Tesoro|Conserva un gran acervo de documentos
20 de Noviembre | Día de la Revolución Mexicana
EL SIGLO DE TORREÓN
José Ángel Gutiérrez cuenta con una gran colección de billetes de la Revolución Mexicana
TORREÓN, COAH.- José Ángel Gutiérrez estudió radiología y se ha dedicado a la enseñanza, pero su mayor pasión radica en la investigación de la Historia del país y la Región Lagunera, donde vive desde su nacimiento, hace 50 años.
“Me llena de gozo cuando hablo con alguien al respecto porque no me gusta que se quede ahí, lo muestro mejor”, manifiesta mientras señala su colección de artículos históricos, “es una herencia, tengo fotos desde 1901, de mis abuelos casándose, ya no están ellos, pero yo sí y puedo contar su historia”.
La diabetes melitus le privó de la vista hace cuatro años, pero su interés en la Historia no ha decrecido en ningún momento. El profesor cuenta con una gran cantidad de billetes de la época revolucionaria, muchos de los cuales fueron herencia de sus abuelos, recortes periodísticos y documentación referente al movimiento armado.
Cada billete guarda una historia, secretos que no aparecen en la historia oficial, pero sí en la documen-tada, contradicciones y recuerdos desconocidos por muchos.
José Ángel relata que su pasión por la Historia se remonta a sus clases en la primaria, desde las primeras lecciones que recibió de sus profesores, que lo contaban como un cuento, mientras que su curiosidad demandaba hechos reales.
Su gusto por la región le llevó a crear la primera escuela de Turismo en la Comarca Lagunera, confiado en que el Estado de Coahuila tenía mucho que ofrecer.
El personaje histórico que más le ha apasionado es el general Francisco Villa, ya que tenía una personalidad dual, pues firmaba sus documentos personales como Doroteo Arango Arámbula, pero en los papeles oficiales, como revolucionario, era Francisco Villa.
“Se casó 23 veces, porque, llegó a mencionar, eran sus ‘correos’, era más segura una mujer que un hombre”, explica el profesor mientras muestra la lista de las esposas del general.
“Su cabeza fue cortada de su cuerpo y está en la Universidad de Yale”, continúa, “después que le dieron más de 100 balazos a su cuerpo en la emboscada, creían que se iba todavía a levantar, por eso, para estar más seguros, lo decapitaron”.
Lo más impresionante de Emiliano Zapata, el caudillo del sur, de acuerdo con el académico, fue que verdaderamente valoraba a sus coterráneos, a su gente, pues eran sus hermanos de dolor, de carencia.
“Ellos, Zapata y Villa, murieron básicamente por sus ideales”, comenta.
Gutiérrez Jáuregui expresa un profundo respeto hacia cada uno de los personajes que contribuyeron a la Revolución Mexicana, pues anteriormente, los terratenientes eran dueños de vidas y haciendas, al punto que las jóvenes que se casaban debían pasar la primera noche con el patrón.
“Todo eso se acabó al venir la Revolución”, señala, “que si se hizo justicia, que si no, eso no me toca a mí mencionarlo, a mí me gustó la verdadera Historia, el apasionarme con estas personalidades, que eran de gran impacto, pues quizá no tuvieron nada de cultura, pero sí de experiencia, de la universidad de la vida”.
El catedrático indica que la Revolución Mexicana es una fecha donde los investigadores y narradores de la Historia no pueden mentir, pues aún existen personas lúcidas que vivieron en aquella época, que recuerdan los hechos como fueron.
Para José Ángel es de gran importancia que los niños aprendan la historia de México, ya que serán los próximos gobernadores, presidentes de la República y mexicanos.
“El niño es un barro moldeable, puede ser llevado y traído porque él no lo sabe”, manifiesta, “el problema radica en los maestros, nos debemos dirigir a quien está frente a un grupo, para que quiera, primero, a sus raíces, porque si quieres a tu tierra, quieres a los hombres que te dieron este futuro, pero si no, no lo vamos a sentir, lo vamos a decir como quien habla un cuento y a veces, ni así”.
El profesor considera que existe una influencia grave por parte de los Estados Unidos en la Región Lagunera, lo que ha generado que se valoren más otras cuestiones, mientras que la verdadera historia y el fondo del individuo mexicano se encuentra en el país y las raíces.
“Yo ya llegué a un límite porque no cuento con mis cinco sentidos”, indica, “pero espero que surjan otras personas que lleven a cabo esta ‘ansia’, que busquen y quieran conocer la verdadera Historia, porque es muy sencillo ponerle y quitarle, pero mostrando hechos palpables, eso sí es una prueba irrefutable.
“Hay que valorar lo que tenemos”, agrega, “yo no cambiaría México por nada”.
SU RIQUEZA
Éstos son algunos de los artículos que conforman la herencia del profesor, José Ángel Gutiérrez Jáuregui.
-Billetes de “tres caritas”: por un lado tienen el rostro del entonces presidente de la República, Francisco I. Madero, en otro, el gobernador del Estado, Manuel M. Chao, pero se les conocía de esta forma porque cuando la gente los quería cambiar, valían únicamente en el Estado donde se imprimían.
-El acta de defunción de Francisco I. Madero, cuya “I” permanece siendo un misterio, aparece como “Ynocencio”, que el profesor considera puede ser una fe de erratas, pero la tomó su esposa. Sin embargo, admite que en el acta de nacimiento viene como “Ignacio”.
-En dicha acta de nacimiento, se indica que Madero nació en La Coyotada, Durango y no en Chihuahua, como se cree comúnmente.
-La lista con los nombres de las 23 esposas de Doroteo Arango, el general Francisco Villa, con quienes tuvo 24 hijos.
-Billetes firmados por el general Francisco Villa, donde aparece bajo el título de “Gobernador provisional del Estado de Chihuahua”, lo que no se refiere en ninguno de los libros oficiales.
FUENTE: Archivo personal del profesor, José Ángel Gutiérrez Jáuregui