México, DF.- La noche del viernes, el Palacio de los Deportes se cimbró con la presencia de una de las bandas más legendarias del american blues: ZZ Top. Tex-Tex se encargó de poner el ambiente en el domo de cobre, tras lo cual aparecieron los ?hombres barbudos? que hicieron cantar a sus miles de seguidores que querían escuchar temas como Legs y La Grange.
Pero estas dos canciones fueron de las últimas que interpretaron, porque antes los texanos dieron cuenta de otros éxitos como Gimme all Your Lovin, Pincushion, Precious and Grace y Manic Mechanic.
Un espectacular juego de luces presagiaba un espectáculo sin igual. Dusty Hill, Billy Gibbons y Frank Beard saltaron sobre el escenario con sus brillantes trajes y gafas oscuras, para demostrar por qué son considerados una leyenda de la música, con 33 años de trayectoria artística, en la que han vendido más de 50 millones de copias de sus discos en todo el mundo.
ZZ Top cerró en México una gira que comenzó hace unos meses en Europa. Billy Gibbons no ocultó la felicidad que le provocó tocar en México y en más de una vez habló con el público en un castellano entrecortado, pero lo suficientemente claro para demostrar su pasión por nuestro país.
?Muchas gracias ciudad de México, vamos a tocar aquí toda la noche?, dijo el vocalista, mientras que los gritos inundaron desde las entrañas el recinto. Luego, el guitarrista hizo subir al entarimado a Pablo Gamboa (uno de los sonidistas de la banda) para que fungiera como traductor.
?Después de este concierto en México, vamos a regresar a nuestra casa?, añadió.
Cheap Sunglasses, Buck, 2 Trains, Beer Drinkers & Hell Raisers, Just Got Paid y Tube Snake Boogie también sonaron en este recital que combinó temas de antaño, como del nuevo álbum llamado Mescalero.
El bajo, la guitarra y la batería no dejaron de sonar durante casi dos horas, tras lo cual el trío de enormes barbas que remiten al capitán cavernícola, se despidió como mejor saben hacerlo, es decir, con música.