Por Primitivo Javier González M.
El Siglo de Torréon
TORREÓN, COAH.- Alexis, un niño inteligente de siete años, hijo único que nació en Nayarit pero apenas caminaba cuando llegó a esta ciudad, vive desde entonces en la colonia Vicente Guerrero y al poco tiempo comenzó a padecer los efectos del plomo y otros metales, en la actualidad ya se acostumbró a utilizar él mismo el inhalador cuando se le dificulta respirar.
El pequeño Alexis, quien dice que ya va a entrar a segundo de primaria, padece de alergia y es uno de los más de diez mil niños de diferentes colonias que han sido afectados por el plomo y acuden periódicamente a consulta al Departamento de Toxicología del Hospital General.
El jefe del Programa de Metales, Víctor Alfonso Luján Galván y Adriana Torres Vega, responsable de Toxicología, informaron que actualmente hay ocho niños internados por diferentes motivos, dos de los cuales son quelados para disminuir los niveles de plomo en la sangre.
La quelación es un tratamiento enfocado a disminuir los niveles de plomo en la sangre. Es un medicamento administrado por vía oral, denominado Succímer y se aplica durante 19 días, lapso en el cual el paciente permanece internado.
Tras enfatizar que no se ha registrado ninguna muerte por este motivo, explicaron que hay casos de pequeños con niveles persistentemente altos y se internan para controlarlos y posteriormente son dados de alta.
Los riesgos
A pregunta expresa, los médicos dieron a conocer que puede haber secuelas en los menores por la exposición permanente a la fuente de contaminación y es a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a la que le corresponde monitorear la calidad del aire.
Según la literatura existente en la materia, el plomo es ototóxico (puede dañar el oído), afecta la respuesta inmunológica, el coeficiente intelectual y definitivamente es un problema serio de salud pública. Una medida radical para terminar con la problemática sería retirar la exposición o fuente de contaminación.
Las medidas de higiene, resaltaron, son muy importantes para disminuir los efectos, como el lavado de las manos antes de comer, evitar en lo posible que los niños jueguen en la tierra, comer vegetales como el brócoli y coliflor, a los cuales se les han encontrado propiedades quelantes naturales.
Se ha observado, que los niños de las familias que siguen las indicaciones médicas, disminuyen en gran medida los niveles de plomo en la sangre.
La historia de pepe
A Pepe siempre le ha gustado “disfrutar de la vida” a su manera, divirtiéndose en los bares, con amigos, chicas y alcohol. A los 35 años de edad solía comentar sus intenciones de dejar todo eso a los 40, pero ya ronda los 50 y ahora hasta la cocaína forma parte de “la diversión”.
Siempre se ha destacado en su trabajo e incluso hasta se independizó, tiene su propio taller pero la mejoría económica no se refleja. Los pretextos son muchos: la crisis, pocos clientes, etc., pero la verdad es que la “coca” es cada vez más necesaria y más cara.
Desde hace tiempo, Pepe cambió de amistades, ya no se reúne con sus amigos de la infancia, ahora tiene otros, con los que comparte otras experiencias y aunque en ocasiones se deprime por su forma de vivir, todavía no ha pensado seriamente en retirarse de ese ambiente, que desgraciadamente sigue siendo cada vez más común entre muchas personas.