TORREÓN, COAH.- La Unidad Deportiva Torreón cumplirá el próximo cuatro de octubre 35 años de haber iniciado actividades, en esa fecha fue sede de los Juegos Infantiles y Prenacionales, en los que compitieron las delegaciones deportivas de varios Estados del país y de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Este complejo deportivo, junto con el Auditorio Municipal, fueron construidos durante el gobierno estatal de Braulio Fernández Aguirre, de 1963 a 1969, la obra estuvo a cargo del despacho del ingeniero José Bracho y del arquitecto Antonio Palazuelos.
Estas dos unidades han sido fundamentales durante 35 años para el desarrollo del deporte en la Comarca Lagunera, en diferentes disciplinas, además de ser el escenario de grandes competencias, como lo fueron en la Olimpiada Nacional 2003.
Estas dos obras se construyeron entre 1968 y 1969, el costo de la Unidad Deportiva Torreón ascendió a diez millones de pesos, el del Auditorio Municipal a cinco millones.
Sus instalaciones fueron entregadas a la comunidad de Torreón en noviembre de 1969, mes en que tuvo lugar su inauguración oficial, después de la celebración de los Juegos Prenacionales.
Para el manejo operativo de la Unidad Deportiva Torreón se emitió un decreto el diez de diciembre de 1969 por parte del Congreso del Estado de Coahuila, en el que se autorizó la formación de un Patronato Administrador de la misma, con el carácter de corporación pública descentralizada.
Los presidentes de dicho patronato han sido Gilberto Martínez Solares, de 1969 a 1970; Enrique Salas León, de 1970 a 1971; Matías Román Ríos, de 1971 a 1981; Ricardo Acosta Mauricio, de 1982 a 1998.
El actual presidente es el ingeniero Omar Gutiérrez de Anda, quien asume el cargo en septiembre de 1998 y lo conserva hasta la fecha.
Gutiérrez de Anda prepara una serie de festejos y actividades dignas del 35 aniversario de la UDT.
Promesa cumplida
La construcción de la Unidad Deportiva Torreón se debió a una promesa de campaña del entonces candidato a gobernador de Coahuila, Braulio Fernández Aguirre, en reunión sostenida en 1963 con los dirigentes de las asociaciones deportivas locales.
Entrevistado hace días en su oficina, quien gobernara nuestra entidad del primero de diciembre de 1963 al 30 de noviembre de 1969, recuerda que en esa época se jugaba beisbol en unos llanos ubicados atrás de la Calzada Colón al sur de la ciudad, en donde practicó este deporte en su juventud.
“En esa reunión que tuve con los deportistas nació la idea de construir una unidad que contara con campos de beisbol, canchas de basquetbol, de tenis, frontón, alberca, pista de atletismo y un velódromo, porque estaba de moda la Vuelta Ciclista a La Laguna”.
Explica que las 23 hectáreas en que se construyó la Unidad Deportiva Torreón formaban parte de un predio agrícola de los descendientes del señor Lázaro de la Garza.
“Siempre tuve una buena relación con Filemón Garza, yerno de don Lázaro, quien acababa de fallecer, esto nos ayudó mucho para adquirir los terrenos con facilidades y a buen precio, que costaron entre noventa y cien mil pesos”.
Asegura que los dos primeros años de su administración estuvieron dedicados a la organización hacendaria del Estado, el tiempo pasaba y no cumplía con el ofrecimiento hecho a los torreonenses, de construir la Unidad Deportiva Torreón y el Auditorio Municipal, fue hasta 1968 cuando se inicia la construcción de ambos.
“El gimnasio también era necesario, pues en aquel entonces nada más había las canchas de la Escuela Centenario y de la Alfonso Rodríguez para practicar basquetbol, don Alfonso Esparza me insistió mucho en la construcción del Auditorio”.
El entrevistado fue también presidente municipal de Torreón, de 1958 a 1960, con el apoyo del entonces gobernador Raúl Madero González y del ingeniero Eufrasio Sandoval, ex director de Ferrocarriles Nacionales de México, logró el levantamiento de la vía del ferrocarril Torreón-Matamoros-Tlahualilo, línea ubicada en lo que ahora es el Bulevar Revolución, en ese entonces la última avenida al sur era la Presidente Carranza.
“Una vez que se logró trasladarla hacia la colonia Metalúrgica, se pudo construir el Bulevar Revolución y propiciar el desarrollo de la Calzada Colón hacia el sur, en donde había un terreno, propiedad de Ferronales, el cual aprovechamos para el gimnasio”.
Cuenta que esa superficie fue adquirida por el municipio de Torreón, a cambio de un adeudo de contribuciones que tenía ferrocarriles.
Reconoce que fue clave el apoyo de la Dirección de Obras Públicas del Estado, a cargo del ingeniero Benito Canales, para desarrollar estos dos complejos deportivos, construidos dentro del marco de los Juegos Olímpicos de México 68.
“Los humanos por naturaleza propia nos acordamos de las cosas agradables, recuerdo por igual a Saltillo, al Norte y Centro del Estado, como a Torreón, a toda la gente que nos ayudó”.
Admite que administraciones estatales posteriores a la suya, han contribuido a fortalecer la estructura de ambas obras, el año pasado techaron la alberca olímpica de la Unidad Deportiva Torreón, se dotó de duela y rehabilitó el Auditorio Municipal.
Hace una pausa, se pone de pie, abandona por momentos el sillón del escritorio en el que ha permanecido sentado durante la entrevista, para dirigirse al librero en donde conserva un trofeo con la figura de Cuauhtémoc, reconocimiento otorgado por la Confederación Deportiva Mexicana (CDM).
Al ver la placa inscrita en el mismo, precisa que las instalaciones de la Unidad Deportiva Torreón y el Auditorio Municipal se pusieron en servicio con los Juegos Infantiles y Juveniles Prenacionales, celebrados del cuatro al 11 de octubre de 1969 en Torreón.
“En ese evento participaron los estados de Baja California Norte y Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y la Universidad Nacional Autónoma de México, con un contingente de 1,800 atletas”.
Para el financiamiento del Prenacional, que considera trajo una gran promoción para la juventud deportista lagunera, se contó con un fondo de 300 mil pesos, aportado por partes iguales entre la Confederación Deportiva Mexicana, el Gobierno del Estado y la Presidencia Municipal de Torreón.
“La delegación Coahuila y el entonces Distrito Deportivo de La Laguna obtuvieron 13 primeros lugares, 35 segundos, 22 terceros, 13 cuartos, 19 quintos y 14 sextos lugares, en atletismo, natación, ciclismo, beisbol, futbol y voleibol, un total de 134 premios dentro de los primeros seis sitios de la competencia”.
Admite que al inaugurarse la Unidad Deportiva Torreón y el Auditorio Municipal, no faltó quien pensara que eran elefantes blancos, le da mucho gusto ver que ahora son insuficientes para la gran cantidad de jóvenes que participan en diferentes disciplinas.
“Al contemplar estas obras, me queda la satisfacción de haber cumplido con una promesa de campaña, que aunque tardó años, finalmente se hizo efectiva”, expresa el ex gobernador de Coahuila.
Se transforma
Ricardo Acosta Mauricio, incansable promotor del deporte desde 1950, fue presidente del Patronato Administrador de 1982 a 1998, durante su gestión logró transformar a la Unidad Deportiva Torreón, que requería de alumbrado, un gimnasio, pero sobre todo de una mayor atención.
Con la sencillez que le caracteriza, cuenta que el 16 de abril de 1982, el entonces presidente municipal de Torreón, Braulio Manuel Fernández Aguirre, lo invita a hacerse cargo del patronato de este complejo deportivo, que tenía un pasivo de tres millones de pesos y había sido suspendido el suministro de energía eléctrica.
“Braulio Manuel me indicó que era una obra realizada por su padre en su época de gobernador de Coahuila, a la que tenía un gran aprecio; su propósito era rehabilitarla”.
Asume esta responsabilidad con la experiencia de haber ocupado cargos importantes en varias agrupaciones deportivas, entre ellos el de presidente de la Asociación de Tenis de La Laguna y del consejo de administración del Campestre Torreón, el primero de 1974 a 1976, el segundo de 1983 a 1984.
Recuerda que en el primer recorrido de trabajo hecho por las instalaciones de la Unidad Deportiva Torreón, pensó en renunciar, pues se encontraban en pésimas condiciones, “daban ganas de llorar”, fue el comentario de un reportero que lo entrevistó en ese momento.
“Me desanimé mucho, esa noche platiqué con mi familia, después de una serie de explicaciones, mi hijo Miguel Ángel propuso que el tema se pusiera a votación, eran tiempos de apertura democrática en nuestro país, él confiaba en que yo podía salir adelante en esa tarea”.
Por acuerdo familiar se le confirió a su esposa, María Rodríguez de Acosta, el voto de calidad para caso de desempate, como así fue, pues dos de los cuatro hijos que tenían en ese entonces votaron a favor, Ricardo y Miguel, los otros dos en contra, José Luis y Carlos.
“Mi esposa decidió que no renunciara, al día siguiente le expuse a Braulio Manuel el estado físico en que se encontraba la Unidad Deportiva Torreón, la necesidad de realizar obras y pagar el adeudo que había con la Comisión Federal de Electricidad”.
Acosta Mauricio obtuvo el respaldo del entonces Alcalde, se propuso un plazo de seis meses para cambiar la imagen de la UDT, el adeudo fue cubierto con un donativo, de manera considerable mejoró el ingreso de usuarios, obviamente, la captación de recursos fue mayor.
“Era necesario aumentar su infraestructura, con el apoyo del Gobierno del Estado, se logró la construcción del Gimnasio Torreón en el espacio donde se encontraban seis canchas de basquetbol, las cuales se repusieron en otra área”.
Precisa que el costo de la obra fue de 60 millones de pesos, aportados por el gobierno estatal, quien además se hizo cargo de la construcción de las seis nuevas canchas, además de un estacionamiento en batería por el Paseo de la Rosita.
“Al poco tiempo se utilizaron dos de ellas para construir una de futbol rápido, ya que este deporte empezaba a tomar auge en la comarca”.
El Gimnasio Torreón se inauguró en octubre de 1986, pero era necesario dotar de alumbrado a la Unidad Deportiva, el costo de esta nueva obra era de mil quinientos millones de viejos pesos, los cuales fueron cubiertos de manera tripartita.
“El gobierno federal, a través de la Comisión Nacional del Deporte aportó un 33 por ciento, el estatal otro 33, el restante el Patronato”.
Explica que para recaudar ese porcentaje, se acordó en una reunión con representantes de las asociaciones deportivas que operan en la UDT, incrementar al doble el costo de la entrada durante cinco meses, que era de 2,500 viejos pesos.
“El apoyo de dos empresas laguneras fue importante para que el Patronato pudiera completar su aportación, la cual representaba el anticipo de la obra, finalmente se logró dotar de alumbrado a los campos de las diferentes disciplinas deportivas”.
Fue inaugurado en octubre de 1991, el problema siguiente era el pago del suministro de energía eléctrica, para el cual solicitó el apoyo del Municipio, que desde entonces cubre este concepto.
Admite que se necesitaba reponer la noria, la cual tenía el ademe chueco y requería de una bomba sumergible para extraer el agua.
“La nueva noria proporcionó mayor cantidad del preciado líquido, el costo de la perforación ascendió a medio millón de pesos, cubiertos totalmente por el Gobierno del Estado, el pozo inició sus operaciones en marzo de 1996”.
Durante su administración se construyó un teatro al aire libre techado, rehabilitaron la alberca olímpica, que presentaba fugas y deterioro en sus azulejos.
“La alberca y la fosa de clavados tienen las medidas exactas del olimpismo, según lo confirmó Jesús Mena, medallista en Seúl 1988, durante una demostración de clavados que dio en la misma”.
Califica como un despojo al pueblo, el convertirla en un Centro de Alto Rendimiento, pues la gente tiene derecho a disfrutar de ella, es el ingreso mayor que tiene la Unidad Deportiva Torreón durante la mitad del año.
Reconoce el apoyo brindado por los Rotarios de Torreón para dotar a la explanada del gimnasio de un discóbolo (atleta que lanzaba el disco), escultura que tuvo un costo de 25 mil dólares, obra de un lagunero, la cual se inauguró el 19 de septiembre de 1992.
“Durante los 16 años al frente del Patronato de la Unidad Deportiva Torreón, una de las cosas más importantes fue el apoyo de la gente, para mantenerla con su aportación y hacer el uso correcto de las instalaciones”.
Ricardo Acosta Mauricio decide renunciar al cargo en octubre de 1998, con la satisfacción de haber cumplido en la tarea que le encomendaron siete alcaldes de Torreón, desde Braulio Manuel Fernández Aguirre hasta Jorge Zermeño Infante.
Desarrollo continuo
Omar Gutiérrez de Anda asume el cargo de presidente del Patronato de la Unidad Deportiva Torreón con la responsabilidad de darle continuidad a la obra realizada por Ricardo Acosta Mauricio, según lo manifiesta el propio Gutiérrez de Anda.
Recuerda que a invitación de Acosta Mauricio se integra al Patronato de la UDT en 1995, en calidad de vocal, cuatro años después, en septiembre de 1998, recibe la estafeta.
Reconoce la labor realizada por su antecesor, quien logró darle un crecimiento sostenido, el cual va de acuerdo al número de gente que ingresa a diario y a los recursos económicos con que se cuenta.
“Acepté el cargo, pues para el presidente anterior no era fácil dejar el Patronato en manos de un desconocido, lo importante era seguir con el ritmo de crecimiento registrado”.
Asegura que fue tanto la insistencia de Acosta Mauricio que terminó por aceptar el cargo, invita a colaborar a Mauricio Ocampo como secretario, a Jorge Díaz para el manejo de las finanzas, así como a varias personas reconocidas en el ámbito deportivo.
“En la Unidad Deportiva Torreón siempre habrá cosas que realizar, hemos visto con gusto que la afluencia se ha incrementado, esto obliga a dar un mejor servicio”.
Indica que se ha dado a la tarea de generar y recaudar fondos para que el complejo deportivo a su cargo esté en condiciones de crecer.
“Hay necesidades, los campos de futbol soccer requieren de un relleno de tierra, el costo es oneroso, un camión con seis metros cúbicos de este material cuesta 800 pesos”.
Precisa que necesitan 300 camiones de tierra para rellenar los nueve campos existentes, hasta el momento nada más lo han hecho en uno, aunque la falta del mismo no perjudica, sin embargo, carecen de los niveles adecuados.
“En el renglón de iluminación se han realizado algunos ajustes para reforzar los postes con lámparas de mil watts y aditivos metálicos”.
Interrumpe la entrevista para denunciar el incumplimiento de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) y del Instituto Estatal del Deporte de Coahuila (Inedec) para cumplir con los proyectos establecidos.
A manera de prueba cita el trabajo que se hizo en la alberca olímpica y fosa de clavados, el que aún no concluye, no cuentan con equipamiento ni con las áreas anexas necesarias, como son cafetería y una sala para instructores.
“Hay deficiencias en el equipo, el sistema de combustóleo para calentar el agua de la piscina olímpica es muy costoso, pugnaremos porque se instale uno de energía solar, una alberca pública y un chapoteadero para niños”.
Le preocupa concretar el proyecto de remodelación del velódromo, el cual es necesario para la práctica del ciclismo, ya que hay pocos espacios de este tipo en la Comarca Lagunera.
“Se requiere también de un espacio para la gimnasia olímpica, con instalaciones adecuadas, de preferencia un inmueble cerrado, que puede construirse en el área de las albercas”.
Otro de los proyectos en mente es la construcción de la Villa Olímpica, en donde actualmente se encuentra la Academia de Policía, que tiene contemplado cambiarse al edificio de Bulevar Revolución y Calzada Colón, o a las instalaciones del Instituto de Policía, ubicadas en el ejido San Miguel, municipio de Torreón.
Adelanta que la Villa Olímpica contaría con dormitorios y comedor, para dar albergue a los deportistas de escasos recursos económicos que requieran de una concentración especial, a los que se cobraría un precio módico.
