Caso extraordinario

Curiosamente, a partir de que se empieza a mover este asunto, ha habido devolución de recursos, particularmente en lo que corresponde a los que trabajaron en el Ferrocarril.

“Como que ellos tomaron más en serio esta problemática y empezaron a buscar algunos cheques olvidados y los enviaron a quienes laboraron con ellos. El caso es que el 80 por ciento de los que trabajaron en Ferrocarril, ya recibieron este beneficio”, dice Francisco Ibarra Ríos.

Anteriormente, ya les habían devuelto al 60 por ciento y como quedaron pendientes algunos cheques, de cinco años a la fecha, los empezaron a distribuir.

“De la Comarca Lagunera no he tenido conocimiento de alguien que haya recibido su cheque, pero sí del lado de Nuevo León y Saltillo, ya que aquí casi nadie trabajó en el Ferrocarril, sino en las labores agrícolas”, dice el asesor de la Unión Ex Braceros Francisco Villa.

Duro trabajo, nada de ahorro

Encarnación Castro Vázquez, ex bracero, dice que recuerda cómo para cenar tenía que levantarse a las cuatro de la mañana para alcanzar, “pues es que estábamos en aquellas góndolas cerca de cuatro mil braceros y si queríamos llenar la barriga, había que apurarse”.

Él participó en el programa Bracero durante el período de 1953-1954, por contratos de tres meses, también trabajaba por temporadas en distintas ciudades norteamericanas como en Denver, Colorado en la limpia del betabel.

Recuerda que tenía 17 años cuando emprendió el viaje. “A uno de joven se le hace fácil, pero realmente pienso que vivir en los Estados Unidos es muy pesado, una vida de encierro y mucho sacrificio y por más dólares que uno gane, no se compara con lo nuestro”.

Dice que el gobierno cobraba 30 dólares por cada bracero, “de esa cantidad, luego los gringos nos rebajaban un diez por ciento para el Fondo de Ahorro y todo ese dinero fue a parar a manos del Gobierno mexicano, que no reparó en quitarle a su gente lo que merecía, por lo duro que fue trabajar allá”.

Las alternativas

Si bien la Secretaría de Gobernación no desconoce el derecho que tienen los ex braceros a solicitar el Fondo de Ahorro, el Gobierno Federal no ha emitido una promesa o compromiso de entregarles algún recurso.

“Algunos grupos lo han aprovechado para agenciarse recursos, como Ccudepo, donde les pidieron dinero para ciertos trámites”, comenta Francisco Ibarra Ríos, asesor de la Unión Ex Braceros Francisco Villa.

Quien habla de cantidades o mensualidades, engaña a esta gente, manifiesta. Señala que solamente la organización de los ex braceros y la movilización en la medida de sus posibilidades —ya que la mayoría son ancianos— forzará al Gobierno a emitir una respuesta.

El ex diputado local informa que si hubiera posibilidades de algún recurso, tuviera que ser programado en el Presupuesto de Egresos del año 2004.

En caso de que el Gobierno Federal no enviara ninguna iniciativa, existen diputados que las han presentado, “y ojalá la defiendan al emitir su Presupuesto de Egresos del año 2004 (...). Hay cuestiones históricas, de carácter de deuda social con los ex braceros, ya que las remesas que envían los trabajadores legales o ilegales de Estados Unidos a México, han sido la segunda fuente de ingresos al país, después del petróleo”.

“Esta gente ha sostenido al país durante años y años en cuanto a trabajo, a precio de humillaciones y muertes diarias de quienes intentan llegar a Estados Unidos”.

“El que no tengas un registro y que la gente no tenga con qué demostrar su estancia en los Estados Unidos, se me hace una situación perversa del Gobierno Federal, porque ellos no pasaron de “mojados”, pasaron legales, bajo contrato, les pusieron su registro antes de irse y cuando entraron a los Estados Unidos, ya que no estaba dispuesto a dejar pasar a cualquiera, por eso, ambos países deben tener registros oficiales de todo esto”.

Este apoyo, “se ha hecho con los ahorradores de las cajas de ahorro, donde nada tenía que ver el Gobierno Federal y sin embargo destinó una compensación justa para ellos”. También se ha favorecido a constructores de carreteras y para los ingenios azucareros.

En San Francisco, California, se presentó una demanda de clase hacia ambos países para exigir la devolución del Fondo de Ahorro, “el juez de la corte había prescrito el derecho de los ex braceros para reclamar ese recurso y hace dos meses, el mismo juez que conoce del recurso de apelación, admitió conocer la demanda, pero solamente a lo que respecta a Estados Unidos, ya que dijo que la corte no estaba facultada para atender demandas en contra del gobierno mexicano”.

Con esto no quiere decir que ya resolvió el problema, “lo que se busca (...), es que el gobierno de los Estados Unidos se sienta obligado a proporcionar a los abogados de los ex braceros toda la información que tenga sobre ellos, pero si se lava las manos, que demuestre que no tiene nada que ver en este asunto y que solamente le atañe al Gobierno mexicano”.

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