RETO | INSTAN A MANTENER LOS “VALORES” DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
20 de Noviembre | Día de la Revolución Mexicana
EL SIGLO DE TORREÓN
La pobreza extrema se presenta todavía, como en 1910, en una gran parte de la población
COMARCA LAGUNERA.- Para los académicos, el gran reto actualmente, 94 años después de que se llevara a cabo la lucha por la Revolución, es mantener vigentes los valores que orillaron a la mayor parte del pueblo mexicano a levantarse en armas y unirse al movimiento, pues los motivos siguen estando presentes.
José Castro Mancillas, director de Planeación y Desarrollo Académico de la Universidad Autónoma de La Laguna (UAL), explica que, en 1910, un alto porcentaje de la población vivía en extrema pobreza, mientras que, en nuestros días, la mayor parte de la gente vive muy por debajo de la media mínima de condiciones del ser humano.
“Casi 50 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza y la mitad de éstos, el 25 por ciento, vive en la pobreza extrema, entonces es evidente que existe una condición muy similar a la de esa época y sigue siendo vigente la necesidad de que los poderes públicos de nuestro país, y la sociedad misma, acepten como una gran responsabilidad las condiciones de pobreza en las que viven muchos”, manifiesta.
El catedrático señala que, dentro de los 25 millones de personas que habitan de esta forma, un importante porcentaje son niños, por lo que subraya la necesidad de retomar los ideales y valores que dieron vida a la Revolución, fenómeno que tuvo un alcance mundial.
Para el investigador de la Universidad Iberoamericana (UIA), Sergio Garza Saldívar, “los valores deben seguir vigentes para que no se nos olvide y podamos aliviar alguna de estas problemáticas que persisten en el país”.
El académico considera que la Revolución es permanente y los mexicanos de hoy están en deuda con los iniciadores, pues aún no se alcanzan los ideales que se plasmaron en esa época.
“La Revolución se institucionalizó en el PRI y esto fue lo que la encapsuló, la paralizó en un estado donde se beneficiaron unos pocos”, expresa, “el desafío es apropiarnos de nuestros recursos como país, conformar una identidad nacional que nos permita compartir un proyecto de nación común, cosa que no existe todavía.
“Haciendo el balance, tenemos números muy rojos, hay un saldo negativo muy importante”, continúa, “no hemos podido capitalizar todos nuestros recursos, no tenemos un nivel de educación decente, seguimos figurando en los últimos lugares de las estadísticas internacionales, hay tantos niños que se nos están muriendo porque no hemos sido capaces siquiera de darnos de comer a nosotros mismos de manera decorosa y digna”.
Laura Orellana Trinidad, catedrática e investigadora, señala que, en el contexto actual, los ideales de la Revolución Mexicana quedan muy amplios, poco aterrizados y sin cumplirse. La también maestra en Historia cita como ejemplo la casi desaparición del ejido, figura que nace en este movimiento, pues los campesinos de hoy carecen de apoyo.
“En las circunstancias de ese momento sí se pudieron cambiar ciertas situaciones y hacer un poco más justas las cosas, aunque en algunas ya vamos en retroceso”, manifiesta.
En opinión de Garza Saldívar, la Revolución debiera ser una cuestión que motive a los mexicanos a cambiar, que “cada uno desde nuestra capacidad debiéramos estar buscando que este cambio se logre cristalizar, para la mayoría, pues finalmente todos somos un pueblo y somos responsables de generar los beneficios que queremos”.
Castro Mancillas coincide en que el movimiento que se requiere actualmente no se traduce a una lucha armada, sino a una gran conciencia social y del poder político, de que hay mucha gente en el país que vive en condiciones muy por debajo de la media.
“Tenemos que revolucionarnos, pero como gente civilizada, con una gran conciencia y un gran compromiso de acción, asumir que la responsabilidad social y de la autoridad del país significa tener 25 millones de gentes en pobreza extrema”, expresa, “es necesario remover aquellas estructuras que limitan la posibilidad de ofrecer otras oportunidades de empleo y de vida a nuestra población y ahí estamos hablando, evidentemente, de las reformas que nuestro país requiere”.
Para el secretario del Centro Coordinador Empresarial, Augusto Ávalos Longoria, se requiere una revolución en el área industrial, económica, de pensamiento, conducta y actitud, sin la intervención de las armas, pero sí a través de la competencia, la educación y la preparación.
Los catedráticos consideran que es necesario revitalizar el movimiento, desde una forma intelectual y social, resolverlo a través de la discusión política, dar cauce a las reformas y aceptar el compromiso que la sociedad tiene ante los cambios, que son costosos y dolorosos para la población.
“México está en la etapa de querer preguntarnos si queremos salir de la pobreza, sacrificarnos por los demás mexicanos, si estamos de acuerdo en no robar, en ser más justos y abanderar nuestros ideales por el bien común”, dice Ávalos Longoria, “si no nos decidimos a hacer esto, seguiremos escondidos en la miseria, en la pobreza, en el atraso y le seguiremos echando la culpa a mil y una cosas, pero queda claro que somos los únicos con la llave para mejorar”.
El principal reto de los mexicanos actualmente y lo más difícil de vencer, señala el empresario, son los propios paradigmas de pensamiento, de atraso, de cambio.
IDEALES
De acuerdo con los catedráticos, éstos fueron algunos de los ideales más importantes de la Revolución Mexicana.
-Democracia.
-La no-reelección de gobernantes.
-La creación del ejido, reparto de tierras más equitativo.
-Justicia social.
-Apropiarse de los propios recursos naturales como país.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón