NOTIMEX
NUEVA YORK, EU.- Un viejo conocido, Yanquis de Nueva York, y un principiante, Marlines de la Florida, pondrán en marcha hoy la versión del centenario de la Serie Mundial de beisbol para definir al nuevo monarca de las Grandes Ligas.
El equipo del Bronx, que eliminó en siete juegos a Medias Rojas de Boston, el último de ellos en extrainnings, es toda una institución en estas lides, pues se presenta en su trigésimo noveno Clásico de Otoño y, como es costumbre, lo hace como gran favorito.
Del otro lado, el conjunto que dirige John McKeon arriba por segunda ocasión en su corta historia a una Serie Mundial, luego de que en la temporada de 1997 obtuvo su primer gallardete al victimar en siete partidos a Indios de Cleveland.
La alcurnia de los Mulos de Manhattan hace de esta edición del Clásico de Otoño casi un mero trámite y es que los peces, todo un fracaso la temporada pasada, necesitarán de mucha mayor inspiración para consumar una tercera gran hazaña en la postemporada.
Los Marlines llegaron como comodín a los playoffs de la Liga Nacional, para convertirse en la gran sorpresa. Primero dejaron fuera en cinco juegos a Gigantes de San Francisco, que fungían como campeones defensores del viejo circuito.
Después, la Serie de Campeonato fue más complicada, ya que tuvieron que regresar de un 1-3 adverso ante Cachorros de Chicago y ganando los dos últimos partidos en el legendario Wrigley Field, aseguraron su boleto al Clásico de Otoño.
Nueva York no tuvo tantos problemas en la serie divisional ante Mellizos de Minnesota, al cual echaron en cuatro duelos, pero ante Medias Rojas tuvieron que irse hasta el límite para hacer válida la "maldición del Bambino", de ya casi un siglo de vigencia -desde 1918- y dejar en la orilla a los Patirrojos.
El séptimo partido no pudo ser más cerrado, pues Aaron Boone tuvo que decidir con un palo de cuatro esquinas en el cierre de la undécima entrada, para romper con un empate a cinco y darle la victoria 6-5 a Yanquis, luego de ir 0-4 abajo, y, con ello, poner punto final a una "serie mundial" adelantada.
El manager Joe Torre, que ha llevado a Nueva York al duelo por el título en seis de los últimos ocho años, tiene como pitcher probable a Mike Mussina, en tanto los visitantes utilizarán a Brad Penny.
Yanquis, que bateó para .271 en la postemporada, y Marlines, que lo hizo para .266, no se han enfrentado desde la campaña 2001. En su historial mutuo, todos en juegos interligas, los neoyorquinos aventajan con ocho victorias contra siete al cuadro de Miami.
La contienda, a ganar cuatro de siete partidos, comenzará hoy en el Yankee Stadium a las 18:06 horas locales (19:06, tiempo de México).
los 'mulos' favoritos
NUEVA YORK, EU.- Hombre por hombre, Yanquis de Nueva York luce como inmenso favorito para imponerse a Marlines de la Florida en la Serie Mundial del centenario, la cual arrancará hoy por la noche en el mítico Yankee Stadium del barrio del Bronx.
De entrada, Brad Penny, el pitcher que mandarán los peces a abrir el primer duelo del Clásico de Otoño, no aparece como contendiente de cuidado para los Bombarderos del Bronx, que además de sus millonarios abridores y su envidiable orden al bat, tienen el infalible panameño Mariano Rivera como cerrador.
Igual que su escuadra, que apela a dar una nueva sorpresa, Brad Penny llega como víctima segura al recaudar números de 1-1 en ganados y perdidos en la postemporada, tras lanzar apenas nueve entradas y dos tercios, con un estratosférico 10.24 de carreras limpias.
Enfrente tendrá al zurdo David Wells, que ganó dos en los playoffs y no perdió, pero mejor aún, cosechó un 1.76 de efectividad en 15 entradas y un tercio de labor.
Para el segundo encuentro, también en el Yankee Stadium, Florida utilizará a Dontrell Willis, que tiene números de 0-1 con 12.00 de carreras limpias y que enfrentará a Mike Mussina, quien tiene el peor récord de los abridores de su equipo (0-3) y 4.03 de efectividad.
Josh Beckett, con marca de 1-1 y 2.73, abrirá el tercer juego, cuando se reanude el Clásico de Otoño en el Pro Player de Miami, donde se medirá ante el zurdo Andy Pettitte, con récord de 2-0 en la postemporada y 3.38 de limpias.
Para el cuarto encuentro, el manager Joe Torre enviará a la lomita a Roger Clemens (2-0, 3.38), para enfrentarse a Mark Redman, que no tuvo decisión en los playoffs, en los que los Marlines dejaron fuera a Gigantes de San Francisco y Cachorros de Chicago.
Lo mejor de la Florida está en su orden al bat, donde el líder es el receptor puertorriqueño Iván Rodríguez, quien acumuló porcentaje de .333, con tres cuadrangulares y 16 carreras empujadas.
El novato venezolano Miguel Cabrera tuvo una buena postemporada, al batear .318, con tres jonrones y nueve empujadas, al igual que Jeff Conine con su .385 a la ofensiva, con un cuadrangular y cinco carreras remolcadas.
Enfrente, habrá grandes nombres como el paracorto Derek Jeter, quien bateó para .295 ante Mellizos de Minnesota y Medias Rojas de Boston, con dos jonrones y tres carreras producidas, así como Jason Giambi, que pegó tres vuelacercas, dos de ellos en el séptimo juego ante el dominicano Pedro Martínez en la Serie de Campeonato.
Los importados, desde luego, serán pieza clave del equipo del Bronx, empezando por el puertorriqueño Bernie Williams, el japonés Hideki Matsui y el mexicano Karim García.
El jardinero sonorense, el único mexicano en el Clásico de Otoño, bateó para .250 en la postemporada, con cuatro imparables y tres carreras remolcadas, en 16 turnos oficiales al bat.
Así, aunque los Mulos de Manhattan pueden despachar el Clásico en los partidos que deseen, enfrente tendrán a un rival que, como se dice, no tiene nada qué perder y que busca, con su ejemplar espíritu combativo, dar una tercera sorpresa consecutiva tras llegar como el comodín de la Liga Nacional.
Yanquis venció en siete encuentros a Medias Rojas en batalla por el banderín de la Liga Americana, el último de ellos en 11 dramáticas entradas, en una contienda que podría considerarse una "serie mundial adelantada", pues resultó más atractiva que el mismo Clásico de Otoño.