Defiende el Gobierno de Bush la guerra contra el extremismo y critica el "falso confort" que el mundo tenía.
AGENCIAS
WASHINGTON, EU.- Estados Unidos afronta la conmemoración del tercer aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 con menos intensidad que en anteriores ocasiones y con la vista puesta en las elecciones presidenciales, las primeras desde los ataques, dominadas por el terrorismo y la seguridad.
La efeméride viene marcada además por una avalancha de malas noticias que no invitan al duelo sereno.
Los noticiarios vienen cargados con la oleada de terror que ha sacudido al mundo en la última semana, desde Yakarta a Rusia, y, como sucedió el año pasado, Al Qaeda se ha “invitado” al aniversario a través de un video en el que el segundo de a bordo, Ayman al Zawahiri, pronostica que la derrota de Estados Unidos en Irak y Afganistán es una cuestión de tiempo.
La ceremonia más importante tendrá lugar hoy sábado en Nueva York, en la Zona Cero, el lugar en el que se alzaban las Torres Gemelas y donde murieron 2,829 personas cuando dos aviones pilotados como proyectiles se incrustaron en ellas.
Ayer el Gobierno de Estados Unidos hizo una extensa defensa de la guerra que lanzó contra el terrorismo y criticó el “falso confort” que el mundo tenía antes de esos ataques.
En el exterior, EU está inmerso en el intento de pacificar y democratizar Afganistán e Irak, donde tiene más de 140 mil soldados, mientras que la organización Al Qaeda, considerada responsable de los atentados, no ha sido totalmente eliminada y mantiene su amenaza a este país.
Y en el interior, el Gobierno ha creado el Departamento de Seguridad Nacional, así como nuevas leyes y medidas, entre críticas y lamentos de que la seguridad en los puertos y fronteras sigue muy descuidada por falta de fondos.
Además, la capacidad de respuesta ante el terrorismo se ha convertido en el eje de la campaña para las elecciones presidenciales de noviembre, con críticas del presidente George W. Bush al demócrata John Kerry por su supuesta debilidad.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, trazó ayer una comparación entre cómo estaba el mundo antes del 11-S y cómo está ahora, y resaltó que el régimen Talibán ya no existe y buena parte de los líderes de Al Qaeda han sido capturados o muertos.
Además, destacó que el régimen de Saddam Hussein ha desaparecido y sus hijos están muertos, mientras que Libia ha puesto fin a sus programas de armas de destrucción masiva y se ha desmantelado la red de tráfico nuclear del científico paquistaní Abdul Qadeer Jan.
Rumsfeld, en un discurso en el Club Nacional de Prensa, criticó el “falso confort” que el mundo tenía el diez de septiembre de 2001, que fue “el último día en que Estados Unidos no entendía la amenaza” del terrorismo islámico.
El tercer aniversario de los atentados llega mientras buena parte del opositor Partido Demócrata insiste en que la invasión y ocupación de Irak no tenía qué ver con la guerra contra el terrorismo.
La campaña de Irak ha costado más de 200 mil millones de dólares, y la cifra de soldados estadounidenses muertos supera ya el millar, además de otro centenar fallecido en Afganistán.
Rumsfeld reconoció que la pérdida de vidas es algo terrible, pero insistió en que “la guerra es algo feo que siega vidas”.
El jefe del Pentágono dejó claro que “el mundo civilizado” ya había superado la cifra de mil muertos “hacía mucho”, tras enumerar una larga lista de atentados cometidos por extremistas islámicos en la última década.
Por ello, Rumsfeld insistió en que la guerra contra el terrorismo, en la que EU inscribe a Irak, “merece la pena” a pesar de los sacrificios que genera.
“Quienes sugieren lo contrario, no sólo están equivocados, sino que se demostrará que lo están”, afirmó tajantemente el jefe del Pentágono en su habitual tono cortante hacia los críticos.
El tercer aniversario del 11-S llega, además, después de que el presunto “número dos” de Al Qaeda, Ayman al Zawahri, apareció el jueves en una cinta de video en la que se burló de las tropas estadounidenses y subrayó que la derrota les persigue en todos los frentes de lucha contra los “muyahidines” (guerreros islámicos).
“De norte a sur, de este a oeste, Afganistán es una zona franca para los “muyahidines”. El enemigo sólo controla las capitales”, dijo este médico egipcio convertido en uno de los principales ideólogos del integrismo islámico.
La consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, consideró ayer que la grabación es “un recordatorio de que Al Qaeda sigue siendo una amenaza”.
En declaraciones a la cadena de televisión NBC, Rice afirmó que los líderes de la red terrorista “están sentados en una cueva haciendo estas grabaciones” y, aunque ahora lo tienen más difícil, “todavía forman parte de una organización peligrosa”.