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JERUSALÉN.- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Yasser Arafat se congratuló por los recientes contactos palestino-israelíes encaminados a una solución pacífica del conflicto, que inició hace más de dos años.
En su cuartel en la ciudad de Ramallah, Arafat dijo a la prensa estar listo para reanudar las negociaciones de paz con el gobierno israelí, que hasta ahora se ha negado a dialogar con el líder palestino a quien acusa de tolerar la violencia.
“Todos llevamos en nuestros hombros la causa sagrada palestina y debemos tener contactos para encontrar una solución de paz justa y equitativa” dijo Arafat en relación los recientes encuentros palestino-israelíes.
El presidente de la ANP había llamado al primer ministro israelí Ariel Sharon a reanudar las conversaciones de paz poco después de que el partido de éste, Likud, obtuviera la victoria en las elecciones del pasado 28 de enero, pero la invitación fue rechazada.
Sin embargo, el pasado miércoles Sharon se reunió con el jefe de negociadores palestinos Ahmed Qureia, conocido como Abu Ala y considerado potencial sucesor de Arafat, con quien discutió una instauración gradual de un alto al fuego.
Las declaraciones de Arafat se produjeron luego de que ayer la prensa destacó ese encuentro, que había sido considerado como secreto y que según la radio israelí duró alrededor de dos horas, tiempo en el que Sharon analizó el cese al fuego.
El tema se retomará mañana lunes cuando se reanuden los contactos palestino-israelíes para trabajar en acuerdos de seguridad en los que se establecerá que los palestinos serán responsables de los sectores de los cuales se retirará el ejército israelí.
Israel, por su parte, levantará el bloqueo en las regiones donde dichos acuerdos entrarán en vigor y autorizará a los trabajadores palestinos de esas regiones entrar en su territorio.
En tanto, ayer fueron destruidas ocho casas propiedad de palestinos en West Bank y Gaza, así como las viviendas de los activistas muertos el pasado jueves en un enfrentamiento con el ejército israelí en la ciudad de Naplusa, al norte de Cisjordania.
Fuentes palestinas reportaron que tanques israelíes blindados irrumpieron en el campo de refugiados de Jan Yunes, frente al asentamiento judío de Neveh Dekalim, en el sur de Gaza, y destruyeron ocho casas.
Una mujer de 65 años murió de un ataque al corazón mientras los tanques destruían las casas colindantes.
En Beit Fourik, población cercana a Naplusa, las tropas israelíes dinamitaron la casa de Anan Hanani, integrante de la Brigadas Abu Ali Moustafa, grupo armado del Frente Popular de LIberación de Palestina (FPLP).
Mientras que en Tell, otra localidad del mismo sector, tanques israelíes destruyeron la vivienda de Ahmed Hamad, de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, grupo armado cercano al movimiento Al Fatah, de Arafat.
Organizaciones palestinas y de derechos humanos condenaron la demolición de las casas, acción que consideraron como impunidad colectiva, mientras que Israel indicó que la medida era necesaria para evitar futuros ataques contra blancos israelíes.
La demolición es un claro mensaje a los activistas suicidas y sus familias: “sus actos tienen un precio”, declararon fuentes del ejército israelí, que arrestaron este sábado a un militante de Al Fatah, que intentaba realizar un ataque suicida.