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¡Ya basta de mentiras panistas!/Satiricosas

Manú Dornbierer

La campaña para el (intento de) reposicionamiento panista después del seis de julio es evidente en todo el país y especialmente burda y cínica en lo que atañe a la propaganda de las secretarías. Es más obvio que nunca que la base de la filosofía del neo-Pan es la mentira. Este goebbeliano gobierno, probadamente mentiroso desde la campaña de Fox , emite falsedades con el cinismo más impresionante frente a los hechos. La mentira panista hoy se ha vuelto cuando menos tan repugnante como la de su viejo-nuevo aliado, el PRI.

La secretaría de comunicaciones y transportes -para muestra basta ese botón- es de momento la campeona en la materia. Aprovecha los medios electrónicos, en los que no se puede tocarla ni con el pétalo de una rosa por aquello de “las concesiones” para difundir mentirotas en vez de ocupar el dinero y la energía en hacer algo. ¿Cómo se le ocurre a Pedro Cerisola atosigar con anuncios de como cumple “el gobierno del cambio” a un pobre México en el que : Uno.- Ya no existen los ferrocarriles porque los tostoneó impunemente Zedillo . Para reconstruir una red ferroviaria no busca Fox inversión extranjera, sólo para los negocios que le pueden dar inmediatos dividendos a Halliburton.

Dos.- Las carreteras libres están en el último grito y las de paga bien mantenidas siguen enriqueciendo , porque les pertenecen , a bandidos como los Salinas. Por ejemplo la de Toluca, la más cara del mundo, o la de Cuernavaca que Carlos Salinas “bursatilizó” en la bolsa de Nueva York en 1993 a través del de Petriccioli y de la que sin duda tienen paquetotes de acciones el propio pelón y sus socios. En cuanto a la carretera del Sol, de Cuernavaca a Acapulco: 450 pesos de peaje, y a cargo del gobierno, se está literalmente desahaciendo. Fue construída por el propio Salinas para su cuñado Ruiz Massieu y resulta que salvo los puentes -el del Río Balsas es uno de los más bellos del mundo- por los que ganó un premio internacional el ingeniero mexicano que los hizo, es un literal caos, porque el trabajo rápido y mussoliniano ordenado entonces fue equivocado. En vez de hacer túneles, como en toda zona densamente montañosa , sin ningún respeto a la Sierra Madre, la gente de Salinas la desgajó. Cientos de cerros fueron partidos a la mitad y hoy toman venganza. Los cubren de toda suerte de costosos materiales inútiles, salvo vegetales ( porque en esos ,aunque serían los mejores, no hay buena ganancia) y estos se derrumban sobre la autopista, llena de peligrosos vados.

Tres.- El transporte aéreo interno es más caro que en cualquier país. Sin hablar de Atenco, ¿de qué rayos se ufana Pedro Cerisola? La atención general se distrae: con las “viejas que vienen marchando”, con Barrio al que le falla el corazón, con Felipe Calderón, caballero andante de Madrazo para entregar la energía, con los intentos de unos y de otros para detener a López Obrador y no nos enteramos de mil mentiras y bajezas más. que suceden en otros ámbitos del país.

Las mentiras en el estado panista de Baja California, indignan. El amigo Raúl Ramírez Bahena, ex Procurador de los derechos humanos de Baja California, escribió un artículo desolador a propósito de la presentación de Luciano Pavarotti el pasado 18 de octubre para coronar las celebraciones del Centenario de Mexicali y... dejaron fuera a la comunidad indígena Cucapá de este importante evento curiosamente en la región que ellos poblaron desde hace más de siete mil años. Ramírez lo llamó: “Pavarotti sin Cucapas” y explica: “Cuidadosamente establecieron que el evento se realizara a mil 600 metros de la autopista Mexicali-Tijuana, en la Laguna Salada, justo 400 metros antes de donde comienza el territorio que jurídicamente se les reconoce a partir de la resolución publicada en el Diario Oficial de la Federación el 23 de noviembre de 1973 (143,043 Has.). El proyecto original contemplaba realizar el concierto en territorio Cucapá, lo que hubiera beneficiado sin duda a esta tan olvidada y castigada etnia nativa de nuestro Estado. Al realizar el concierto fuera del territorio en cuestión, obviamente se evita también hacer partícipe a la comunidad indígena de las utilidades que se generarían ¿puede usted imaginar cuánto?, que mucho se habla serán distribuidas entre organismos asistenciales. Independientemente de que los terrenos del concierto sean o no de los Cucapás, jurídicamente hablando, esa es un área que históricamente les compete porque en toda esta región asentaron su cultura, incluso en territorio hoy estadounidense, por lo que justo sería que reciban también una participación, quizá no en dinero, pero si en servicios que tanta falta les hacen, comenzando con el suministro de agua potable, que es una demanda de años que no ha sido satisfecha. Como premio de consolación, por lo menos deberían permitir que los Cucapás realicen una importante muestra de sus tradiciones y su cultura con bailables y la venta de artesanías, lo que sin duda les representaría un reconocimiento, que bien se lo merecen. No debemos olvidar su añeja lucha por que se les permita la pesca de la especie marina curvina golfina en la Reserva de la Biosfera Golfo de California y Desembocadura del Río Colorado, que está sobradamente demostrado no pone en peligro a esta especie endémica, pues ellos capturan menos del cuatro por ciento de la explotación total, como lo demostró el estudio científico de la UNAM en el que se basó la Recomendación 8/2002 de la CNDH, dirigida a los titulares de la Semarnat y la Sagarpa, Recomendación aceptada pero extrañamente no cumplida; por el contrario, no cesa el hostigamiento de la Profepa para impedir a toda costa la actividad pesquera tradicional que, para los Cucapás, representa una alternativa de sobrevivencia. Los Cucapás, al igual que las otras etnias nativas de Baja California (según especialistas no quedan más de mil 700 auténticos indígenas en total), se encuentran en franco período de extinción sin que las autoridades hagan nada para evitar su emigración a las ciudades, ante la falta de oportunidades en sus territorios. Pero hay algo más: resulta que existe un marcado interés de inversionistas japoneses por hacerse de territorios que hoy le pertenecen a la etnia Cucapá. Se dice que en esa zona desértica y pedregosa existen vastos yacimientos de metales y de productos pétreos de gran valor. Se dice también que hay un megaproyecto de inversionistas estadounidenses, de millones de dólares, precisamente en la desembocadura del Río Colorado, en la Isla Montage. Al fin y al cabo hoy en día existe un conflicto jurídico agrario y de deslinde con el territorio Cucapá que no ha sido resuelto y que puede dar pie a que sean despojados mediante argucias legales (a río revuelto... todo sea por el progreso). Parece que todo lo que suene a Cucapás produce escozor a las autoridades federales, estatales y municipales y al Congreso de Baja California. El concierto de Pavarotti hubiera representado una buena oportunidad para resarcir lo que a lo largo de los años se les ha impedido “el ejercicio pleno de sus derechos indígenas, reconocidos por el Derecho Internacional de Derechos Humanos, incluso por nuestra Carta Magna”. ¿Además de Pemex y la CFE, también territorio van a vender Fox y sus mentirosos yunque-panistas?

Correo electrónico:

www.manu-dornbierer.com.mx.

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